Spoleto, la ciudad con red de metro exclusiva para peatones

"Tuvimos el coraje y si quieren la inconsciencia de ensayar este camino", comentó durante una entrevista el arquitecto Giualiano Macchia, uno de los promotores del gigantesco proyecto, cuya última estación fue completada hace tres meses.

La obra costó 65 millones de euros, de los cuales 46 millones fueron financiados por los ministerios de Obras Públicas y de Ambiente; iniciada hace casi 30 años, incluyó una serie de túneles, ascensores y recorridos con cintas transportadoras, así como escaleras mecánicas y tres aparcamientos conectados con el sistema de acceso al casco antiguo.

"La forma original con la que se resolvió el problema de una ciudad vertical y turística, con restos arqueológicos desde la época prerromana y monumentos e iglesias medievales, es un ejemplo para el mundo", sostuvo Sergio Zinni, presidente de la Fundación Caja de Ahorros de Spoleto, uno de los patrocinadores de la obra.

El metropolitano peatonal, un sistema de movilidad alternativo, garantiza a residentes y turistas acceder a las plazas, recorrer las murallas de las varias épocas de la ciudad e incluso visitar el museo incrustado en la cima, la llamada Roca Albornoziana; construida en el siglo XIV, última etapa del metro para peatones, cuenta con un desnivel de más de 84 metros.

"Ha sido un desafío, queremos ser la ciudad sin automóvil, abierta a todo el mundo", explicó el alcalde de Spoleto, Fabrizio Cardarelli. "Aprovechamos las murallas antiguas existentes, sin expropiar terrenos ni huertos, excavamos la montaña, verificamos la resistencia a los terremotos", indicó luego el propio Macchia.

Este metro peatonal es gratuito y cuenta con largas cintas transportadoras de personas, desplegadas bajo túneles variopintos. Las diversas líneas, que en algunos casos descienden hasta a 15 metros de profundidad, pueden sin embargo confundir a los turistas. "El usuario camina entre 200 a 300 metros entre una estación y otra", añadió el arquitecto jefe.

Las estaciones, como por ejemplo Teatro Nuovo, Piazza Pianciana, Via Saffi, se mimetizan entre los palacios históricos y sin modificar la cara de la Ciudad vieja, que sin el ruido de los automóviles -solo algunos residentes tienen permiso- y sin contaminación acústica y ambiental, adquiere un sabor particular. "En 2016, más de dos millones de personas utilizaron lo que llamamos la movilidad alternativa", aseguró Macchia.

Spoleto, con unos 38.000 habitantes, es célebre por su Festival de los Dos Mundos (Festival dei Due Mondi) anual; fundado en 1958 por el compositor italo-estadounidense Gian Carlo Menotti y designado en 2011 por la Unesco como patrimonio de la Humanidad, programa numerosas actividades artísticas a lo largo del año, sobre todo de carácter musical, por lo que aloja compositores, cantantes, músicos y bailarines de todos los continentes.

Los tres aparcamientos, dos de ellos subterráneos en el límite del casco histórico, tienen capacidad para 1.000 automóviles, 33 caravanas, 13 autobuses, con las tarifas "más económicas de Italia", según dijo el alcalde que estableció una tarifa de 1 euro por hora para los coches particulares.

Acceder a imponentes monumentos como el Duomo, la catedral o el Museo Arqueológico, con su espectacular teatro romano, donde se programan conciertos y óperas al aire libre tal como hace más de 2.000 años, forma parte del recorrido turístico y cultural que la ciudad ofrece.

Pese a estos esfuerzos, Spoleto no cuenta con un servicio de tren veloz desde Roma, algo que la perjudica. Más de 2000 personas se han movilizado vía internet para protestar contra la empresa de trenes, e inclusive realizaron en marzo pasado una marcha pacífica para que la ciudad vuelva a ser un punto crucial de esa región tan afectada el año pasado por una serie de terremotos.