Diego Esquinas, el guardián de la Esperanza entre Málaga y Roma: «Ha sido una experiencia inigualable»

«Ha sido una experiencia inigualable. Mira que he tenido contactos con la virgen de momentos únicos, pero salir con Ella desde Málaga y venir hasta Roma ha sido inigualable». Quien así se expresa con la emoción de los momentos vividos es Diego Esquinas, el archicofrade que fue designado por la corporación perchelera para acompañar durante cuatro días por carretera a la Virgen de la Esperanza desde su basílica hasta San Pedro del Vaticano pasando por el sevillano barrio de Triana para recoger al Cristo de la Expiración (El Cachorro).

Esquinas atiende a SUR en la capital italiana tras una experiencia «impresionante» pero también «preocupante» por la responsabilidad que suponía ser el 'guardián' de la Esperanza durante el traslado y que no hubiera ningún imprevisto. «Hasta el momento en que llegas aquí (Roma) y ya abres donde Ella venía y ves que está perfecta, ahí llega el instante donde te derrumbas y das gracias a Dios por que todo haya ido bien», relata.

Durante el trayecto, el que fuera primer teniente de hermano mayor y exmayordomo de trono de la virgen fue junto al prioste de la Archicofradía del Cachorro y un conductor en un furgón que formó parte de la comitiva compuesta por el camión de la empresa especializada en el traslado de obras de arte DSV donde viajaron la Esperanza y el Cachorro y por la furgoneta de la escolta de seguridad con agentes de una empresa privada «armados» y que se fueron relevando a su paso por los tres países por los que transitó la caravana: España, Francia, Italia y El Vaticano.

«Salimos de Málaga a las 6 de la mañana de un sábado y llegamos a Sevilla, donde al día siguiente, cargamos al Cachorro y nos fuimos a Barcelona; en total 1.100 kilometros. Al día siguiente salimos de Barcelona y cruzamos la frontera en La Jonquera y nos quedamos en Génova, lo que hizo otros 950 kilómetros. El martes que pensábamos que podíamos salir más tarde, nos llamaron porque teníamos que estar en El Vaticano a las 4 de la tarde, por lo que hicimos algo más de 600 kilómetros», narra.

Kilómetros y kilómetros de carretera que dan para «pensar en muchas cosas», según Diego Esquinas. «Te acuerdas de tu familia, de tu gente, de la responsabilidad que te han dado y de que soy un privilegiado porque me han dado la oportunidad de venir con Ella. Son muchas las cosas que se te pasan por la cabeza», afirma.

Pensamientos que ahora compartirán protagonismo con los recuerdos de estos días históricos vividos en Roma cuando acompañe a la Virgen de la Esperanza en su regreso desde la capital italiana a la Catedral de Málaga. «Ahora en el camino de regreso nos cambian en el recorrido por motivos de seguridad y no sé cuál será«, apostilla.

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