El cerebro malagueño de la próxima misión de la NASA
Carlos García-Galán trabaja para que nada falle en octubre en el lanzamiento de la Artemis I, una misión de prueba sin tripulación para preparar la vuelta del hombre (y la llegada de la mujer) a la Luna
Las imágenes en directo de la llegada de Perseverance a Marte, hace justo un mes, volvieron a excitar la innata curiosidad del ser humano por ... el espacio. En tiempos de crisis siempre surgen voces críticas contra la inversión millonaria e «inútil» que los gobiernos destinan a la exploración del Universo. Pero cada vez que se logra un hito como el amartizaje de 'Percy', esos reproches quedan eclipsados por la fascinación y el orgullo 'de especie' que despierta la conquista espacial.
Carlos García-Galán es un ingeniero aeroespacial nacido en Vélez-Málaga que lleva trabajando más de dos décadas en la NASA. Siguió la llegada de Perseverance a Marte por la tele, ya que él trabaja en Houston y el lanzamiento de dicha misión se dirigió desde el Jet Propulsion Laboratory de California. Pero el próximo mes de octubre, García-Galán asumirá un papel protagonista en el lanzamiento de la siguiente misión: la Artemis I, que tendrá como destino la órbita lunar. Como él mismo explica, «es una prueba sin tripulación de todos los sistemas necesarios para transportar a los astronautas a la órbita de la Luna y traerlos de vuelta a la Tierra, incluyendo el cohete SLS y la nave Orión». Será la última misión de prueba de este vehículo espacial antes de hacerlo con la tripulación en la misión Artemis II, prevista para 2023.
Este malagueño es uno de los responsables del equipo de integración de la nave Orión, cuyo destino último es transportar la primera misión tripulada a Marte. Artemis I es una de las etapas del largo trayecto necesario hasta ese objetivo. «Una de mis funciones es liderar el equipo de ingeniería de Orión, que estará apoyando a la directora del lanzamiento y a su equipo en el Centro Espacial John F. Kennedy, y después del lanzamiento, al equipo de operaciones de vuelo en el Centro de Control de Misiones en Houston. Nosotros estaremos analizando cómo rinde la nave Orión y ayudando a resolver cualquier fallo», explica García-Galán. Durante el lanzamiento, él estará con el equipo principal de ingeniería en Houston, trabajando en coordinación con equipos situados en distintas partes de Estados Unidos y Europa, donde se han diseñado y construido las diferentes partes de la nave Orión.
En la Artemis I, el mismo vehículo espacial que más adelante será tripulado por humanos entrará en la órbita de la Luna y permanecerá allí de dos a cuatro semanas antes de regresar a la Tierra, probando todos los sistemas de la nave. Será una misión «muy difícil» por dos razones. La primera es que es la primera vez que todos los componentes del cohete SLS y la nave Orión van a estar operando juntos y, aunque se han hecho muchas pruebas, «siempre se descubre algo nuevo cuando todo funciona junto por primera vez». La segunda es que como es la ultima misión de prueba antes de volar con tripulación, se ha diseñado un itinerario que ponga a prueba a todos los sistemas.
Los siguientes hitos
Y después de la Artemis I, ¿qué? La Artemis II será la última prueba de la nave Orión y llevará a cuatro astronautas a la órbita de la Luna. Y después saldrá la misión Artemis III, que será la primera misión operativa de Orión y permitirá que un hombre vuelva a pisar la Luna... y que una mujer lo haga por primera vez.
«Tenemos que seguir inspirando a las nuevas generaciones para que intenten cosas que parezcan impensables»
El ingeniero veleño, que desde pequeño quiso ser astronauta, ha convertido la conquista de Marte en su objetivo vital. Espera conseguirlo antes de jubilarse, aunque sabe que será difícil. «No hay fecha segura para la primera misión de humanos a Marte. Yo creo que será en la década del 2030. Nos vamos a enfrentar a muchos retos porque no se trata sólo de llegar allí, sino de vivir y trabajar en la superficie y después volver a la Tierra tras una misión muy larga, de al menos dos años«, explica. Algunos de esos desafíos son técnicos, como diseñar la nave que tenga todo lo que la tripulación necesite, incluyendo la capacidad de seguir operando los sistemas críticos incluso cuando haya fallos técnicos. También hay retos fisiológicos, como mitigar el efecto de la gravedad cero o la radiación cósmica sobre la tripulación.
Y es que caminar por Marte todavía parece algo impensable. Y eso es precisamente lo que anima a hombres y mujeres como Carlos García-Galán. «La llegada de Perseverance a Marte me ha recordado por qué debemos seguir explorando en el espacio y no parar de empujar nuestros limites como especie humana. Esas imágenes de nuestra nave entrando en la atmósfera de Marte, aterrizando con un sistema como la grúa celestial en el sitio indicado después de viajar 480 millones de kilómetros… nos descubren que podemos hacer cosas impensables. Tenemos que seguir inspirando a las nuevas generaciones para que intenten cosas que parezcan impensables«, reflexiona.
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