La opción 'no' tan saludable de las tortitas de cereales inflados
De arroz, espelta o avena. Parecen una buena opción para matar el gusanillo sin añadir gramos a la báscula, sin embargo, algunas aportan más calorías de las que cabría esperar
Rapidez, comodidad y supuesta garantía de 'bajo en calorías' son algunas de las ventajas que ofrecen las tortitas de cereales inflados. Son las preferidas por ... aquellas personas que intentan matar el gusanillo sin añadir gramos a la báscula. La mayoría están elaborados con un único cereal (arroz, avena, espelta, maíz) y resultan sabrosas. ¡Qué mejor opción para engañar al hambre sin sentirse culpable!... ¿O no?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado la lista de ingredientes y la información nutricional de 151 tortitas de cereales inflados diferentes y no deja en muy buen lugar a una gran mayoría.
Se elaboran mediante el extrusionado de una masa a base de cereales, con el que se consigue un producto con mucho volumen que pesa poco. Al masticarlo, se engaña al estómago porque se ingiere aire y pocas calorías. Sin embargo, esta última afirmación, como indica la OCU, no es del todo cierta, ya que el aporte calórico de esta tortitas superan en la mayoría de los casos y con creces el aporte calórico del pan integral, por ejemplo. «Las supuestamente ligerísimas tortitas de cereales aportan, de media, 425 kcal por 100 g… ¡un 70% más que el «calórico» pan integral con 251 kcal/100 g!», destaca la Organización de Consumidores.
Pero no es el único punto negativo, este tipo de productos suelen tener grasa saturada en una proporción demasiado elevada. El estudio de la OCU determina que no son pocas las que contiene un 15% de grasas saturadas, cuando lo que se recomienda es que solo un máximo del 10% de la ingesta energética diaria sea en forma de grasas saturadas. Por ejemplo, para un aporte calórico de 2.000 kcal/día, las grasas saturadas no deben suponer más de 22 gramos diarios.
Además de grasa saturada, la OCU apunta a que estas tortitas suelen tener un alto contenido en sal para darles un mayor sabor. La Organización Mundial de la Salud recomienda no tomar más de cinco gramos diarios de sal. Según el estudio, el 27% de las tortitas analizadas tiene más de un 1% de sal y el 17% más de 1,25%. Y dentro de las 151 analizadas, dos de ellas se llevan la palma en este asunto: la Tortita de maíz sabor barbacoa de Eroski (1,9% de sal) y la Tortita de maíz de Gerblé (2,2%).
Con estos datos, la OCU señala que comer este tipo de tortitas de manera puntual como tentempié puede ser una posibilidad, pero elegirlas porque «engordan menos que el pan», se escapa de la realidad. En su lugar, aconseja decantarse por otro tipo de 'picoteo' más saludable como son los frutos secos naturales, la fruta o pan integral con aceite, jamón o queso.
Algunas mejor que otras
Como en todo, siempre hay sombras, pero también luces. Dentro de las opciones de tortitas de cereales inflados, las que solo están elaboradas con un cereal, sal y aceite son la mejor opción, siempre que no contengan demasiada sal. En el lado opuesto, se encuentran las que llevan chocolate, yogurt o las de sabores, más calóricas y más pobres en fibra.
Reseña aparte merece el precio. Aunque compradas de manera individual pueden parecer relativamente baratas, la OCU deja claro que no: «el precio de las tortitas de cereales es alto», asegura. En concreto, suelen valer 13,89 euros el kilo, siendo las de sabores las más caras (16,31 euros/kg). Por otro lado, la marca también influye: optar por una marca comercial en lugar de una marca de supermercado puede suponer pagar más de 4 euros/kg (un 44% más). Otro factor que encarece el precio es elegir un producto que proceda de la agricultura ecológica. Las tortitas Bio son más caras, un 7% más de media. En el caso de las tortitas sencillas y las tortitas con chocolate, el incremento es de un 20% y un 13% más respectivamente, según el estudio
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