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¿Y si tu sobrepeso se debe a la hora en la que comes?

¿Y si tu sobrepeso se debe a la hora en la que comes?

No tiene el mismo efecto en nuestro cuerpo el menú que disfrutemos en el desayuno, el almuerzo o la cena dependiendo del horario que tengamos

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Sábado, 16 de junio 2018, 00:29

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En 1942 Franco decidió que nuestra posición geográfica era un asunto menor y que la franja horaria de España debía de coincidir con la de la Alemania de Hitler. Este despropósito en términos de cronobiología se mantiene a día de hoy y justifica, en parte, que nuestros horarios a la hora de la pitanza sean de los más raros en el mundo occidental.

Spain is different

Como cualquier elemento diferenciador tiende a preservarse como algo positivo aunque no lo sea y es que la vanidad es una de las primeras causas de ceguera colectiva.

No son pocos los que presumen de no terminar el almuerzo hasta las 16:30h o que la cena ni se vislumbre antes de las 22:00h. La programación en televisión tampoco es que ayude demasiado, el prime time no empieza hasta las 22:30h y los programas o series suelen alargarse hasta la madrugada. Por no hablar de los horarios laborales, donde el criterio de eficacia nutricional ni está ni se le espera.

¿Qué nos pasa?

La alimentación es un proceso complejísimo en el que participan multitud de aparatos y sistemas. Esa es la razón de que después de una comida abundante nos encontremos adormilados y con pocas ganas de realizar actividad física. Nuestro cuerpo está centrado en procesar todos los nutrientes que le están llegando y distribuirlos de la mejor forma posible. Una labor así necesita planificación y nuestro medio interno lo hace utilizando para ello las horas de sol y oscuridad. La central de coordinación va a estar en el hipotálamo y se va a valer de diferentes glándulas y hormonas para el control de estos procesos. Como por ejemplo el cortisol segregado en las glándulas suprarrenales.

¿Qué dice la ciencia?

Pues confirma que lo de los ritmos circadianos hay que tomárselo en serio y que no tiene el mismo efecto en nuestro cuerpo el menú que disfrutemos en el desayuno, el almuerzo o la cena dependiendo del horario que tengamos.

Existen estudios para las tres comidas principales del día. Una investigación de Harvard demostró que las comidas más tarde de las 15:00 producen menor pérdida de peso aunque se esté en dieta estricta. Esto es particularmente significativo para nuestro país ya que el almuerzo suele representar el 40% de nuestra ingesta calórica diaria.

La Universidad de Illinois también encontró relación entre los desayunos pasados de hora y el aumento en el índice de masa corporal, al igual que «The American Journal of Clinical Nutrition» entre las cenas cercanas a la hora de acostarse y el porcentaje de grasa.

Pero se puede complicar todavía más si los componentes que aparecen en nuestra dieta tampoco respetan nuestro horario interno.

¿Cómo lo hacemos?

Pues volviéndonos un poco más europeos. Desayunar antes de las 8:00h es una buena idea, el almuerzo sobre las 13:00h sería más interesante fisiológicamente hablando y la cena nunca más tarde de las 21:00h.

Tan importante como el horario, en las comidas principales, es el contenido de las mismas. Es cierto que nuestra tolerancia a los hidratos de carbono simples es mayor por la mañana, pero eso no justifica desayunos monolíticos de cereales refinados bañados en azúcar o vetar los hidratos de carbono en la cena cuando lo más importante es el balance de nuestras reservas de glucógeno o si esos hidratos son complejos y están integrados en la matriz de un alimento rico en fibra.

Cronodisrupción

Podríamos dar este complejo nombre a los horarios en España, es curioso como el capricho de un dictador ha pasado a considerarse una seña de identidad. Nuestro reloj interno ha necesitado de millones de años de evolución para sincronizarse con la naturaleza que nos rodea y nuestra propia fisiología. Respetar esta sutil armonía interna debiera ser un primer dogma del sentido común, algo complicado cuando hasta el horario de tú trabajo impide la conciliación con tú biología.

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