Verdades y mentiras sobre la vacuna contra el coronavirus, por Margarita del Val

Casi dos horas de charla de Mitre con Del Val deja despejadas muchas dudas. «Si yo me la pongo antes estoy protegida antes», ha esgrimido contra los antivacunas y los negacionistas. La científica del CSIC quiso matizar sus declaraciones del mes de noviembre, cuando las farmacéuticas hicieron una comunicación sobre la eficacia de la vacuna sin pruebas concretas. Margarita del Val creyó que los remedios contra el coronavirus de Pfizer y Moderna podrían proteger a los casos leves, pero no a los más graves. «Lo que causa los casos muy graves es una inflamación persistente al ser dos mecanismos distintos yo no sabía si se podía lanzar a la esperanza de que fuera capaz de proteger frente a dos mecanismos distintos». A día de hoy, Margarita del Val muestra su «sorpresa» por el éxito de los ensayos y dice «sí» a la vacunación.

Afirma que la vacuna entrena a nuestro sistema inmunitario. «Que cuando nuestro cuerpo se encuentre con algo extraño que cause un cierto daño local reaccione y cree una memoria inmunitaria». Una vez que se recibe el antídoto lo que hace éste es que nuestro cuerpo «controle la primera lucha, en vez de con algo que causa un daño grave, con algo inocuo como es una vacuna contra la Covid».

Margarita del Val ha querido marcar la diferenciación entre eficacia y efectividad. El primero hace referencia al «porcentaje de personas que protege de todas aquella que están vacunadas durante un ensayo clínico». Una vez que comienza la vacunación a la población real, será cuando se conozca la efectividad. «Es cuando entran todo tipo de personas con sus patologías adicionales, los que no se ponen la segunda dosis… Es cuando vemos si protege tanto a vacunados como no vacunados».

«Durante los ensayos clínicos los científicos testan la seguridad, la ausencia de toxicidad y los efectos adversos», asevera Del Val. «Precisamente porque hemos acelerado haciendo los ensayos clínicos con mayor número de voluntarios tenemos unos datos de seguridad como nunca los hemos tenido», añade. «Normalmente no se hace en tanta gente, pero esta vez sí porque teníamos prisa y esta es una de las maneras de acelerar», subraya.

Margarita del Val reconoce que hay medicamentos que pueden tener efectos secundarios, cierta toxicidad. «Si la relación entre el beneficio y el riesgo es claramente favorable para las personas a las que se va a aplicar», cuenta. Pero las vacunas, que son también medicamentos, son una excepción. «En las vacunas no se permite prácticamente ningún efecto adverso importante porque el beneficio tiene que ser sobre personas sanas en las cuales se enfrenta o no la infección natural».

«La primera dosis de la vacuna es como hacer un curso de inglés, pero la segunda no es recibir de nuevo el curso, sino ser ya nativo». Según la viróloga el salto entre una y otra es tremendo: «Entre 50 y 100 veces mejor». Así funciona nuestro sistema inmunitario contra el coronavirus.