El pueblo de Ciudad Real confinado desde hace un mes pide suavizar las restricciones

Una representación vecinal encabezada por el alcalde, Miguel Ángel Valverde, del PP, dio lectura este sábado a la lectura de un manifiesto –la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real prohibió que hubiese concentración o manifestación- en el que el pueblo solicita la inmediata apertura de los centros educativos de la localidad y la flexibilización de algunas de las medidas de restricción «ante la contrastada mejoría de los datos epidemiológicos de las dos última semanas». En este sentido, los últimos datos difundidos por la Consejería de Sanidad el pasado viernes revelan que Bolaños de Calatrava acumula una tasa de 930,11 casos de infectados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días cuando hace varias semanas se duplicaba esta cifra. En concreto, este municipio –el único confinado de Castilla-La Mancha, contabilizó 61 nuevos positivos en la semana del 14 al 20 de septiembre y 50 en la semana del 21 al 27 de septiembre.

Además, el alcalde destacó que «Bolaños sufre un agravio respecto a otras localidades de Castilla-La Mancha» ya que según los datos dados a conocer por la Consejería el pasado viernes sólo en la provincia de Ciudad Real hay siete municipios con una tasa superior a los 1.000 por casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Según Miguel Ángel Valverde, «es a todas luces arbitraria la decisión de seguir confinando a la población de Bolaños y mantenerla aislada».

La misma opinión tiene la Asociación Bolañega de Empresarios y Autónomos (ABEA), que considera que mantener el confinamiento supone «un hostigamiento injustificado a la población a pesar de la constancia de la mejora de los datos de salud de nuestro municipio». Los empresarios también denuncian «la falta de proporcionalidad de las medidas adoptadas y la falta de relación entre la propagación del Covid y la apertura de los establecimientos de los servicios de restauración pues queda acreditado el cumplimiento de todas las medidas y protocolos por parte de la hostelería de Bolaños».

También los empresarios agrícolas se quejan de que las restricciones de movimiento –hay controles continuos de la Guardia Civil a la entrada y salida del pueblo- están dificultando las tareas en el campo y hay hasta comerciantes que ya hablan de «problemas serios de ansiedad» después de un mes sin poder abrir sus negocios porque no se les considera de primera necesidad.