Los responsables de la Agrupación de Cofradías de Málaga salen en defensa del recorrido oficial ante las críticas
Aseguran que haber mantenido el anterior itinerario común por la Alameda y Larios habría supuesto la supresión de ocho mil sillas
El nuevo recorrido oficial de la Semana Santa de Málaga que se implantó en 2019 por las calles Larios, Martínez, Atarazanas, Torregorda, Alameda Principal, plaza ... de la Marina y Molina Lario ha vuelto a cosechar críticas este año como ya sucedió en el primero de su instauración, si bien entonces la propia Agrupación de Cofradías de la Semana Santa admitió fallos en su organización. Además, en aquel año estuvo condicionado por las inacabadas obras de reurbanización de la Alameda Principal.
En esta Semana Santa, las opiniones en contra del nuevo itinerario común de las procesiones han vuelto a arreciar en las redes sociales si bien son evidentes las mejoras en la organización del dispositivo de las sillas y tribunas implantadas por la Agrupación respecto a la situación que se vivió en 2019. No obstante, muchos malagueños siguen sin estar de acuerdo con la estructura de este nuevo recorrido que, a diferencia del anterior, no tiene un trazado lineal sino que realiza un sinuoso camino por el corazón de la ciudad que algunos consideran que dificulta la movilidad por sus calles.
A ello se ha sumado un mayor celo de las fuerzas y cuerpos de seguridad por tener controlados los aforos no solo de las bocacalles que dan al recorrido oficial, especialmente las de Larios, como ya sucedió en 2019, sino también de otras vías de los itinerarios de las procesiones, lo que también ha generado numerosas críticas. Por ejemplo, no se ha entendido que la policía expulsara este Jueves Santo al público que se encontraba esperando el paso de la Hermandad de la Santa Cruz por las calles Arco de la Cabeza y Pozos Dulces. Este tipo de situaciones se viven en los últimos años en otras ciudades andaluzas, pero no se habían intensificado en Málaga.
Muchas de las críticas han puesto de relieve el excesivo celo de las fuerzas de seguridad por sacar al público de algunas calles por las que pasan procesiones
Ante esta situación, los responsables de la Agrupación de Cofradías han difundido un argumentario en el que se explican las razones que movieron al cambio de recorrido oficial, que surgió a raíz del denominado 'Proyecto Centenario' que elaboraron en 2014 el equipo formado por Francisco Cobos (economista), José Manuel Ruiz (arquitecto) y Aida Ferreras (informática), y que hizo suyo el entonces presidente de la entidad de San Julián, Eduardo Pastor. El nuevo recorrido es bastante parecido a aquella primera idea de la que luego tomó el testigo el actual presidente de la Agrupación, Pablo Atencia.
En ese argumentario, recuerdan que «en apenas 800 metros» estaban situadas las 24.000 sillas del recorrido oficial y que «solo el 10% estaba abierto para el público no abonado». «Había tribunas en la Alameda, con mala estética, que impedían ver las procesiones», añaden; y también «grandes riesgos para la seguridad de las personas: calle Larios (6.000 sillas), plaza de la Constitución (2.500 sillas), y calle Granada (1.000 sillas), con apenas espacios de evacuación». Así, apuntan que se producía una «falta de conexión este-oeste en la plaza de la Constitución que impedía la evacuación y movilidad de las procesiones ante lluvias o emergencias».
En cambio, defienden que, con el nuevo recorrido, el 40% del trazado permite ver las procesiones por detrás de las filas de sillas, fundamentalmente en la Alameda Principal, y es posible «dimensionar el sobreaforo por motivos de seguridad». «Si no se amplía el recorrido de 800 metros a 1.200 se tendrían que suprimir 8.000 sillas aproximadamente», agrega la nota difundida, en la que también se recuerda que el nuevo itinerario común ofrece más opciones de entrada (Granada o Especería) y salida (Postigo de los Abades, plaza del Obispo o Strachan) para las cofradías; y ha propiciado la apertura de una segunda puerta en la Catedral, lo que agiliza el desarrollo de las estaciones de penitencia en el primer templo de la diócesis.
«Para reubicar a las 24.000 sillas había que prolongar el recorrido 400 metros y ajustarse a los requerimientos del Área de Seguridad del Ayuntamiento», insiste el comunicado, en el que se asegura en que el nuevo recorrido supone una «mayor comodidad a los abonados y público en general».
No obstante, las críticas siguen arreciando en las redes sociales, apuntando a la sensación de «ratonera» que provoca el recorrido oficial, al volver sobre sí mismo en su trazado, y al tener una mayor capacidad, por su longitud, para albergar los cortejos de varias cofradías al mismo tiempo, lo que en algunos momentos genera la sensación de que no pueden verse procesiones más allá de las zonas reservadas para sillas y tribunas. Esto ha provocado que algunas personas hayan convertido las calles de entrada y salida al itinerario, como Especería o Molina Lario, en una suerte de nueva Carretería en la que esperan el paso de las cofradías provistas en algunos casos con sillas, como sucedió en las jornadas del miércoles y el jueves.
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