Adiós al arroz y al vals: las cosas más raras que puedes encontrar en una boda
Las parejas buscan celebraciones originales que se diferencien de otros y dan rienda suelta a sus gustos para conseguirlo
Ellas siguen apostando por el blanco, pero ellos ya no van tanto de chaqué. Ni siquiera de traje: se opta por lo cómodo, así que ... la corbata desaparece y los zapatos clásicos de cordones son sustituidos por zapatillas deportivas. Las tradiciones en las bodas se mantienen, pero son modificadas a gustos de los novios. El patrón clásico cada vez más va quedando atrás y se busca conseguir una celebración original, que permanezca en el recuerdo, sea por el motivo que sea. Estas son algunas de las peculiaridades que se pueden encontrar en las bodas.
El juego del bingo o sorteos
La barra libre ya no es solo beber y bailar. Se imponen otras actividades para hacer la fiesta aún más divertida. Los photocall siguen, pero a ellos se unen más entretenimientos como por ejemplo tatuajes de henna, sorteos o el bingo. En esto no hay cambios: se reparten los cartones y se cantan los números como toda la vida.
También se hacen rifas para que los invitados más afortunados se lleven algo más de la boda, como por ejemplo ocurrió recientemente en una boda en Antequera, donde se sorteó un jamón para el cual se repartieron distintas papeletas entre los asistentes.
Chanclas en la mesa o kits antirresaca
El alfiler, el puro o el abanico ya son historia. Ahora se buscan los regalos útiles, a todos los niveles. Proliferan las botellas de aceite, de vino dulce o de leche de pantera, por ejemplo, o incluso algún complemento (pulsera) para lucir en otra ocasión. También objetos prácticos como gel hidroalcólico, repelentes para mosquitos, sobre todo para noches de verano o ciertos escenarios. Y para evitar que el clásico dolor de pies por los tacones interfiera en el disfrute de la fiesta: Alpargatas o chanclas están cada vez más presentes en la boda.También se acabó, en muchos casos, el paseíllo por la mesas de invitados para el intercambio de regalos: los detalles se dejan sobre cada plato, el siempre agradecido sobre con dinero cede su lugar al bizum y en vez de un obsequio del enlace se deja una tarjeta en la que se avisa de que el dinero destinado a ese tema se ha donado a una ONG.
Y para evitar que la fiesta deje una huella indeseada, los hay que convierten los regalos en cosas prácticas pensando en el día después: es decir, kits antirresaca, compuestos por antifaces, tiritas o medicamentos contra el dolor de cabeza o de estómago, por ejemplo.
Celebraciones temáticas
Los sitios de celebración también se adaptan a los gustos de los contrayentes y se adaptan. Por este motivo, algunos cambian su decoración de acuerdo con las peticiones de los clientes, que dan en este día rienda suelta a su imaginación. Disney, Star Wars, Harry Potter o El señor de los anillos, por citar solo unos ejemplos, son más habituales cada vez. Y no ya solo en mesas dulces personalizadas, sino también en los globos, o en los profesionales que se contratan para encargarse de la animación. Por ejemplo, el fotógrafo malagueño Luisma Gómez Pozo recuerda una boda con temática Disney en la que trabajó y en la que las gogós que había iban ataviadas como algunos personajes de la película La Bella y la Bestia.
Los ídolos, presentes en la fiesta
Además de gafas, mostachos o sombreros para el photocall, predominan las figuras de ídolos para hacerse fotos con ellos, más o menos a escala real. Así que según el gusto de los protagonistas, más de uno puede llevarse de una foto una foto con sus personajes favoritos: Rafa Nadal, Audrey Hepburn o Juanma Moreno, por citar solo algunos ejemplos, han estado ya presentes en numerosas bodas en Málaga.
Y para comenzar la celebración, la entrada triunfal de los novios cogidos de la mano con un tema musical de fondo empieza a quedar atrás. Impera hacer apariciones originales, aunque sea por separado, aparecer disfrazados o luciendo la camiseta de fútbol del equipo favorito, mientras los invitados aguardan de pie y les reciben con palmas, banderines o confeti. El vals ya ha quedado en el recuerdo: ahora se apuesta por coreografías ensayadas (un fijo es de la película Dirty Dancing), demostrar lo mucho que se ha aprovechado en las clases de bailes de salón buscadas para la ocasión o, en el caso de los más osados, sorprender con break dance, o capoeira: a gusto de ellos.
Drones y Polaroid para todos
Los fotógrafos suelen estar presentes en las ceremonias y en las sesiones de estudio (o de exteriores) que se contratan. Pero hasta ahí. Sobre todo para la llegada al lugar de celebración y barra libre, cada vez más parejas recurren a empresas con drones que graban para tener imágenes originales de su gran día. O también reparten cámaras tipo Polaroid entre los invitados para que ellos mismos se hagan fotos (divertidas) en el momento para llevarse o bien dejar a los novios de recuerdo, ya como se acuerde.
El recuerdo a los que no están
Si bien a una boda asisten familiares y allegados y es sinónimo de alegría, también en estas fechas especiales se echa de menos a los que no ya no pueden estar. Carteles del estilo 'Un pedacito del cielo nos mira desde arriba' empiezan a ser frecuentes en las fiestas, y los más nostálgicos incluso dejan mesas y sillas vacías en recuerdo a los que faltan, con fotos incluidas.
CAMBIOS QUE SE IMPONEN
Más de un día, y tras el momento cumbre...
Ya que supuestamente es solo una vez en la vida, hay que disfrutar la ocasión por todo lo alto, de ahí que cada vez sea más frecuente prolongar la fiesta, y en vez de un solo día dura dos o incluso tres. El broche final suele ser una jornada en la piscina (pool party), o en una finca familiar (o alquilada) o incluso la última sesión de fotos de los novios, que en ocasiones supone el adiós del vestido de novia porque se retratan en la playa o en otros escenarios donde resulta inevitable que las prendas se dañen.
El arroz al término de las ceremonias religiosas también queda relegado, y en su lugar al salir de la iglesia los novios son recibidos con pompas de jabón, confeti o incluso bengalas, que suelen ser fijas posteriormente en la barra libre durante la celebración nocturna.
Cambio de escenario
Ya no se lleva lo de casarse en el lugar de nacimiento o de residencia de los novios, según la tradición, en el de ellas. Las parejas tienden a casarse en un destino que les guste, sea por el motivo que sea y esté donde esté. O incluso disfrazados. Y la iglesia o el juzgado ceden su trono cada vez con más frecuencia a castillos medievales, por ejemplo, y en la decoración del escenario predominan los motivos rurales, en los que se imitan a establos o granjas.
Sí siguen...
En el polo opuesto se sitúan las costumbres más habituales que se llevan a cabo en los enlaces. Según el portal especializado Bodas.net, tres son las grandes tradiciones que no fallan en los enlaces: servir alcohol durante la celebración (un 93% de las parejas), entregar un detalle a los invitados (87%) y que los recién casados bailen una canción (80%) para abrir la fiesta tras el banquete.
El mes en el que más bodas se celebran en España en septiembre, ya que según la web Sugar Daters es en este tiempo cuando más matrimonios se formalizan en España, con el 14,57% de bodas de todo el año. Le siguen junio (13,57%) y julio (12,55%), alejando la creencia popular de que mayo es el mes favorito. El menos adeptos tiene, según este estudio, es enero, con solo un 3,40% de bodas de todo el año.
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