Silencio y oración
La ciudad apaga sus luces para que la ilumine el rostro de la Virgen de los Dolores
De la penumbra del interior de la iglesia de San Felipe Neri empiezan a salir penitentes de negro hábito vestidos cuando se abren las puertas ... del templo. El silencio es aún mayor en esta noche del Viernes Santo de llanto y dolor, y sólo se oye el murmullo de la oración por boca de los integrantes de la Venerable Orden Tercera de los Siervos de María Santísima de los Dolores mientras rezan la Corona Dolorosa, que recuerda los siete dolores de la Virgen.
La noche se hace aún más oscura cuando las luces de la ciudad se apagan en señal de respeto al paso del sencillo trono de carrete sobre el que va la Virgen de los Dolores, con sus manos abiertas de impotencia y su mirada perdida en el cielo buscando el consuelo ante la muerte del Hijo. Es esta Dolorosa de Fernando Ortiz una de las mejores tallas marianas de la Semana Santa de Málaga.
El silencio y la oración que acompañan a Servitas es el epílogo de un Viernes Santo teñido de luto y dolor en una ciudad que aguarda la vigilia pascual con la que amanecerá el gozoso Domingo de Resurrección.
Mensaje de Servitas para los cofrades
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