El cannabis se convierte en la primera sustancia entre los jóvenes que acuden a Proyecto Hombre

El cannabis provoca en el consumidor abusivo un síndrome amotivacional, es decir, problemas en las actividades y relaciones interpersonales, déficit en cuanto a la gestión y organización del tiempo o apatía. En algunos casos se produce la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o la satisfacción en casi todas las actividades. Además, también se detectan síntomas de hiperactividad y trastorno límite de la personalidad.

Un estudio de Proyecto Hombre Baleares, que se presentará durante unas jornadas que se celebran hoy y mañana para analizar los mitos y verdades del cannabis, destaca que una de cada cuatro personas tratadas en las islas tiene diagnosticado un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Es seis veces más que la prevalencia en esa comunidad. Todos estos afectados tienen problemas familiares, de conducta y un bajo rendimiento académico o laboral. Y el cien por cien de los jóvenes no han terminado la ESO, ha apuntado Elena Presencio, directora general de Proyecto Hombre.

La asociación ha visto cómo ha crecido el número de tratamientos entre los más jóvenes en los últimos años, pasando de un 7% de los casos a un 9%. Además el inicio de este consumo se da entre los 12 y los 13 años, aunque hay que esperar un año para comprobar el inicio de la ayuda. El perfil de los jóvenes que acuden a Proyecto Hombre está formado por jóvenes entre los 14 y los 22 años y sobre todo chicos. Sin embargo, la ONG alerta de que el 25% son mujeres y que el cannabis se ha convertido en la sustancia de referencia. Tres de cada cuatro chicas pertenecen a un entorno socio-familiar estructurado y no evolucionan hacia el policonsumo.

Es clave la importancia de la familia en el proceso de rehabilitación, ya que la mayoría de los jóvenes acuden por la presión del entorno familiar, apunta Luis Bononato, presidente de la Asociación Proyecto Hombre. Hay que tener más información sobre el riesgo que supone consumir cannabis, ha recalcado Bononato, que pide más implicación para valorar en su justa medida el impacto de la droga. En el último CIS, ocupaba el puesto 29 entre las preocupaciones de los españoles.