El último tinglado tiene esencia capuchinera gracias al Dulce Nombre

Desde el Miércoles de Pasión, la corporación se encuentra inmersa en todos los trabajos que requiere esta infraestructura. «Por la mañana la empresa con la que trabajamos nos deja todo el tinglado montado y por la tarde ya llegan los tronos y comienzan las labores de limpieza y montaje para que puedan entronizarse los sagrados titulares», declaró para SUR el hermano mayor del Dulce Nombre, Carlos Galiana.

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Más de 40 hermanos se afanaban en preparar todos los pormenores para la salida procesional, viviendo unos momentos de convivencia envidiables. «Gracias a toda la juventud que tiene la corporación hoy en día esto sale hacia adelante cada año», expresó el hermano mayor.

Los hermanos de la Cofradía del Dulce Nombre optaron en el año 2015 de forma mayoritaria por impulsar el proyecto de su casa hermandad, que se construirá en el número 21 de la calle Diego de Siloé, en El Ejido, justo al lado de la casa hermandad de Crucifixión y sobre el solar que el Ayuntamiento había cedido en su día a la cofradía de Salesianos pero que finalmente rechazó. La actual junta de gobierno pretende reimpulsar este proyecto tras los años de pandemia.

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«Actualmente tenemos los tronos en una nave, y nosotros queremos contar ya con un espacio propio. Todo sería mucho más fácil, porque además al terminar la salida procesional del Domingo de Ramos lo dejamos todo recogido. El Domingo de Ramos del año pasado llegué a casa a las 9.30 horas del Lunes Santo», explicó Galiana.

A pesar de todas las dificultades que entraña trabajar en la calle y del cansancio acumulado, los hermanos no pierden la ilusión por disfrutar un año más del desfile procesional de Nuestro Padre Jesús de la Soledad y María Santísima del Dulce Nombre por las calles de Málaga en un resplandeciente Domingo de Ramos.