La Fiscalía alerta del uso de Pokémon para cometer delitos contra menores

Y, sobre todo, que desconfíen de los extraños. El fiscal de Sala Coordinador de Menores, José Javier Huete, ahondó en esta idea. Explicó en los cursos de verano de la Universidad Complutense de El Escorial que ya tiene constancia de que algunos jóvenes han sido atracados cuando han acudido a un lugar determinado en busca de algunos de los monstruos más deseados. «Móviles, carteras ya se han robado», indicó Huete, que considera que va a haber «problemas» más graves en el futuro.El fiscal señaló que al ser un juego que está atrapando sobre todo a veinteañeros y treintañeros, es posible que se produzcan delitos más violentos. Por este motivo, reclamó prudencia, al igual que hizo el día anterior el fiscal jefe de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, sobre los riesgos de estar jugueteando con el móvil al volante.

Pero la preocupación por el mal uso de este videojuego se ha trasladado a numerosas empresas y diferentes entidades. El Banco Sabadell recordó a sus empleados qué hacer cuando los jugadores entren en una sucursal. «Es necesario ser conscientes de que la oficina no es un lugar en el que los usuarios de este juego puedan permanecer para conseguir atrapar alguno en su interior», señaló la entidad presidida por Josep Oliu. «El juego puede ser utilizado como excusa para realizar hurtos al descuido, marcar a clientes para ser atracados al salir de la oficina o incluso observar las medidas de seguridad y perpetrar un robo mediante butrón». El Sabadell indica que, en caso de detectar personas «con actitud sospechosa y que aparentemente no tengan intención de operar», se les debe atender de inmediato, aunque no les corresponda por turno de espera, ya que de esta forma, sostiene el banco, se evidencia que han sido detectadas y abandonarán la oficina.

Recordatorios

Por su parte, Airbus recordó a sus empleados y a las empresas que trabajan con el gigante aeronáutico europeo que buscar a Pikachu y compañía en sus instalaciones pone en riesgo la seguridad de la compañía. «Esta actividad (conectarse para jugar) menoscaba la protección desde el punto de vista de la seguridad en general, pone en riesgo áreas con expresas restricciones al acceso, además de la seguridad vial y personal», según señala el grupo en un correo interno. Pero además, recordó las normas internas de la compañía regulan la toma de fotografías o la realización de vídeos y que los servicios de seguridad estarán atentos para evitar que, por despiste, alguien pueda grabar algo que Airbus mantiene a escondidas de miradas indiscretas.

El mismo argumento es el que ha usado el Ejército de Israel, que ha visto el boom provocado entre la tropa por el videojuego. Las Fuerzas Armadas hebreas han querido cortar de raíz cualquier problema, sobre todo después de comprobar que varios soldados habían colgado fotos de compañeros buscando Pokémons. «El juego es una fuente para la recopilación de información. No se puede usar en ninguna base», comentó el Departamento de Información de Seguridad en un comunicado oficial al que tuvo acceso el periódico The Haaretz. Las autoridades israelíes temen que se sepa cómo están distribuidas sus bases, ya que para usar Pokémon es necesario activar el GPSde los móviles.