El culebrón de las elecciones en la Humillación: El Obispado las da ahora por válidas tras retirarse de la lista ganadora un casado por lo civil

El pasado 20 de enero se celebró finalmente el cabildo de elecciones en esta corporación del Martes Santo. Resultó ganadora la lista encabezada por Rafael Retana, que cosechó 209 votos frente a la de Ricardo de las Peñas, que obtuvo 176. También se contabilizaron dos papeletas en blanco y un voto nulo.

Tras los comicios, la lista perdedora, la de Ricardo de las Peñas, presentó impugnaciones en el Obispado para que diera por nulo el cabildo de elecciones celebrado. Alegaron supuestas irregularidades respecto al censo de hermanos, entre otras cuestiones. Sin embargo, el vicario general, Antonio Coronado, emitió el pasado 7 de febrero un decreto en el que desestimó aquella impugnación por considerarla fuera de plazo y rechazar sus argumentos. De este modo, la diócesis consideró válidas las elecciones.

No conformes con esto, los miembros de la candidatura de Ricardo de las Peñas presentaron ante el Obispado un recurso en el que, no solo reiteraban cuestiones de su anterior impugnación, sino que también señalaban a uno de los candidatos a teniente hermano mayor de la lista de Rafael Retana. Así, advirtieron al Obispado de que esa persona está «casado por lo civil», por lo que no cumple «lo que establece la Santa Madre Iglesia, haber contraído matrimonio por la Iglesia».

Tras este nuevo escrito de la lista de De las Peñas, el obispo, Jesús Catalá, emitió el pasado 21 de marzo un decreto en el que, después de conocer la situación personal de ese candidato a segundo teniente hermano mayor, acordó declarar nulo el cabildo de elecciones del pasado 20 de enero, así como el proceso electoral seguido hasta entonces. Además, obligaba a repetirlo desde el principio, tras la pasada Semana Santa, con una comisión electoral que sea diferente de la que gestionó el proceso anulado.

Tanto la lista de Retana como la de De las Peñas presentaron sendos escritos de enmienda respecto a este último decreto de la diócesis, que finalmente ha emitido un nuevo decreto en el que vuelve a cambiar de postura y da por válido el cabildo de elecciones del pasado 20 de enero. Este nuevo posicionamiento del Obispado se produce después de que la candidatura de Retana argumentara que el candidato a segundo teniente hermano mayor había mostrado su «arrepentimiento» por haber demorado su matrimonio eclesiástico e informara de que está inscrito en cursos de formación para casarse por la Iglesia el 5 de noviembre de este año. Además, se mostró dispuesto a renunciar a su elección para el puesto, que no es un cargo de obligatoria designación para la lista.

Ante este planteamiento, la diócesis admite ahora que la situación personal de ese candidato «era públicamente conocida» porque desempeñó el cargo de teniente hermano mayor «en periodos anteriores»; y que la lista de Ricardo de las Peñas no utilizó esta circunstancia en contra de Rafael Retana hasta que no resultó perdedora en las elecciones del pasado 20 de enero. De este modo, el Obispado considera ahora que esa impugnación «es extemporánea, pues debieron formularla en el momento de la proclamación de las candidaturas».

Asimismo, la diócesis admite que el cargo de segundo teniente hermano mayor «no es obligatorio en las candidaturas», y también señala que «el resultado de las elecciones es manifiestamente favorable a la candidatura del señor Retana». Por ello, en un nuevo decreto, el obispo desestima la enmienda de Ricardo de las Peñas, revoca el anterior decreto del 21 de marzo que anulaba las elecciones, las da ahora por válidas, y autoriza a la toma de posesión de la lista ganadora de Rafael Retana. No obstante, deja en suspenso el acceso al cargo del candidato a segundo teniente hermano mayor hasta que contraiga matrimonio por la Iglesia y lo acredite ante la delegación de Hermandades y Cofradías, «debiendo solicitar se autorice por la autoridad eclesiástica su proclamación y toma de posesión, en cuyo momento se decidirá la procedencia o no de la misma», señala el decreto de Catalá del pasado 24 de abril.

Ante esta nueva resolución del Obispado cabe la presentación de un recurso jerárquico. ¿Acaba aquí el culebrón de las elecciones en la Cofradía de la Humillación y la Estrella? Solo el tiempo lo dirá.