Comunidades del PP presionan para extender el uso de las mascarillas FFP2

El presidente de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, es el que ha ido más lejos al reclamar que las FFP2 sean «obligatorias». Además, Feijóo ya ha prohibido que se haga deporte sin mascarilla.

En Andalucía, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, no es partidario todavía de la obligatoriedad de las FFP2, pero sí reclamó al Gobierno que rebaje su IVA para favorecer su utilización. «Todo lo que sean medidas para evitar los contagios es positivo», ha dicho este miércoles Moreno.

Y en Madrid, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, recordó el martes que recibió duros ataques por distribuir gratutitamente este tipo de mascarillas en mayo. «Ahora resulta que son las mejores», ironizó Ayuso.

Hasta ahora, el Gobierno central no se ha mostrado partidario de la obligatoriedad de las FFP2, aunque la semana pasada, el responsable de Emergencias, Fernando Simón, explicó que el Ministerio de Sanidad no descarta imponerla en «circunstancias concretas», en las que su utilización «puede ser razonable». Entre el personal sanitario, las FFP2 son las recomendadas. «Que las tenga que llevar toda la población es debatible, siempre y cuando todos llevemos algún tipo de mascarilla. Si la llevan únicamente las personas de alto riesgo o las personas que estén con síntomas, habrá que replantearlo», afirmó Simón.

El pasado lunes, Austria se convirtió en uno de los primeros países en decretar el uso obligatorio de estas mascarillas para los mayores de 14 años en los transportes, las tiendas, los hospitales, las farmacias y otros centros públicos. Francia, para determinados supuestos, y el Estado de Baviera, en Alemania, ha establecido órdenes similares.

Las mascarillas más básicas son las quirúrgicas (habitualmente, las de color azul) que se utilizan sobre todo en cirugías. «Protegen más al resto de personas que a quien las lleva puestas porque ejercen de barrera al estornudar o toser», explican desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. El otro grupo de mascarillas son las filtrantes, que protegen «de fuera hacia dentro» y a su vez se dividen en tres clasificaciones: las FFP1 (filtro de partículas tipo 1) tienen una eficacia de filtración mínima del 78% y se suelen usar frente a partículas de material inerte; las FFP2 (tipo 2) tienen una eficacia de por lo menos el 92% y se utilizan con aerosoles de baja o moderada toxicidad; y las FFP3 tienen una eficacia del 98% y se usan frente a aerosoles de alta toxicidad.

El precio de una mascarilla quirúrgica, establecido por un real decreto del Gobierno, es de 0,62 euros. La mascarilla FFP2 cuesta alrededor de dos euros por unidad y la FFP3, entre 3 y 5 euros.