Gutiérrez Carrasquilla restaurará la Virgen de Gracia

La intervención en la talla de Antonio Castillo Lastrucci y Luis Álvarez Duarte (este último modificó la primitiva mascarilla y labró unas nuevas manos) correrá a cargo del licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, con la especialidad de Conservación y Restauración de obras de arte, Enrique Gutiérrez Carrasquilla, quien precisamente ya restauró el Señor del Rescate hace dos años. En este sentido, el hermano mayor de la cofradía del Martes Santo, Joaquín González, ha explicado a SUR que la actuación de Carrasquilla será «estrictamente restauradora», ha subrayado. «Tenemos claro que nosotros no queremos una transformación, sino una restauración. Por este motivo, hemos acudido a Enrique Gutiérrez Carrasquilla, ya que él es el primero que nos exige respetar lo que hay», ha explicado.

Por otro lado, González ha insistido en que la Dolorosa no sufre una restauración desde la intervención de Álvarez Duarte en 1982. «Luego, a comienzo del 2000, se hizo una limpieza, pero, desde entonces, no se ha tocado la imagen», ha recordado.

Al margen del proceso restaurador, a la talla se le colocará una nueva devanadera «y se hará un peto y medio casco de cuero para preservar la pieza de los alfileres. Es algo que ya se está haciendo en este tipo de imágenes de Vírgenes», ha indicado.

La hermandad estima que la restauración de la Dolorosa podría efectuarse a finales del mes de septiembre, tras los cultos en su honor . «Habríamos preferido antes, pero no va a poder ser, ya que el restaurador tiene otros trabajos. Confiamos en que se pueda acometer en septiembre, coincidiendo con la actuación de nuestra capilla», ha advertido Joaquín González, al tiempo que ha revelado que la intervención en la talla podría durar «entre dos meses y medio y tres» y si todo cuadra en el tiempo, restauración de la imagen y del oratorio, «el Señor iría al santuario de la Victoria mientras duran las obras de la capilla», ha explicado.

Precisamente el cabildo de hermanos también ha aprobado este martes la rehabilitación de la capilla de la calle Agua, propiedad de la Cofradía del Rescate y declarada de Bien de Interés Cultural.

Humedades, grietas, tanto en el interior como el exterior de la capilla, el suelo levantado o desplazamientos estructurales son algunos de los desperfectos que presenta el oratorio a consecuencia de las filtraciones de origen freático o de obras realizadas en la calle en los últimos años que han provocado daños en su estructura.

Para esta intervención, Joaquín González ha recalcado que va a colaborar el Instituto Municipal de la Vivienda y se seguirá el proyecto elaborado por Pablo Pastor. «Ya contamos con el visto bueno de la Junta de Andalucía, a través de su Delegación en Málaga. La delegada Carmen Casero se está portando muy bien con la cofradía. Y ahora, nosotros vamos a pasar los presupuestos de tres empresas para que el Instituto Municipal de la Vivienda decida», ha indicado González, quien espera que las obras de rehabilitación comiencen, incluso, antes del mes de septiembre. «Hace falta actuar en la capilla, tanto en su interior como en su exterior, ya que las humedades están afectando bastante. Hay que tener en cuenta que la capilla es del siglo XVIII. Tenemos que reintegrar todo el interior para ir al origen», ha concluido Joaquín González.

La capilla de la calle Agua data de finales del siglo XVIII, aunque se inauguró en 1800, tal y como se recoge en la lápida que hay en la puerta de entrada, mientras que la Cofradía del Rescate se estableció allí en 1949.

Presenta planta rectangular ochavada, cubierta con bóveda nervada con decoración en yeserías y zócalo de mármol en su interior, contando con tres hornacinas, una central y de mayor amplitud, y dos laterales.

En su exterior aparecer tres arcos, el central sirve de entrada a la capilla y los laterales quedan ciegos, si bien se añadieron unos pequeños ventanales. Flanquean las esquinas unas columnas toscanas levantadas sobre basamento de piedra. sobre ellas descansa un conjunto de friso, entablamiento y cornisa modulada. Ya en el segundo cuerpo, se ubican unos óvalos, protegidos con cristal y reja.

El edificio se remata con cuatro jarrones para los ángulos y tejas de cerámica y lucernario en el último cuerpo.