La ESA lanza al espacio 'El Danubio Azul'

La pieza musical de Strauss junior viajará a la velocidad de la luz pasando primero por España, en concreto por la Estación de Cebreros, en Ávila. Allí se levanta la antena parabólica de 35 metros de diámetro para espacio profundo de la ESA, que la Agencia utilizará para transmitir 'El Danubio Azul' a las estrellas. La obra será interpretada en directo en el MAK (Museo de Artes Aplicadas) de Viena por la Orquesta Sinfónica de Viena, dirigida por Petr Popelka.

La señal del concierto será enviada por onda electromagnética hasta el punto exacto en el que se encuentra la Voyager, a unos 25.000 millones de kilómetros de la Tierra. Una vez convertido el audio en archivo digital, la grabación 'viajará hacia la inmensidad del espacio utilizando las ondas de radio empleadas habitualmente en las comunicaciones espaciales. Lo hará a velocidad de la luz y se calcula que le llevará un segundo alcanzar la Luna y unas 23 horas llegar a la Voyager. Con todo, hay expertos que recuerdan que la Voyager, lanzada hace 48 años, no está preparada para recibir la señal musical, por lo que será un acto "simbólico" y, sobre todo, cargado de belleza, como el vals.

El concierto se proyectará en pantallas instaladas en varios lugares del mundo, entre ellos Nueva York y la propia Estación de Cebreros. También el Planetario de Madrid abrirá al público su sala de proyección para seguir este evento histórico en directo, en este caso a partir de las 20 horas.

La coincidencia de varios aniversarios (200 años del nacimiento de Johann Strauss; 50 años del nacimiento de la ESA y 20 años de la estación de Cebreros) ha justificado la programación de la iniciativa 'Waltz into Space' ('Vals al espacio'), como se ha bautizado el proyecto.

«La música nos conecta a todos a través del tiempo y el espacio de una manera muy particular. La Agencia Espacial Europea se complace en compartir escenario con Johann Strauss II y abrir la imaginación de los futuros científicos y exploradores espaciales que algún día podrían viajar al son del himno espacial», ha declarado en un comunicado el director general de la ESA, Josef Aschbacher.

A lo largo de dos décadas, la estación abulense de Cebreros, que participa en el 'Vals al espacio', ha apoyado otras misiones de renombre como Rosetta, Mars Express y el rover Perseverance de la NASA. En un mes normal, esta base ofrece más de 500 horas de conexión con naves espaciales.

La película '2001: Una Odisea del Espacio' (1968), de Stanley Kubrick convirtió el célebre vals del Danubio en el himno del espacio por excelencia. La pieza musical se ha considerado así durante mucho tiempo ya que fue la famosa banda sonora del atraque espacial del filme de Kubrick. Pero aunque quedara para siempre asociado a las aventuras intergalácticas, el vals, con sus 13.743 notas individuales, quedó incomprensiblemente fuera del 'Disco de Oro de la Voyager', cuando se lanzó la sonda desde Cabo Cañaveral en 1977. Esta ausencia se entiende como un «error cósmico», como lo ha calificado la ESA, un error que ahora quiere enmendar con esta curiosa iniciativa. En aquel entonces no se entendió que el comité de expertos de la NASA, liderado por Carl Sagan, no incluyera 'El Danubio Azul' entre las 27 obras, donde sí viajaban piezas de Bach, Beethoven y Stravinski, pese a que la película de Kubrick llevaba nueve años estrenada.

A más de 25.000 millones de kilómetros de la Tierra, la Voyager 1 es el objeto creado por el hombre más distante en el espacio. «Por lo tanto, 'Vals al Espacio' tendrá un impacto más allá de nuestro Sistema Solar e inspirará a la gente de la Tierra a experimentar la cultura en Viena», ha declarado, barriendo para casa, Norbert Kettner, director de la Oficina de Turismo de Viena.