Derroche de fe y devoción en la salida extraordinaria de la Virgen de la Paz

En un guiño a los orígenes de la cofradía, la Virgen de la Paz salió en su trono del Jueves Santo desde la casa hermandad del Rocío, en pleno corazón del barrio victoriano y completamente engalanada para la ocasión, tras haber permanecido desde el pasado domingo en besamanos en el santuario de la Victoria, donde se fundó la corporación.

Desde la salida, el público disfrutó de la cantidad de momentos de interés que tuvo la procesión. A las siete de la tarde la comitiva, compuesta de hermanos con velas y la representación de hermandades victorianas con sus guiones, inició el itinerario, mientras intervino la coral polifónica de la corporación, que entonó el Himno del Centenario, compuesto por Pablo Ruiz. Posteriormente, la imagen salió a los sones de 'La Virgen de la Paz' y 'Pax Malacitana', marchas interpretadas por la banda de música Nuestra Señora de la Paz, que acompañó a la Dolorosa tras el trono durante el recorrido, y cohetes, tras los primeros toques de campana a cargo del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. A continuación, se produjo la primera de las petaladas de la jornada, y tras ganar unos metros en la calle, se paró el trono y desde un balcón de Cristo de la Epidemia el cofrade Antonio Márquez recitó un poema dedicado a la Dolorosa que precedió a una nueva petalada en la misma vía con la pieza 'Coronación', de Manuel Marvizón. Hecho que volvió a repertirse una hora después delante de la casa hermandad del Monte Calvario, en la calle Fernando el Católico, que decoró su fachada y una representación de la entidad recibió a la imagen con el guión corporativo, y sonó 'Esperanza de Triana Coronada' y se meció el trono.

La imagen lució una nueva toca de sobremanto, bordada por José Miguel Pages Portillo y Rosario Jurado Fernández en el taller de la hermandad, con diseño de Álvaro Abril, que fue bendecida este jueves durante la celebración de la misa conmemorativa del centenario en el santuario de la Victoria. También llevó un rosario en filigrana dorada, regalado por sus camareras, y el trono exhibió la restauración y el plateado de sus cuatro arbotantes, ejecutados en los talleres Herpoplat, de Córdoba, y un exorno floral de rosas, orquídeas, bouvardia, lisianthus, nardos, helecho coral y solidago.

Antes de abandonar la Victoria, la emoción volvió a suscitarse en otros puntos como en los aledaños del santuario con los cantes y bailes por malagueñas de la Asociación Cultural Marisol Egea, y el trono giró 360 grados para despedirse de la patrona de Málaga, cuando se estrenó la marcha 'La Madre de Salvador', de Óscar Mosteiro, y en el Compás de la Victoria la formación musical también interpretó otra novedad: 'El Día del Señor', compuesta por Alfonso López Cortés. Asimismo, a su paso por la iglesia de San Lázaro se interpretó 'Puerta del Cielo', de Francisco Javier Criado; y hubo otra petalada junto a la capilla callejera de la Cofradía del Rescate. La música siguió estando muy presente en este enclave, abarrotado de público, con 'María Santísima del Amparo', de José Antonio Molero, y con las actuaciones, por malagueñas, de Laura Cebrián y la Asociación Músico Cultural Coros y Danzas de Mijas, ante la sede de la Federación de Peñas La Alcazaba, o por sevillanas, a cargo de Miguel Ángel Fernández, delante de la casa hermandad de la Cofradía de El Rico, con una letra que hizo un repaso por las cuatro sedes que ha tenido la hermandad: el santuario de la Victoria, la capilla de la estación, la parroquia de los Mártires y la parroquia de Santo Domingo.

Ya en Alcazabilla, donde se llevó a cabo el relevo de los 256 hombres de trono en cada uno de los dos turnos junto al cine Albéniz, hubo otra gran petalada de flores y aleluyas a la Virgen de la Paz de las cofradías del Sepulcro, Viñeros, Salutación, Santa Cruz y Dolores del Puente desde la sede de la corporación del Viernes Santo. Parte de las flores fueron las que estuvieron en el velatorio y en el entierro de Augusto Pansard, pregonero de la Semana Santa de Málaga de 2024, que falleció este viernes, por expreso deseo de la familia.

El salón de tronos estuvo presidido por un altar efímero con una Dolorosa que la hermandad oficial de la ciudad conserva en sus columbarios. La imagen lució un atavío cuyos elementos fueron cedidos por cada una de estas hermandades. Así, el rostrillo era del Sepulcro, la corona, de Salutación; el manto, de Dolores del Puente; el broche con el corazón traspasado en el pecho, de Santa Cruz; y la saya, de Viñeros. Desde un balcón de la casa hermandad, el cantaor de Sanlúcar de Barrameda Jesús Cruz cantó una sevillana inédita que le ha compuesto a la imagen expresamente para esta ocasión especial.

Pero uno de los momentos más esperados y que concitó a cientos de personas fue el paso por la calle Larios sobre una alfombra de sal gorda y durante la cual el trono no bajó con las marchas 'Pasan los Campanilleros', 'Cuando pasa la Esperanza', 'Coronación' y 'El día del Señor'. Con más de 6.000 kilos de esta sustancia, tintada de colores rojos intensos, azules, ocres y oro, esta ofrenda de la Hermandad de la Sagrada Cena junto a los jóvenes cofrades de Málaga «por el cese de las guerras en el mundo y en solidaridad y apoyo a los niños y jóvenes que están sufriendo», avanzó la Dolorosa en el tramo comprendido entre la calle Strachan y la plaza de la Constitución, donde se interpretó una sevillana. El diseño de la alfombra, inspirado en motivos ornamentales marianos, ha sido una idea de David Calleja, cuarto teniente de alcalde y concejal de Fiestas, Comercio y Hostelería de El Puerto de Santa María. Y es la empresa Chalupa, de este municipio gaditano, la que ha donado la sal de Salinas Santa María.

Ya entrada la madrugada, se llevó a cabo otra petalada en la calle Especería con 'Rosario de Montesión', de Juan Vázquez, y la marcha cantada 'Danos tu Paz', de José Luis Pérez Zambrana, cantada por miembros de la banda y por los hermanos, en la curva de Cisneros con Fajardo.

Aunque el encierro también estuvo marcado por el cante por bulerías de Miguel Ángel Fernández, cantaor de Vélez-Málaga, y una última gran petalada desde los balcones de la casa hermandad, en el entorno de la calle Compañía, la cual ha pasado a denominarse plazuela Virgen de la Paz desde que fue inaugurada por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, durante la mañana del mismo sábado, además del broche, con las marchas 'El día del Señor' y 'La Virgen de la Paz', a una jornada histórica con momentos inolvidables.