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Málaga renueva su fidelidad a la Virgen del Carmen
La devoción por la Reina de los Mares quedó de manifiesto en toda la provincia, como cada 16 de julio, con la celebración de una veintena de procesiones
Málaga ha vivido este miércoles una jornada intensa de fe y tradición en torno a la Virgen del Carmen, patrona del mar y de la ... Armada Española. Pese a que la festividad de la Reina del Monte Carmelo, el 16 de julio, ha vuelto a caer en día laborable, desde la madrugada hasta bien pasada la medianoche, la ciudad, sobre todo los barrios anclados a la orilla del Mediterráneo, especialmente El Palo y Pedregalejo, han vuelto a convertirse en epicentro de la devoción carmelita, una de las más queridas y reproducidas en todo el orbe cristiano. Sin embargo, la repercusión que genera la presencia de la Virgen del Carmen, lejos de concentrarse exclusivamente en la capital, también se ha extendido por toda la provincia, como una ola crecida que ha abrazado los cuatro puntos cardinales del territorio malagueño, desde Nerja, Torre del Mar, Rincón de la Victoria o La Cala del Moral, en el oriente costasoleño, hasta Manilva, en el occidente, pasando por La Carihuela, Benalmádena, Mijas, Fuengirola, Marbella o Estepona. Incluso, municipios del interior ha rendido tributo a esta imagen mariana, como así ha ocurrido en Montecorto, en la serranía de Ronda, o en Cuevas de San Marcos, al norte de la Comarca Nororiental, donde es patrona y alcaldesa perpetua, y cuya efigie es obra del aloreño José Navas Parejo, el mismo autor de la Virgen del Carmen de El Perchel, que procesionará el próximo sábado.
En la capital, ya desde primeras horas de la mañana, al alba, los barrios de El Palo y Pedregalejo se levantaron rezando el rosario de la aurora y en la paleña plaza del Padre Ciganda, a pie de playa, se celebraba poco después la tradicional y multitudinaria misa del alba. Idénticas escenas se vivieron en Rincón de la Victoria y en Marbella, donde, por cierto, se estrenó la banda de música Virgen del Rocío de Málaga. Allí, donde la fe se mezclaba con el olor a salitre, la Reina de los Mares recibía los primeros rayos de luz y los piropos de sus devotos. Y en Estepona, a las 8 horas, en la capilla del Carmen, se celebraba una eucaristía, presidida por Miguel Aguilar Castillo, a la que siguió el ritual de entrega de los ramos institucionales y la exposición de la preciosa imagen del imaginero carmonense Antonio Eslava hasta las 12 horas.
Pero el día solo había comenzado. Todavía quedaban por delante la tarde, la noche y la madrugada para recordar un nuevo aniversario, el 774 ni más ni menos, de la aparición de la Virgen a San Simón y de la entrega del escapulario.
Primera salida verpertina
En la capital, ya en horario vespertino, la hermandad de El Palo fue la primera en echarse a andar en dirección al paseo marítimo. Este año lo hacía a las 17 horas, es decir, adelantaba su partida 30 minutos con respecto al año anterior. El entorno de la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias, engalanado con papelillos blancos y marrones, los colores carmelitas, se hallaba repleto de fieles, pese al calor y el horario temprano con los comercios aún abiertos.
Abría la comitiva la cruz guía, de concepción plana y lisa, escoltada por cuatro faroles de orfebrería, que eran portados por hermanas vestidas de marengo, y a continuación, la banda de cornetas y tambores de los Gitanos, que tocaba la marcha 'Cachorro' una vez incorporada a la comitiva, en la avenida Juan Sebastián Elcano. Después se desplegaba el cortejo, más nutrido que en años anteriores y con la presencia de muchos niños formando parte de la 'guardería', y entre banderas y guiones se podía apreciar el nuevo estandarte de la Virgen del Carmen, bordado por Joaquín Salcedo, malagueño con taller ahora en Sevilla, y pintura de Juan José Postigo Lobato.
El público se resguardaba en las zonas sombrías, ya que el calor apretaba y la sensación térmica era mayor que los 28 grados que se registraban en ese momento. Todavía con el trono en el interior del templo, la banda de música de Zamarrilla arrancaba a tocar 'El día del Señor', una delicia para los oídos. Y minutos más tarde, a las 17.18 horas, la efigie descendía por fin la larga rampa instalada en la plazuela de la iglesia y era alzada a pulso entre aplausos, vítores y gritos de «guapa, guapa y guapa», mientras sonaba el Himno Nacional al asomarse a la calle, enlazado con la marcha 'Virgen del Carmen paleña', de Gabriel Robles, que contiene fragmentos de la Salve Marinera.
La talla, en las andas procesionales que tallara Rafael Ruiz Liébana y alzada en su peana móvil, que facilita su embarcación en la jábega para hacer el recorrido marítimo, caminaba lentamente por las calles del barrio en dirección oeste, primero, y sur, después, para buscar la playa. Remos de madera, en lugar de faroles, daban escolta a la Reina de los Mares. Eran las 17.55 horas cuando los portadores subieron el trono a pulso cuando este se encontraba en la calle Arquitecto Eduardo Estévez, lo que provocó el aplauso del público. Y unos metros más adelante, turno para la marcha 'La Gitana', de Carlos Llano, una composición reciente que suena cada vez más.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se incorporaba al cortejo como de costumbre, vestido de marengo y portando un bastón de mando. El calor seguía siendo asfixiante. Se veían botellas de agua para un lado y otro, y mujeres con abanicos, que intentaban sobrevivir a la tórrida tarde.
Precisamente, a pocos metros del mar, junto al restaurante Los Marineros, la banda de Zamarrilla atacaba, una vez más, con 'El día del Señor', de Alfonso López, en memoria de dos antiguas camareras de la Virgen, Encarnación Linares Méndez y María Díaz Cortés. Se producía, sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la aún tarde por lo que suponía recordar a dos hermanas que se entregaron profundamente a su devoción durante tantos años y porque, pese a tratarse de una composición escrita recientemente –está dedicada a la Hermandad de la Cena con motivo del centenario fundacional–, las notas románticas del principio y el final, y la fuerza de la parte central de la obra, con tintes épicos, ayudaban a crear esa atmósfera única y conmovedora que requería la escena.
La procesión proseguía en una tarde bastante calurosa, propia del mes de julio, pero, a medida que se acercaba a la playa, el calor se hacía ciertamente más llevadero. O eso decía María Fernández, una vecina de El Palo, casi octogenaria, que acudió, primero, a la salida de Virgen, y luego la quiso recibir en el paseo marítimo. «Cada vez me cuesta más ir a verla cuando sale de la iglesia, porque es muy temprano y hace mucho calor, pero nunca me pierdo su entrada en la playa, cuando empieza a caer la tarde y el sol no pega tanto. Soy muy devota de la Virgen del Carmen. El barrio se vuelca con ella», remarcaba la vecina paleña antes de que un trío, formado por Juan Bermúdez, Carlos Belmonte y Francisco Javier Padilla, rezara cantando la Salve Marinera y cayera una lluvia de pétalos entre vivas y un nuevo pulso del trono.
La Madre del Carmelo quería ver el mar como sus hijos ansiaban verla a bordo de la jábega. El ritual estaba a punto de producirse. El trono pisaba, por fin, el paseo marítimo y al cruzar el arco de acceso a la playa, a las 20 horas, era elevado a pulso por los portadores. Esta maniobra finalizaba con una ovación de los allí presentes que se mezclaba con lágrimas y emociones contenidas.
A las 20.30 horas, tras abrirse paso entre una multitud en un largo pasillo humano, ocurría uno de los momentos principales del día: el embarque de la Virgen paleña en la jábega Araceli. Varios bebés eran presentados a la imagen entre vítores, pulsos y gritos de «¡viva la Virgen del Carmen!», justo antes de que la efigie se adentrara en el mar, que sería recibida por una flota de embarcaciones engalanadas para acompañarla durante ese paseo por el Mediterráneo. «¿Quién es la más guapa? ¡La Virgen del Carmen!», repetían los devotos en una auténtica explosión de júbilo.
Como de costumbre, a las 21.30 horas, llegaba el encuentro sobre el agua entre la Virgen del Carmen de El Palo y la de Pedregalejo, a la altura del arroyo Jaboneros. Allí, las dos corporaciones carmelitas y vecinas se rindieron homenaje mutuo con una ofrenda floral en un ambiente de hermandad verdadera y unión en la fe. Y seguidamente, la comitiva marítima se dirigía hacia el Club Deportivo El Candado, donde fuegos artificiales iluminaron la noche.
La Virgen del Carmen de El Palo desembarcaba en la playa del Chanquete y retomaba su camino terrestre para regresar a su templo por calle Mar y la avenida Juan Sebastián Elcano. Pero antes del encierro, a la vuelta, le esperaban varios momentos de júbilos, como la apabullante petalada que le cae cada año a la altura del antiguo Casa Pedro, hoy Le Grand Café, mientras los fuegos artificiales pintan de colores la noche carmelita, o los cantes previstos que se sucederán en su honor inaugurada la madrugada.
Pedregalejo
Mientras la Virgen del Carmen de El Palo todavía buscaba la playa, en Pedregalejo, a las 19 horas, se abrían las puertas de la parroquia del Corpus Christi para dejar salir a la otra comitiva marenga de la zona Este de la ciudad.
Como siempre, la expectación era máxima en el barrio. El cortejo iba tomando la calle y a las 19.10 horas, salía la Virgen del Carmen, obra de José Dueñas y que sostiene un Divino Infante tallado por David Anaya. La banda de música de la Paz volvía a poner el sonido a la Reina de los Mares de Pedregalejo, como lo viene haciendo desde hace nueve años. Sonaba, primero, el Himno Nacional y, a continuación, la Salve Marinera, como es preceptivo.
Con paso cadencioso, la imagen, enmarcada con una ráfaga de ocho, callejeaba por su barrio hasta llegar al taller de Astilleros Nereo, al comienzo del paseo marítimo El Pedregal, donde se celebraría un emotivo acto. Allí, rodeada por los hermanos vestidos de marengo con bastones y hachetas, la Virgen del Carmen se proclamaba reina indiscutible de la zona. Tras el instante, la procesión retomaba su recorrido , ahora por el paseo marítimo. La talla mariana figuraba en su trono de alpaca plateada exornado por flores rosáceas y dos cirios de la candelería exhibiendo unas guirnaldas y rosarios que bien hacían recordar épocas pretéritas.
La Virgen del Carmen de Pedregalejo alcanzaba la desembocadura del arroyo Los Pilones a las 20.55 horas, en medio de una puesta de sol inolvidable y rodeada de un mar de devotos. Con bailes y cantes, con la melodía de 'La Saeta' musicalizada por Joan Manuel Serrat y una letra adaptada para la ocasión, y con verdiales, interpretados por una panda, cuyos componentes vestían de marengo, los fieles disfrutaban del momento, mientras que la imagen aguardaba en su trono antes de pisar la arena de la playa. Y, seguidamente, después de atravesar el arco de bienvenida que da acceso a la playa entretanto el público entonaba la Salve Marinera, la talla de Pedregalejo era embarcada en la jábega Santa Cristina, dirigida por José Antonio Pinto, a las 21.15 horas, tras pedir la venia para iniciar la travesía marina y rendir homenaje a los fallecidos en el mar.
Durante el recorrido hasta los Baños del Carmen, estallaban fuegos artificiales y el coro Son de Málaga cantaba desde la orilla.
El desembarco se producía poco antes de las 22.25 horas. La Virgen del Carmen, que llevaba un rosario de nácar donado por la Hermandad del Rosario de El Palo, volvía a su trono para iniciar la última parte del recorrido. Eran las 22.40 horas y en es instante sonaba 'Frente a ti', de Eloy García.
Ya en tierra, la Virgen era recibida con nuevas muestras de fe. En la calle Cenacheros, donde previamente se había realizado una alfombra de sal, la banda Maestro Eloy García de la Archicofradía de la Expiración tocaría la nueva marcha 'Balcón del Cielo' y la pastoral de Las Protegidas de Nerja, que hace unos días fue nombrada hermana honoraria de la corporación, participaba cantando entre fuegos artificiales y petaladas.
Y en la calle Pepote, el grupo joven de la hermandad organizó una doble petalada. Todo el barrio estaba decorado con banderolas y papelillos, generando un ambiente de júbilo indescriptible que, a buen seguro, culminará con un encierro especialmente emotivo ya en la madrugada.
Otras procesiones
El fervor por la Virgen del Carmen no se limita a los barrios costeros. También se ha vivido con intensidad en La Virreina, donde se ha estrenado la agrupación musical San Lorenzo Mártir tras la imagen del escultor Juan Vega, en Campanillas y en Guadalmar. Y también se ha dejado sentir en municipios del interior de la provincia como Alhaurín de la Torre, en su barrio Viejo, en Montecorto o en Cuevas de San Marcos, demostrando que esta advocación traspasa fronteras geográficas y emocionales. Sin embargo, el mayor número de procesiones de la provincia se han desarrollado a lo largo de la costa, con especial significado en Estepona, Marbella, Fuengirola, Los Boliches, Mijas, Benalmádena, La Cala del Moral, Rincón de la Victoria, Benajarafe o Nerja.
En Estepona, la Virgen del Carmen Coronada era embarcada tras recorrer calles como San Roque, José Luis Díez y la avenida España, con miles de devotos esperando en el paseo marítimo y los barcos engalanados listos para acompañarla. En Marbella, tras una emotiva misa al alba en la playa del Cable y la tradicional bendición de las aguas, la patrona recorría buena parte de la ciudad, ya coronada desde el pasado 26 de octubre, al caer la tarde.
En Nerja, la imagen surcaba el mar entre La Torrecilla y Calahonda en una jábega acompañada por un castillo de fuegos artificiales. Y en Torremolinos, la procesión de La Carihuela, con la Virgen de Francisco Palma Burgos, marchaba con la banda de música Cruz del Humilladero de la capital malagueña y antes de embarcar, presidía la celebración de la palabra en una noche, ya, multitudinaria.
De punta a punta de la costa, Málaga ha vivido, pues, el día del Carmen de una forma especial y con la certeza de que, una vez más, la fe ha conseguido reunir a toda una provincia bajo la misma devoción, entre vivas, aplausos, fuegos artificiales, música y lágrimas de emoción. Porque en Málaga, la Virgen del Carmen, además de ser la patrona de los mares, es también reina de las almas.
Un centenar de agentes de la Policía Nacional adscritos a unidades de Seguridad Ciudadana, y Medios Aéreos, participaron en el dispositivo especial con motivo de las fiestas de la Virgen del Carmen. Los efectivos ofrecieron seguridad en las playas, sin incidencias destacables, en Málaga capital, Vélez-Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Marbella y Estepona, según han informado desde la Comandancia de Málaga.
*En esta información también ha colaborado María Albarral (Marbella).
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