Un Martes Santo de aromas en la Victoria

El manto de flores es el elemento de más arraigo popular de la Hermandad de las Penas. Este año, el exorno floral que luce la Dolorosa a su espalda se diseñó en homenaje a Santa María de la Victoria, Patrona de Málaga, con motivo de celebrarse el 150º. aniversario de su patronazgo y el 75.º aniversario de su coronación canónica. En el centro del trono se plasmó a Santa María de la Victoria. El trabajo de elaboración lo llevaron a cabo con precisión los operarios del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento. Los primeros toques de campana de la Virgen los dio el alcalde, Francisco de la Torre.

El Crucificado de la Agonía es una imagen neobarroca que muestra el sufrimiento sereno de Jesús momentos antes de su muerte. Este Cristo lució especialmente por calles estrechas como Pozos Dulces y Arcos de la Cabeza y, sobre todo, por la angosta vía de San Agustín, una vez que la cofradía celebró su anual estación de penitencia en la Catedral. La hermandad, que sigue intervenida por el Obispado, demostró su singular forma de entender la procesión. El trono del Cristo de la Agonía se acompasó a la perfección con las marchas procesionales que interpretó la banda de cornetas y tambores del Paso y la Esperanza. La venia en la tribuna oficial la pidió el comisario de la cofradía, Manuel Gordillo.

Por primera vez en su historia, el coro de la Policía Local de Málaga interpretó su himno en tres ocasiones al Señor de la Humillación en el desfile procesional de ayer. A las 29 voces del coro de la Policía Local de Málaga, se unieron unas 40 más, la mayoría de policías locales de Málaga y algunas de policías locales de otros municipios de la provincia. Al estreno del himno, que se interpretó en tres partes del recorrido, hay que añadir los sones de la ‘Malagueña’ con que el Señor de la Humillación pasó por la tribuna oficial, donde fue levantado a pulso. Los pulsos se repitieron cuando el trono de la Humillación y del de la Virgen de la Estrella discurrieron junto a la Tribuna de los Pobres.

De las distintas maneras que hay de hacer penitencia, la mantilla representa el luto con nombre de mujer. Tradición que no debe perderse y que forma parte de las esencias del sentir cofrade de Málaga. Hay que poner en valor su figura y el esfuerzo que realizan.

El barrio de Nueva Málaga se echó a la calle para acompañar la salida del Nazareno del Perdón y la Virgen de Nueva Esperanza para protagonizar el recorrido más largo de la Semana Santa. La Dolorosa estrenó un nuevo manto liso en terciopelo, un rosario en plata bañado en oro donado por una hermana y entró en la tribuna oficial a los sones de la marcha ‘Virgen de Nueva Esperanza’ por deseo expreso del hermano mayor, David Vidal, debutante en el cargo.

El Nazareno del Perdón estrenó un broche de plata de ley bañado en oro con esmeraldas y amatistas.

La cofradía volvió a levantar la Tribuna de los Pobres con los pulsos y realizó actos a su paso por las casas hermandad de Zamarrilla, Esperanza, Salud, Rocío de Málaga, Santo Traslado y Cautivo.

Faltan pocos minutos para el inicio de la procesión, los nervios comparten protagonismo con los últimos detalles en las túnicas. La mano amiga ayuda a anudar el cíngulo a la cintura. Este año la Cofradía de Nueva Esperanza estrenó los 400 equipos de nazarenos de ambas secciones y las capas. El cortejo procesional discurrió por Tejón y Rodríguez y a su paso por la plaza Uncibay hubo una petalada a la Virgen de Nueva Esperanza organizada por el grupo joven de la hermandad.

Málaga tiene un noviazgo con la Virgen del Rocío cuyos votos se renuevan cada Martes Santo a primera hora de la tarde en la Tribuna de los Pobres. La Reina de San Lázaro, donde tiene su sede canónica, es emperatriz cada año en este emblemático punto cofrade de la ciudad, donde es esperada por miles de personas desde horas antes. La Novia de Málaga entró a los sones de la marcha ‘Encarnación coronada’, cantada por los hombres de trono. y fue levantada a pulso en tres ocasiones entre los vítores y aplausos de un público entregado que vibró intensamente. Previamente, el Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario, que salió tras su restauración y lució sus nuevas potencias, fue levantado dos veces a pulso en la Tribuna de los Pobres, que el Martes Santo vive uno de sus días más intensos.

En la salida procesional de la cofradía dio los primeros toques de campana al trono de la Virgen Javier González de Lara, presidente de la CEA. Asistieron a la salida destacados directivos de la Virgen del Carmen de Valencia, conocida como la hermana gemela del Rocío –es obra de Pío Mollar– y también está coronada canónicamente.

El contrapunto al barroco dominante en la Semana Santa de Málaga lo pone cada tarde de Martes Santo la Virgen de Gracia, faro y guía del estilo barroco en los desfiles procesionales de la capital. La Dolorosa lució el estreno de las cabezas de varal y el arco de campana, realizados por el artista Alberto Berdugo, y una saya gótica bordada por Joaquín Salcedo. La Virgen de Gracia lució esplendorosa y le ‘llovió’ una petalada a su entrada en la calle Casapalma camino de su encierro. En la salida, los primeros toques al trono los dio Manuel Luque Vázquez, quien tras 35 años portando sobre sus hombros al Virgen de la capilla de calle Agua, ha pasado a las filas de nazarenos para iluminar con un cirio el camino de la Señora.

Jesús del Rescate lució una túnica lisa color burdeos de estreno también realizada por Salcedo. Antonio Martínez Fernández, durante muchos años capataz del trono y aquejado de una enfermedad, fue el encargado de dar los primeros toques de campana, junto a Federico Fernández Basurte, director del colegio de los Maristas. Joaquín González, hermano mayor, fue de jefe de procesión y pidió la venia.