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Noruega estrena el barco híbrido 'MS Roald Amundsen', el más verde del mundo

Noruega estrena el barco híbrido 'MS Roald Amundsen', el más verde del mundo

El navío que cruzará el Ártico combina el uso de gasóleo y baterías eléctricas para ahorrar un 20% de combustible

ANTONIO CORBILLÓN

MADRID

Jueves, 11 de julio 2019, 00:32

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En 1911, el explorador noruego Roald Amundsen fue el primero en llegar al Polo Sur. Antes, había sido también el primero en cruzar el Paso del Noroeste, que unía el Atlántico con el Pacífico. Un siglo después, el aventurero nórdico da nombre al primer crucero híbrido que inaugurará este mes una ruta por ese mismo paso que, tras dejar atrás los fiordos, navegará hacia Alaska antes de dirigirse al sur camino de la Antártida.

La primera ruta del 'MS Roald Amundsen' saldrá de Hamburgo (Alemania) y podrá transportar hasta 530 pasajeros, que cerrarán periplo once días después en Tromso, más allá del Círculo Polar Ártico. Un viaje para bolsillos pudientes ya que el precio base (sin complementos en tierra) empieza en los 8.109 euros. Nada que ver con las condiciones de los expedicionarios de los tiempos de Amundsen. Su rival, el británico Ernest Shackleton, buscaba hace cien años marineros en la prensa:«Se necesitan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad».

Los motores del 'MS Roald Amundsen' funcionan principalmente con gasóleo marino. Pero su conjunto de baterías le permite operar con las recargas de energía sobrante entre 45 y 60 minutos de autonomía en condiciones ideales. Eso le permitirá reducir el consumo de combustible y ahorrará un 20% de emisiones de dióxido de carbono, en comparación con un barco convencional.

«Está diseñado para tomar el exceso de energía de los motores y colocarlo en la batería cuando el barco no lo necesita, y volver a colocarlo en el motor cuando el barco lo necesita; es una forma de reducir las emisiones significativamente sin tener estaciones de carga disponibles», explicó a la agencia Reuters Daniel Skjeldam, presidente ejecutivo de Hurtigruten, la naviera propietaria.

La compañía de fletes admite que la «tecnología de baterías para propulsar buques está en su infancia». Ni siquiera en rutas más cortas, como la que operará el 'Amundsen', puede garantizar el aprovisionamiento de centrales portuarias de recarga. En la enorme y recortada costa noruega, solo podrá repostar electricidad en Bergen, la segunda ciudad del país. «Esperamos que las baterías sean una parte importante del desafío en los próximos años. Pero nuestros barcos no podrán operar solo con ellas, ya que navegaremos hasta 18 o 20 días en áreas donde no habrá puntos de recarga», admitió Skjeldam.

Retraso por la crisis

Estos proyectos de energías alternativas para grandes navíos se han inspirado en los precedentes de la flota noruega de transbordadores híbridos. Con su impulso, el país escandinavo aspira a liderar la próxima revolución tecnológica marina con baterías «más livianas y efectivas». De hecho, esta embarcación ha sido diseñada con espacios adicionales en los que se podrán instalar en el futuro nuevos propulsores eléctricos. El sistema de alimentación no es su única aportación. El barco también es pionero en un diseño repleto de tecnología de vanguardia en dos de sus cubiertas (conocido como Amundsen Science Center) que permitirán a los viajeros una más profunda comprensión de las zonas que se visiten.

Los exteriores serán paisajes de los paraísos blancos del hielo. Y se podrán ver desde un interior decorado con materiales nobles de la región (granito, roble, abedul). Los camarotes simularán cabañas de lana noruega. La mitad tendrán balcones y las suites de popa ofrecerán jacuzzis privados al aire libre con vistas siempre espectaculares. Para que nadie pase las penurias gastronómicas de los que abrieron aquellas rutas un siglo atrás, a bordo habrá tres restaurantes inspirados en la herencia culinaria local.

El que ya ha sido bautizado como 'el barco más verde del mundo' ha sufrido una gestación complicada. Fue construido en Kleven (centro de la costa noruega), cuyos astilleros son conocidos por su innovadora tecnología. Sus graves problemas financieros obligaron al promotor Hurtigruten a comprar parte de la factoría en 2017, junto a un consorcio de inversionistas. La crisis financiera modificó los plazos y retrasó la botadura del 'MS Roald Amundsen' en más de un año, lo que obligó a pedir disculpas y compensar a los turistas que habían reservado plaza en este primer viaje junto al hielo.

La apuesta noruega por los barcos híbridos tendrá continuidad en 2020 con el 'Fridtjot Nansen', navío gemelo que homenajea a otro explorador, científico y diplomático de principios del siglo pasado. Incluso se habla ya de un tercero en 2021.

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