Ramón Varea: «Hay un problema en el mundo del varal, porque hay menos participación de la juventud»

-Habiendo sido su padre hermano mayor, supongo que usted, en algún momento, soñó con seguirle los pasos. ¿No es así?

-La verdad es que no. Uno empieza a trabajar en la cofradía sin pensar en llegar a ningún lado. Poco a poco vas adquiriendo experiencia, los hermanos mayores que van saliendo, te ofrecen confianza y diferentes cargos y, así, poco a poco, vas 'ascendiendo' sin pensar que vas a ser hermano mayor hasta que llega el momento, tras dar el paso.

-¿Y cuál ha sido su currículum cofrade para llegar a hermano mayor?

-He sido vocal de albacería, adjunto a albacea general, fiscal, segundo teniente hermano mayor y primer teniente hermano mayor.

-¿Quién le impulsó a tomar las riendas de la cofradía?

-Ya, con Pepe Rivas, era teniente hermano mayor. Luego, entró Antonio Martínez y seguí como primer teniente hermano mayor y, casi la inercia, te lleva a presentarte a hermano mayor. Había un cierto consenso en la cofradía, así que di el paso.

-Cómo se encuentra la cofradía tras dos años conviviendo con la pandemia?

-La verdad es que no nos encontramos mal. El resultado de esta pandemia ha hecho que la cofradía se agrupe y sea una piña. Todos hemos tirado para adelante y nos hemos volcado en la ayuda a los más necesitados. Pese a todo, creo que lo más gordo está aún por venir. Cuando se acaben las ayudas, vamos a ver el auténtico calado de la pandemia. Hay mucha gente que se ha quedado sin trabajo. Estos años que vienen van a ser complicados para las personas de a pie.

-Hemos de deducir que la pérdida de empleo lleva implícito la merma del número de hermanos en las cofradías. ¿Esto es así?

-Hemos sufrido bajas, pero no es un número significativo. Cuando un hermano se ha puesto en contacto con nosotros para pedir la baja, se le ha preguntado el motivo y si nos ha dicho que es, porque ahora mismo no puede hacer frente a la cuota, lógicamente, la cofradía le ha exonerado del pago y le ha animado a seguir sin ningún tipo de problema. Incluso, si le hemos podido ayudar, lo hemos hecho, bien a través de la Fundación Corinto o con ayudas puntuales que ha necesitado.

-Jesús El Rico liberó el pasado Miércoles Santo a tres presos. La sorpresa, tras la noticia del Consejo de Ministros, debió ser mayúscula, ¿verdad?

-El indulto de la pasada Semana Santa se tramitó como todos los años, pero el Consejo de Ministro, efectivamente, nos dio la sorpresa de que los liberados iban a ser tres. Ya hemos iniciado el proceso para el año que viene en los mismos términos que lo hacemos siempre y no tenemos ninguna noticia de que se pueda repetir lo del pasado Miércoles Santo. Por tanto, imaginamos que volverá a ser uno en los sucesivo.

-Había ocurrido algo parecido alguna vez con respecto a la liberación del penado?

-Jesús El Rico nunca antes había liberado a tres presos. Algunas personas mayores apuntan que, en alguna ocasión, junto al penado librado por el Consejo de Ministros, se han liberado presos gubernativos, pero no eran presos con condenas firmes.

-El acto de la liberación tiene en los últimos años un marco inmejorable, como es la plaza del Obispo. ¿Añoran la plaza de la Aduana, donde se celebraba antaño?

-Nuestra idea es seguir en la plaza del Obispo, que es un marco incomparable. En el momento en que dejó de estar en la Aduana la subdelegación del Gobierno para convertirse en museo su edificio, ya perdió ese significado que buscábamos. Hemos encontrado un sitio idóneo en la plaza del Obispo y, con nuestro recorrido, no es fácil buscar otro entorno adecuado para este acto.

-La cofradía, históricamente, siempre ha gozado de una popularidad que traspasaba fronteras, gracias a la imagen de Jesús El Rico. Hoy, en cambio, otras efigies devocionales, como la de Jesús Cautivo o el Cristo de la Buena Muerte, quizá acaparen más la atención. ¿No lo ve así?

-Disiento de esta afirmación. El Rico sigue siendo la cofradía más conocida fuera de Málaga, incluso, a nivel internacional. Todos los años tenemos varias productoras de diferentes países que vienen a hacer reportajes sobre nuestra cofradía. Nuestro Señor tiene mucho tirón devocional. Creo que no se ha perdido esa devoción o así lo percibo.

-El próximo mes de noviembre se cumplirán tres años del fallecimiento del que fuera albacea de cultos y vestidor de la Virgen del Amor, Jesús Frías. ¿Qué supuso la figura de Frías en la Cofradía de El Rico?

-Supuso y supone, porque fue y será un referente en nuestra cofradía, tanto en la faceta estética, como en la línea que sigue la hermandad en la calle. Todavía, muchas veces, cuando hablamos de cualquier cosa, nos preguntamos, «¿esto lo haría Jesús o no?», «¿A Jesús le gustaría que esto fuese así?». Jesús Frías era el alma de la cofradía, el hermano que siempre estaba pendiente del Señor y de la Virgen del Amor, el que organizaba los cultos... Es medalla de oro de nuestra cofradía, porque fue un referente de antaño y lo es todavía.

-¿En qué va a trabajar Ramón Varea durante su mandato?

-Continuaremos en la misma línea de los anteriores hermanos mayores. Sin duda, lo más importantes es trabajar en el principal patrimonio que tiene la cofradía, que son sus hermanos. Queremos que la gente se acerque a la hermandad y la sienta como su casa.

-¿Y en patrimonio? ¿Para cuándo el nuevo palio de la Virgen del Amor?

-El palio es un anhelo que tenemos todos, pero tenemos que ser prudentes y ver cómo viene la situación económica en los próximos meses.

-¿Me dice, pues, que no van a acometer aún esta gran pieza que diseñó Fernando Prini en 2016?

-Aún no. Estamos cogiendo músculo financiero y cuando llegue el momento, acometeremos el palio, pero, ahora mismo, me parecería muy atrevido meternos en un proyecto de tanta envergadura.

-Hablemos, ahora, de la procesión magna del próximo 30 de octubre por el centenario de la Agrupación de Cofradías. ¿Cómo saldrá el Nazareno?

-La idea es que el Señor vaya en su trono sobre un monte de corcho austero, como salía antiguamente, además de con su túnica bordada morada, sus potencias, con la corona de espinas dorada y su cruz de procesión, de caoba y plata.

-¿Cómo será el cortejo?

-En el cortejo llevamos la caballería del Cuerpo Nacional de Policía. Saldrán, también, los hermanos honorarios en la presidencia, irán los banderines de las diferentes secciones que componen la Comisaría Provincial de Málaga y participará la banda de música sinfónica Virgen de la Trinidad, que es la que nos acompaña el Miércoles Santo en el trono de Jesús El Rico.

-Mójese, ¿es octubre el momento idóneo para celebrar la magna?

-El momento es el ideal. Qué más vamos a esperar si está todo el mundo celebrando todo tipo de eventos. Ahora estamos celebrando el centenario de la Agrupación, que es en 2021, y es el momento propicio, cumpliendo, claro está, con todas las medidas sanitarias. Después de estar dos años sin salir a la calle, mejor momento no puede haber.

-¿Por cierto, cómo llevan la nómina de portadores para esta cita?

-Lo llevamos muy bien. Vamos a hacer dos turnos de portadores. Tenemos, a día de hoy, un primer turno completo y el otro está a punto de completarse.

-¿Saldrán solo hermanos portadores?

-En esta ocasión, lo hemos abierto también a devotos, por lo que no todos serán hermanos de la cofradía.

-Imaginamos que, al igual que en Semana Santa, también habrá mujeres de trono.

-Sí. Hace unos años, unas hermanas nos plantearon salir formalmente en Semana Santa y la junta de gobierno llegó a la conclusión de que, siendo hermanas y teniendo la altura exigible, las mujeres tienen los mismos derechos y obligaciones que cualquier hombre. Ahora mismo, hay tres mujeres portando el trono de Jesús El Rico y dos, con la Virgen del Amor. En la magna habrá alguna mujer más de lo habitual.

-¿Qué papel juega la mujer en la Cofradía de El Rico?

-Como en todos los campos, la mujer es parte fundamental en la hermandad. Participan en la junta de gobierno, en albacería, en cultos... Creo que esta distinción por género en las cofradías ha quedado muy atrás.

-Usted ha sido hombre de trono y, en la actualidad, es mayordomo de trono de la Virgen del Amor. Como conocedor del mundo del varal, ¿cree que la Semana Santa Málaga atraviesa por un momento crítico en lo que respecta a la figura del portado?

-Creo que, en general, sí se observa un problema en el mundo del varal, ya que hay menos jóvenes que se incorporan a los tronos. En mi época como estudiante, prácticamente, todos los que estábamos en la clase deseábamos tener la edad exigible para llevar un trono. Eso, hoy día, ha cambiado. No creo que exista una crisis preocupante, al menos, de momento, pero no hacemos mal en esta vigilantes en este tema.

-Pero jóvenes hay en las cofradías. ¿Qué está pasando?

-Pienso que entran menos jóvenes que antes, porque ahora tienen una oferta muy amplia en todos los aspectos. También se ha perdido el arraigo, ya que cada vez hay menos gente que vive en el Centro. Por ahí pueden ir los tiros.

-Por último, ¿ha tocado techo la Semana Santa de Málaga?

-No. La Semana Santa de Málaga tiene todavía mucho que decir.