El cartel de la Semana Santa de Málaga de 2025, protagonizado por la Virgen del Rocío y el Cristo de la Redención

Martín Mena ha compuesto una obra cargada de simbolismo que invita a reflexionar sobre la fe, la tradición y la identidad malagueña con la aparición de representaciones como el mar, la Catedral o las biznagas y para cuya elaboración ha utilizado una técnica mixta sobre papel de algodón encolado donde combina materiales como el café, la sal, el grafito, la acuarela, el acrílico y el bolígrafo, que aportan texturas y matices que enriquecen la composición y contribuyen a su narrativa visual.

Una obra que se organiza en torno a tres figuras que equilibran los planos y guían la mirada del espectador: en el centro aparece la Virgen del Rocío representada en un triángulo ascendente que remite a lo sagrado; la línea horizontal del confín del mar, que conecta lo celestial con lo terrenal, y la verticalidad de la torre de la Catedral, que actúa como un retablo natural que enmarca a La Novia de Málaga. Un esquema geométrico que busca reforzar el equilibrio entre las dimensiones espiritual y terrenal, según ha explicado el autor.

En el plano conceptual, la obra despliega un variado universo simbólico. Así, la Virgen del Rocío emerge desde el horizonte marino como un faro de luz y esperanza, figurando la acogedora esencia de la ciudad. A su lado, dos velas con cera rizada -un elemento este que no es característico de Málaga- se transforman en biznaga como homenaje a la primavera malagueña y representación de la vida que renace en contraposición al sacrificio que se conmemora en la Pasión de Jesucristo.

En la zona central aparece un elemento ambiguo que puede interpretarse como un sudario, un paño de la Verónica o un cartel dentro del cartel donde se proyecta de forma inmaterial la imagen del Cristo de la Redención, eje de la Pasión, que conecta el sacrificio de Cristo con la fe de los cofrades malagueños.

En cuanto a los colores, en la obra se observa una variada paleta reflejo del paisaje malagueño con tonos tierra, ocres, azules grisáceos y los blancos y dorados del palio de la Virgen del Rocío. De entre esta variedad cromática sobresale el clavel rojo -tan vinculado a La Novia de Málaga- que simboliza la pasión y conecta emocionalmente con el público, representando al cofrade malagueño y su amor por la Semana Santa.

El cartel, que desde este viernes estará expuesto en el Centro Cultural Fundación Unicaja en la plaza el Obispo, se completa con una tipografía modernista que introduce dinamismo y refuerza el equilibrio entre tradición y modernidad, mientras que la torre de la Catedral, representada como una silueta tenue en el fondo, une el cielo y la tierra.

«La obra celebra la Semana Santa y captura la esencia de Málaga, una ciudad que vive su fe entre contrastes: la solemnidad de la Pasión y la alegría de la primavera, la apertura del mar y la estabilidad de la tierra, la tradición que perdura y la modernidad que la enriquece. Es un homenaje a su identidad, a su gente y a su forma única de vivir el amor, el sacrificio y la esperanza», según ha subrayado el autor.

Una composición que ha sido presentada por el estudioso cofrade y directivo de grandes almacenes Enrique Guevara, quien en una intervención donde ha demostrado sus dotes como pregonero, ha destacado: «Este cartel nos habla de Resurrección, del sentido de nuestra Semana Santa, del puente que hemos de cruzar irremediablemente y que nos desembocará en la vorágine que nos envolverá día a día hasta concluir en la explosión que nos ha de llevar a la gloria. La Novia de Málaga nos trae de su mano toda la Pasión, Muerte y Resurrección encofradas en la imagen del Santísimo Cristo de la Redención, como la mayor tarea de evangelización que se da en nuestras latitudes».

Guevara ha enfatizado que en la obra de Martín Mena destaca la temática cofrade «enfocándola desde una perspectiva actual e innovadora, renovando escenas costumbristas y traslandándolas a un ambiente onírico donde el más puro realismo es reinterpretado por su inagotable imaginación».

El acto, conducido por la comunicadora cofrade Raquel Espejo, lo ha abierto el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, José Carlos Garín, quien ha remarcado que el cartel de este año surge de la paleta y la inspiración de un artista «consagrado en el arte de la cartelística cofrade, pero que hoy más que nunca se muestra en su esencia más personal». En su intervención, ha pedido a los cofrades «unidad y coherencia» así como «humildad, abogando por la ausencia de protagonismos personales» y escuchar a los hermanos «especialmente los jóvenes».

Entre las autoridades presentes que han tomado la palabra, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y portavoz de la Junta de Andalucía, Carolina España, ha afirmado que «Málaga tiene prisa por volver a ser feliz viviendo su Semana Santa» y de ahí que cuando aún no se han apagado los ecos de las fiestas navideñas ya se anuncia lo que está por vivir en la primavera.

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha calificado de «obra maestra» un cartel con el que Martín Mena entra en la historia cofrade de Málaga y ha puesto en valor la labor que desarrollan las cofradías, mientras que el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, ha definido como «espléndida» la obra anunciadora de la Semana Santa y ha calificado de «acierto» la elección del pintor y del presentador de la obra.

Mientras que el director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral, ha agradecido a la Agrupación que siga confiando en la entidad como patrocinador y ha afirmado que la presentación del cartel se ha convertido «en un ritual imprescindible y de alto valor social y cultural para la ciudad. Un acto que un año más conjuga el arte, la historia y el sentimiento que han hecho de la Semana Santa una de las expresiones más emotivas y genuinas de España».