La salida del Cristo del Amor pone el broche al centenario de la cofradía victoriana

Cientos de personas arroparon a las imágenes en su recorrido por el Centro y en su regreso al barrio de la Victoria, en una amalgama de aromas de Viernes Santo con momentos y escenas que pasaron a la historia. Y es que en un homenaje a los orígenes de la hermandad, la comitiva procesional pasó por vías por las que no lo hacía desde hace un siglo.

A las seis menos diez de la tarde se abrieron las puertas del templo catedralicio en una jornada calurosa y con viento, mientras en el Patio de los Naranjos aguardaba muchísimo público.

La peculiar y reconocible cruz guía de la cofradía, flanqueada por dos faroles, abrió el cortejo, seguida de hermanos con cirios, muchos de ellos jóvenes, además del nuevo banderín del centenario, diseñado por Curro Claros y ejecutado por Orfebrería Sanlúcar y el taller de bordados de la hermandad, que fue bendecido por la mañana por el obispo de la diócesis malagueña, monseñor Jesús Catalá, durante la misa estacional celebrada en la Catedral. También participó en el séquito una representación de las hermandades del Dulce Nombre, Descendimiento, Dolores de San Juan, Santo Traslado, Piedad, Sepulcro, Humildad, Rocío, Monte Calvario y Victoria, con sus respectivos guiones, así como el estandarte del Cristo, hermanos con bastones, exhermanos mayores de la entidad, el presidente de la Agrupación de Cofradías, José Carlos Garín; el hermano mayor de la Cofradía del Amor y la Caridad, Álvaro Guardiola; el guión corporativo y los ciriales.

El Cristo salió de las naves catedralicias a los sones del himno nacional y, a continuación, del himno eucarístico, interpretado por la banda de cornetas y tambores del Paso y la Esperanza.

Los titulares iban en el trono del Viernes Santo, que fue adaptado a seis varales para permitir la entrada y la salida de la Catedral, en lugar de sus ocho habituales, y llevado por 191 portadores con túnicas negras con el escudo de la cofradía bordado en el pecho por cada uno de los dos turnos, cuyo cambio se hizo en calle Biedmas.

El destacado exorno floral contó con rosa roja, rosa de pitimini roja, orquídeas burdeos, astroemeria roja, calas, conejito burdeos, orquídeas teja, ruscu tejado, tulipán rojo, bromelia, jatropga firecrack, astilbe cereza, hypericum y clavel chino rojo.

Uno de los momentos de especial emoción fue en calle Santa María con el estreno de la pieza 'Un solo corazón', compuesta por Alfonso López Cortés, director musical de la formación que acompañó a las imágenes en el recorrido, y el paso por la plaza del Obispo, por la estrechez de calle Nueva, donde sonó 'Caminemos juntos', o por Strachan, con 'Stabat Mater'. Otra imagen histórica fue el discurrir por la Tribuna de los Pobres, con una gran multitud de personas, en sentido inverso.

Asimismo, el cortejo recorrió las sedes de las hermandades de Cena, Viñeros, en la iglesia de la Aurora y Divina Providencia, cuando la coral Voces de Viñeros interpretó 'Ánima Christi'; Sangre, Rocío La Caleta, El Rico, El Rescate, en la capilla de calle Agua; Rocío, en la iglesia de San Lázaro; y Monte Calvario, antes de llegar a la casa hermandad, con encierro de madrugada, y que puso el broche a una jornada histórica y al primer centenario fundacional de una cofradía que continuará manteniendo vivo su legado cofrade.

Durante la mañana de este sábado la Cofradía del Amor y la Caridad celebró una misa estacional conmemorativa del centenario fundacional en la Catedral, presidida por el obispo de Málaga, Jesús Catalá, y concelebrada por el obispo emérito de Ciudad Rodrigo (Salamanca), Raúl Berzosa, y una veintena de sacerdotes.

Durante las dos horas que duró la eucaristía, se estrenó 'Misa para el Amor', compuesta expresamente para la ocasión por Francisco Javier Moreno Ramos, hermano de la cofradía y artífice de la conocida marcha procesional 'Cristo del Amor', y en la que participaron la Joven Orquesta Provincial de Málaga, la Coral Ubi Caritas, los coros Triarte y Santa Cecilia y una escolanía infantil, y como solistas la soprano Laura Sánchez, el tenor Pedro Barrientos y el bajo Francisco Javier Moreno.

La imagen del Cristo del Amor y la Virgen de los Dolores se encontraban en su trono del Viernes Santo en la Puerta del Sol entre cuatro hachones de gran tamaño y centros de flores sobre columnas clásicas.

El prelado destacó en su homilía «el Señor nos ha permitido ser fieles a su Amor en estos cien años», dijo, y al mismo tiempo añadió que el mandamiento del Amor «es la norma más importante de conducta que a su ejemplo Cristo nos ha ofrecido», en alusión al centenario de la cofradía del Viernes Santo.

Entre los asistentes a la misa estaba el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el hermano mayor del Amor, Álvaro Guardiola, ataviado con un clásico chaqué, prenda que lucían la mayoría de cofrades al igual que las mantillas entre las señoras, además de los consejeros de Turismo y de Economía de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal y Carolina España, entre otras autoridades y hermanos mayores.