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Atlas

El asesino del crimen machista de Granada disparó a su mujer cinco tiros en la cara

El matrimonio tenía dos hijos y fue el mayor el que descubrió los cadáveres en el domicilio familiar

JAVIER F. BARRERA y JOSÉ RAMÓN VILLALBA

Granada

Lunes, 21 de octubre 2019, 08:02

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Una familia granadina se ha visto envuelta en la más sórdida tragedia. El crimen, la sangre y las lágrimas se han desbordado en la madrugada del sábado al domingo en el término municipal de La Zubia (Granada). El crimen es el presunto asesinato de Silvia C. a manos de su marido, Jorge L.

La sangre es la de la mujer y también la de su presunto asesino, su marido, que posteriormente parece ser que se voló la tapa de los sesos. Las lágrimas son las de la madre de ella, cuando a media mañana irrumpe en la escena del crimen gritando que quiere ver a su hija. Entre medias quedan los interrogantes y las preguntas. Una situación a la que se enfrentan ahora los investigadores de la Guardia Civil.

El relato de los hechos comienza sobre las ocho de la mañana de ayer domingo. La Subdelegación del Gobierno confirma que la Guardia Civil recibió entonces una llamada que alertaba de lo sucedido. Quien ha llamado es el hijo de Silvia C. y Jorge L. Este chico, mayor de edad, ha telefoneado a la Guardia Civil tras encontrar los cadáveres de su padre y de su madre en el interior de su domicilio. El matrimonio también tiene una hija, de la que no ha trascendido su edad. Los agentes rápidamente, acuden al domicilio. Se pone en marcha entonces el operativo previsto para estos casos.

El cadáver del marido presentaba un solo disparo de la misma pistola en torno a la sien

Fuentes conocedoras de los hechos han informado a este periódico que el hombre tenía 43 años de edad y la mujer, 40. No existían antecedentes de denuncia por malos tratos. Vivían en el Camino Alto de La Zubia, que une esta localidad y Ogíjares.

Durante la madrugada de autos, todo indica a que por lo menos la hija del matrimonio estaba en casa en el momento de los hechos. Según ha podido saber este periódico, ella escuchó supuestamente un estruendo bien avanzada la madrugada. Salió entonces de su habitación a ver qué pasaba. El padre le indicó a su hija que no ocurría nada y le pidió que volviera a su dormitorio, cosa que hizo.

Con la llegada de la mañana del domingo, los dos cadáveres fueron descubiertos en torno a las ocho. Y fue entonces cuando llamaron a la Guardia Civil.

La mujer, Silvia C., tenía presuntamene más de cinco disparos en el cuerpo, y la mayor parte de ellos en el rostro. El cuerpo del marido, Jorge L., presentaba uno en torno a la sien. Todos los disparos fueron efectuados con un arma de fuego corta, es decir, con una pistola.

Testigos presenciales

El Camino Alto de La Zubia se convirtió según transcurría la mañana y se iba conociendo la noticia en el lugar de cita de familiares y amigos. La Guardia Civil mantenía acordonada la escena del crimen e iban llegado unas ambulancias. Asimismo, sobre la una de la tarde llegó la autoridad judicial, quien ordenó el levantamiento de los cadáveres.

La situación era de un dolor infinito. Los familiares y amigos congregados apenas podían contener las lágrimas, se preguntaban por lo que había ocurrido y se tenían que conformar con las respuestas de los agentes, que se referían a las investigaciones ya en proceso. El momento de mayor tensión emocional ocurrió sobre la una de la tarde, cuando apareció la madre de la mujer asesinada. «¡Quiero ver a mi hija», gritaba. «¡Quiero ver a mi hija»!, repetía. E intentaba traspasar el cordón de seguridad. Los agentes de la Guardia Civil informaban a esta señora que dadas las investigaciones en curso no podía entrar en la escena del presunto crimen. «Lo sentimos mucho, pero usted no puede entrar ahora y ver a su hija», le explicaron.

Las reacciones

En un sí es no es, la Subdelegación del Gobierno se apresuró a aclarar a media tarde de ayer que «queremos informaros sobre el tema de La Zubia que la confirmación de violencia de género la hace la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género pero todo apunta a que pudiera tratarse de un caso de violencia de género».

La diputada de Igualdad y Juventud, Mercedes Garzón, en nombre de la Diputación de Granada, lo tenía mucho más claro y «condenó y mostró su repulsa por el nuevo episodio de violencia de género ocurrido La Zubia». La responsable de Igualdad de la institución señalaba en un comunicado que «este nuevo asesinato machista es realmente atroz y llena de indignación y de dolor a toda la sociedad». «No podemos permitir que estos actos crueles e inhumanos nos sigan sacudiendo», dice, y califica el crimen de «aberrante». La diputada quiso trasladar, en nombre de la corporación provincial, sus condolencias y afecto a la familia y amigos de la víctima y a todo el municipio de La Zubia.

A la espera de la confirmación definitiva, el secretario general del Partido Socialista de Granada, José Entrena, reconoció su «tristeza e indignación» y calificó de «inaguantable» para toda la sociedad sin excepción este terrible suceso. Además, considera que «desde todos los frentes y desde la unanimidad más absoluta, no debemos escatimar esfuerzos de ningún tipo hasta acabar con esta terrible violencia que mata a mujeres, deja a niños y niñas huérfanas, destroza familias y horroriza a toda la ciudadanía».

«Quedan pasos por dar», reconoció el socialista, para subrayar que «no podemos parar hasta lograr la igualdad efectiva entre los hombres y las mujeres». El Teléfono contra la Violencia de Género es el 016.

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