Abdoulie, el «chico supertranquilo» abatido en el Aeropuerto de Gran Canaria tras atacar a los agentes

La historia detrás del fatal desenlace, que ahora se investiga en diligencias previas, no dista de la de otros muchos jóvenes que pisan suelo europeo en busca de nuevas oportunidades. Con apenas 13 años fue rescatado del mar, entró en el sistema de protección de menores y llegó a participar en un proyecto de integración deportiva.

Destacó en los últimos años en distintos equipos de la isla por ser un delantero solvente y con gran capacidad de cara a portería, según quienes lo conocieron en los distintos clubes donde jugó, pero sobre todo como «una persona muy positiva» en su día a día. De hecho, estuvo dos temporadas en el juvenil del Lomo Blanco antes de recalar en el CD Kayku, un club de nuevo registro que apenas tiene un año de antigüedad.

Personas vinculadas al Lomo Blanco se preguntan qué pudo pasar para llegar a esa situación e insisten en que «era un chico supertranquilo y un auténtico espectáculo», destacando a este periódico que siempre tenía «una sonrisa para todo». Nadie se esperaba que la vida del joven Bah tuviera tal desenlace, generando un profundo impacto la noticia del violento ataque que protagonizó en el Aeropuerto de Gran Canaria, donde persiguió a varias personas con un cuchillo y terminó arremetiendo contra los agentes que trataban de detenerlo. Un ataque que se producía además apenas unos días después de que fuera detenido cuando caminaba erráticamente por la carretera GC-5, oponiendo resistencia a los agentes que acudieron ese día.

En los meses previos al ataque se encontraba defendiendo los colores del Kayku, en el que también destiló buen fútbol. Desde la dirección de este club se muestran sorprendidos por todas las noticias que se han generado desde el sábado sobre el joven, a quien recuerdan por su tranquilidad y su buen carácter, e incluso estaba contemplado para jugar un encuentro en el conocido Mundialito de Integración contra la selección boliviana, en este caso defendiendo los colores de Senegal en un combinado especial compuesto por jóvenes tanto de dicho país como de Gambia.

Según su currículum, Bah trabajó como mecánico en talleres de coches, así como de albañil mientras ayudaba como vendedor en un negocio familiar. En España se encontraba estudiando una FPB con el objetivo de conseguir un trabajo como administrador, contando además con un curso realizado con la COAG para peón agrícola.

También formó parte de uno de los programas de extutelados del Gobierno de Canarias, en colaboración con oenegés, destinado a acompañar a los jóvenes en su emancipación una vez que el Estado deja de hacerse cargo de ellos cuando cumplen la mayoría de edad.

Según ha podido saber este periódico, en el momento anterior a su muerte estaba colaborando como traductor en un centro de menores y, en una última reunión, se habría mostrado «muy callado», en una actitud que sorprendió por ser «poco habitual».

El Juzgado de instrucción número 2 en Telde investiga ahora las circunstancias de su muerte, después de que recibiera cinco disparos, uno de ellos en el cuello. El joven intentó atacar a un taxista armado con un cuchillo, intentó agredir a otra persona dentro de la terminal 2 e incluso llegó a derribar a un agente de la autoridad durante su enfrentamiento con la policía, que trataba de detenerlo. En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias asegura que «los vídeos evidencian que el fallecido aparentemente se encontraba fuera de sí».