Los entresijos del Instituto de Virología de Wuhan
¿Dejó escapar el coronavirus? Esta es la hipótesis que planea sobre este organismo del centro de China, alimentada entre otros por el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump
AFP
Miércoles, 3 de febrero 2021, 11:12
¿Dejó escapar el coronavirus? Esta es la hipótesis que planea sobre el Instituto de Virología de Wuhan, en el centro de China, alimentada ... entre otros por el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump. Este miércoles, el laboratorio de la ciudad donde se detectó por primera vez el coronavirus a finales de 2019 ha recibido la visita de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La mayoría de los investigadores cree que el Sars-CoV-2 se originó probablemente en los murciélagos y habría pasado por otra especie (todavía no se sabe cuál) antes de transmitirse a los seres humanos.
Este instituto estatal posee la colección más grande de cepas de virus de Asia, con 1.500 especímenes diferentes, según su página web. Además, desde 2012 dispone de un laboratorio de alta seguridad P3 (para «patógenos de clase 3») que estudia muchos virus y, en particular, los coronavirus. La directora de este laboratorio es Shi Zhengli, especialista en los coronavirus de murciélagos, lo que le ha valido el apodo de «Batwoman china».
El Instituto de Virología también posee un P4 (para patógenos aún más peligrosos). Un laboratorio con mayor seguridad que puede albergar cepas peligrosas como el Ébola. Este P4, inaugurado formalmente en 2018, fue creado en colaboración con Francia.
Equipados con trajes de protección integrales, en un espacio de trabajo diseñado para evitar fugas, estudian diferentes tipos de patógenos. El objetivo es poder reaccionar rápidamente a la aparición de enfermedades infecciosas.
Sus investigadores han realizado numerosos estudios sobre los vínculos entre los murciélagos y la emergencia de estas enfermedades en China. También ayudaron a comprender mejor el nuevo coronavirus tras su aparición en Wuhan.
En febrero de 2020, su trabajo se publicó en una revista científica. Concluyeron que la secuencia del genoma del Sars-CoV-2 es similar en un 96% a la de un coronavirus de murciélago.
Dos investigadores de Wuhan participaron en un estudio internacional en 2015 con varias universidades estadounidenses, durante el cual se creó un agente patógeno para evaluar la amenaza de un virus similar al SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo).
Asimismo, el Instituto de Virología colaboró con EcoHealth Alliance, asociación con sede en Estados Unidos y especializada en prevención de enfermedades, y cuyo presidente Peter Daszak forma parte de los expertos enviados por la OMS a Wuhan.
A mediados de enero, antes de dejar el cargo de secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo volvió a apuntar al instituto de Wuhan. «El gobierno de Estados Unidos tiene motivos para pensar que algunos investigadores en el interior [del establecimiento] enfermaron en el otoño de 2019, antes de que se identificara el primer caso de la epidemia, con síntomas compatibles tanto con los del covid-19 como con enfermedades estacionales comunes», dijo.
Según el diario Washington Post, la embajada de Estados Unidos en Pekín, tras visitar el instituto, alertó a las autoridades norteamericanas en 2018 de que algunas medidas de seguridad eran insuficientes. El Instituto de Virología y el gobierno chino han desmentido que estos laboratorios sean el origen del nuevo coronavirus.
Al comienzo de la epidemia se señaló un mercado de Wuhan, que también visitaron los investigadores de la OMS, porque vendía animales salvajes vivos, portadores potenciales de coronavirus transmitidos por murciélagos.
«Todas las hipótesis están sobre la mesa. Está claro que es demasiado pronto para llegar a una conclusión sobre dónde se originó este virus, ya sea en China o fuera de China», declaró la semana pasada en Ginebra el director del programa de emergencias sanitarias en la OMS, Michael Ryan.
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