Estefanía Recio muestra en su cartel a la Patrona de Málaga bajo el templete que recuperará en su procesión de alabanza
La obra, presentada por Francisco Vallejo en el Archivo Municipal, podrá conseguirse gratis este domingo 24 de agosto junto con el ejemplar de SUR
«Ante nuestros ojos se despliega un retablo de fe e historia, una obra que es un canto a la devoción malagueña». Con estas palabras ... definía Francisco Vallejo Morales el cartel de la solemnidad de la Virgen de la Victoria, dado a conocer este jueves, en plena feria, en el patio central del Archivo Municipal. Dentro de unos días comenzarán los cultos en honor a la Patrona de Málaga. Por tanto, esta obra, debida a la joven artista Estefanía Recio García, supone el anuncio de lo que vendrá a partir del 30 de agosto, cuando la Catedral acoja la tradicional novena que los malagueños le tributarán y que culminará el 8 de septiembre, festividad de la imagen sobre la que recae el patronazgo mariano de la ciudad y su diócesis, con la celebración, por la mañana, de una misa estacional, que presidirá el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, y la procesión de alabanza, vespertina, de regreso a su santuario.
Aunque el acto de presentación del cartel se ha venido celebrando durante las tres ediciones anteriores en el Patio de Luces del Ayuntamiento, en esta ocasión, y no de forma casual, el escenario elegido ha sido el Archivo Municipal, en la Alameda Principal, ya que precisamente en sus dos salas Mingorance se muestran estos días, y hasta el 16 de noviembre, la exposición 'Regina et Patrona: La imagen icónica de Santa María de la Victoria', organizada por la hermandad victoriana con motivo de su 150.º aniversario fundacional.
El cartel, descubierto por el hermano mayor de la Victoria, Miguel Orellana, y la propia autora, hermana también de la corporación y portadora de la Virgen, constituye una feliz visión que se hará realidad el próximo 8 de septiembre, cuando la Patrona procesione en el nuevo trono al abrigo de su baldaquino barroco ya restaurado, «una obra que devuelve a su esplendor original el templete del siglo XVIII, cuya carpintería, talla y dorado han sido recuperados y devueltos a su integridad primigenia», advirtió el presentador del cartel. «A sus flancos, como fieles custodios de la fe, se erigen dos ángeles de la segunda mitad del siglo XVIII, mientras que un ángel niño se postra a sus pies, elevando el conjunto a una belleza de otros tiempos. Una imagen que, sin duda, realza la figura de la Victoria y que hoy, de manera simbólica, adquiere una relevancia aún mayor en este Archivo Municipal, guardián de las glorias pasadas que hoy se hacen presentes», añadió Francisco Vallejo, miembro de la junta de gobierno de la Real Hermandad de Santa María de la Victoria, que describía el conjunto procesional con emoción por el resultado de la obra pictórica en sí y porque el próximo 8 de septiembre se hará realidad esa representación avanzada por Estefanía Recio y anhelada por la corporación.
«Se trata de una obra que devuelve a su esplendor original el templete del siglo XVIII cuya carpintería, talla y dorado han sido devueltos a su integridad primigenia»
«A los lados, los faroles de orfebrería se alzan como faros de luz, que parecen custodiar cada instante sagrado. Esta es la Victoria que vence al mundo. Una oración grabada en latín, a los pies de la Virgen y en la medalla de cada hermano, que nos ancla a la realidad y nos recuerda que esta tradición se sigue escribiendo y renovando cada día. Porque la Victoria no es un evento del pasado, sino una batalla diaria en la que ella nos acompaña: una Victoria sobre el desánimo, sobre la adversidad y, en última instancia, una Victoria sobre la propia muerte, que es la promesa de nuestra fe», glosó Vallejo con voz firme.
La obra de Estefanía Recio también contiene unas ramas de azahar en su parte superior «que evocan la pureza y la primavera malagueña», y en la parte inferior, la advocación de la Virgen, 'Victoria', resplandece en mayúsculas, con un guiño íntimo de su autora, toda vez que la tipografía de la 'V' reproduce el mosaico cerámico de la basílica de la Patrona, lugar donde la artista fue bautizada y donde fue retratada «arropada por la presencia entrañable de su abuela Lola, su abuelo Juan y su bisabuela Ángeles, que la sostenía en brazos», recordó el presentador del cartel.
El resultado de la creación de Estefanía Recio, que ha sido fiel a su estilo, como si de un diseño de trono a color se tratara, combina, pues, estética cofrade y recuerdos familiares, tradición e identidad. Es, en definitiva, «un puente entre el arte y la devoción, un testimonio visual que nos invita a celebrar la novena y la procesión no solo como un evento, sino como un reencuentro con la memoria, con la fe y con el alma de Málaga», subrayó.
Templo de la memoria
Por otro lado, Francisco Vallejo destacó también durante su intervención la elección del inmueble archivístico para la presentación del cartel, al que definió como «templo de la memoria malagueña, guardián incansable de nuestra historia desde 1489», ya que este archivo no solo custodia documentos, sino que recuerda a los malagueños la vigencia de su Patrona y en el que el pasado y el presente «se encuentran en un acto que nos define como malagueños», recalcó.
En relación a la artífice de la obra, Vallejo reiteró que se trata de una artista «del barrio de la Victoria, que creció en el coro del santuario», que se define como «dibujante más que pintora», y que secunda un estilo en el que confluyen «grabados, carboncillo, acrílico o grafito, entre otros lenguajes plásticos que maneja con la misma maestría con la que se adentra por las calles de Málaga cuaderno y lápiz en mano, donde busca la belleza, algo, bastante sencillo, pues esta parece brotar en cada esquina, en cada luz y en cada sombra», apuntó el presentador de la obra sobre Estefanía Recio, quien forjó su pasión artística en un entorno familiar donde el arte y la devoción iban de la mano, «una herencia recibida de su abuelo Juan, quien, con manos pacientes y alma devota, modelaba figuras de plomo cofrades. De él, aprendió, no solo la técnica y el pulso del dibujo, sino, sobre todo, la pasión profunda por el arte, como forma de honrar la memoria y la belleza», mientras que sus abuelas, Lola y Carmen, «transmitieron su amor por la Virgen», agregó. En este sentido, Vallejo definió también la obra como una expresión íntima de la autora: «Es su experiencia vital, el regreso al hogar, al barrio, al regazo de la Madre, que siempre está». Y es que la inclusión del mosaico en la letra inicial de 'Victoria' o la representación de la efigie patronal bajo el dintel del santuario son elementos que, más allá de la estética, enlazan recuerdos personales de la creadora y con la memoria del barrio.
«Estefanía Recio aprendió de su abuelo, no solo la técnica y el pulso del dibujo, sino, sobre todo, la pasión profunda por el arte, como forma de honrar la memoria y la belleza»
La presentación del cartel sirvió, además, para recordar al artífice de la obra del pasado año, el sobresaliente proyectista Fernando Prini, fallecido hace apenas tres meses, a quien Francisco Vallejo dedicó unas palabras de afecto. «Su recuerdo y su devoción permanecen vivos en su obra y en nuestros corazones», destacó.
El acto concluyó con unas palabras del presentador dedicadas a la Patrona de Málaga, «belleza sublime de la Madre, que con dulzura eterna nos contempla, nos acoge en el regazo de su misericordia y nos guía con paso firme por los senderos de la vida», detalló.
También intervinieron la concejala de Cultura, Mariana Pineda, que abrió el acto; el hermano mayor de la Victoria, Miguel Orellana; el concejal de Distrito Centro, Francisco Cantos; y la propia autora de la obra, Estefanía Recio, que se mostró muy agradecida y emocionada, ya que, como explicó, este cartel «no nace de un concepto técnico, sino de unas vivencias personales», insistió la artista con la voz quebrada, entretanto pasaba a recordar momentos de su infancia, «en el santuario, donde recuerdo las misas del gallo sentada junto al órgano, haciendo servilletas de papel, mientras mis padres cantaban y Manolo, el sacristán, tocaba», rememoró.
De igual modo, Recio tuvo palabras para hablar de su familia, «porque mis padres siempre han estado ligados al barrio» y de sus dos primeras devociones de niña, el Cristo de la Humildad y la Virgen de la Merced, «pero con los años me he dado cuenta de que había algo que siempre estaba ahí, sin hacer ruido, porque la Virgen de la Victoria está en todas partes. Estaba en los calendarios que colgaban de la pared de la cocina de mi abuela, en las mesitas de noche, en los cajones del salón cuando buscaba lápices y acababa encontrando estampas. La Virgen de la Victoria es la Virgen a la que rezaban mis abuelas. Es la Virgen a la que mi abuela Carmen dedicó su vida entera y es la Virgen a la que pedí un 1 de abril que se llevara a mi abuela en paz. Sé y estoy convencida de que las tiene, a cada una de ellas, cogidas de la mano, arriba», asintió Estefanía Recio, quien puso fin a su intervención haciendo referencia a todas las advocaciones del barrio victoriano.
Descubierta la obra, comienza, pues, la cuenta atrás hacia los cultos en honor a la Virgen de la Victoria, vísperas a las que se suma SUR con una reproducción del cartel de Estefanía Recio, de 360 por 186 milímetros, sin plegar, en papel estucado brillo de 150 gramos, impreso en Gráficas Urania, que ofrecerá el domingo 24 de agosto a sus lectores, junto con el ejemplar del periódico y de forma gratuita.
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