Málaga reivindica la Semana Santa más castiza en su cartel para este año

El cartel, según su autor, está dedicado a los cofrades y a todos aquellos que hacen posible la Semana Santa de Málaga y a través del mismo quiere contarle al mundo «nuestra historia, nuestra identidad y nuestro patrimonio, material y humano». «Quiero que, a través de este cartel se pueda tanto anunciar la Semana Santa malagueña como homenajear a las decenas de miles de personas que hacen posible que la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo no sólo nos identifique como cristianos, sino también como malagueños», subraya.

La escena muestra a una mujer de mantilla asomada a un balcón contemplando el paso de una procesión por la calle Císter. Marina, la hermana del Pablo Cortés del Pueblo ha sido la musa para la obra y aprieta sobre su pecho tres claveles rojos que representan a Jesús Cautivo, baluarte de la devoción popular malagueña. El atuendo de la mantilla evoca parte del ajuar de la Virgen del Amor, de la que el cartelista es vestidor y el rosario de cuentas de nácar es el de la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos de la Cofradía de la Sentencia.

Desde ese balcón, con una composición arquitectónica inspirada en los grandes edificios modernistas de la ciudad, se dispone un amplio abanico de flores y plantas que pretenden presentar a Málaga como jardín del Edén y que junto a las aves que se ven en la composición representan alegóricamente a las hermandades malagueñas. Así se observa el olivo (Prendimiento); el laurel (Misericordia); la golondrina (Amor); la rosa blanca (Pasión); la rosa rosa (Monte Calvario); la azucenas blancas (Rico, Estudiantes, Rescate, Huerto y Dolores del Puente); el clavel en su distintos colores; blanco (Rocío); rosa pálido (Sentencia); rojo (Humildad); sangre de toro (Penas); salmón (Salutación); rojo (Servitas); rosa palo (Dulce Nombre); rosa (Santo Traslado); el cardo (Santa Cruz); las calas blancas (Mena y Sepulcro); la oreja de elefante rosa (Estrella); el lilium malva (Sangre); la flor del árbol de la orquídea (Descendimiento); los lirios morados (Crucifixión, Dolores de San Juan, Piedad y Nueva Esperanza); el romero (Esperanza); la espiga (Cena); las prímulas (Fusionadas); la azucena del mar (Mediadora); la rosa amarilla (Pollinica); la salamandra (Humildad y Paciencia); la vid (Viñeros); la rosa roja (Zamarrilla); los gladiolos (Gitanos y Salud); la paloma (Puente y Paloma); la buganvilla (Expiración) y el clavel rojo (Cautivo).

La imagen de la mantilla parte en dos el cuadro para presentarnos sendas escenas. En el lado izquierdo aparece el trono de la Virgen del Amor y se pueden ver a los nazarenos, acólitos y portadores, así como el público. Entre estos últimos, Pablo Cortés del Pueblo pinta algunos rostros conocidos como los de los cartelistas de los últimos años Francisco Naranjo, Fernando Prini y José Antonio Jiménez y más atrás tres «ejemplos» de albaceas vinculados a la Cofradía de El Rico y que ya han fallecido: Jesús Castellanos, Jesús Frías y Fernando Ceballos. Con la presencia de este último tridente el autor no sólo quiere homenajearlo a ellos sino que también se vean reflejados «todos esos hombres y mujeres, de cualquier edad,que se desviven y trabajan incansablemente en sus albacerías y le dan verdadero sentido a la palabra 'hermandad'». En esa parte del cartel también se ve un micrófono en homenaje a la labor de los medios de comunicación.

En el lado derecho de la obra se ve el banderín de la banda de música de Mena (un guiño al papel de los músicos en los desfiles procesionales) y se vislumbra el trono del Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario envuelto en una nube de incienso en su regreso a la Victoria. En un homenaje a los barrios cofrades de la ciudad, aparecen reflejadas las torres de Santo Domingo (Perchel), San Pablo (Trinidad) y San Juan, los Mártires, el Santo Cristo, la Constitución y Santiago (Centro).

En cuanto Málaga corona el cartel con una tipografía para el autor representa a la ciudad en la historia de la cartelería. En el faldón inferior, de líneas más clásicas, pretende dar rotundidad a un cartel que bebe del pasado para traernos al presente, recuperando la expresión 'Suntuosas procesiones' de los carteles históricos de los años veinte del pasado siglo.

Pablo Cortés del Pueblo aseguró que este cartel ha sido «el mayor reto» de su carrera y lo definió como «un relicario, donde he dejado parte de mi alma para siempre». «Es un cartel lleno de amor que le quiero regalar a los míos y los malagueños», dijo.

La obra fue presentada por el cofrade Gonzalo Otalecu, quien en un lírico texto hizo un recorrido por la trayectoria artística de Pablo Cortés del Pueblo y de la obra hizo hincapié en que es «una caricia tan añeja y actual, tan del antes y del ahora, tan soberbia» donde el artista ha plasmado «sus glorias y pensamientos» sobre madera.

En su última intervención en este acto de presentación del cartel oficial como presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, hizo un reconocimiento a los cofrades que han hecho posible «el crecimiento, evolución y mejora» del mundo cofrade malagueño y subrayó que si la de 2022 fue la Semana Santa del reencuentro la de este año será la de «la normalidad».

«Los cofrades de Málaga demuestran año a año su fortaleza, compromiso y amor por la Semana Santa. Como lo llevan haciendo durante siglos, conformando un universo admirable del que siempre tendremos que aprender», remarcó Atencia.

La directora de Actividades Culturales de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido, mostró el compromiso de la entidad con las cofradías y destacó que el cartelismo cofrade es ya «un género propio dentro de las Bellas Artes».

De «suntuoso, magnífico y excelente» catalogó Francisco Salado, presidente de la Diputación, el cartel anunciador, donde, a su juicio, «todos nos sentimos identificados». «Has estado a la altura de la mejor Semana Santa del mundo que es la de Málaga», manifestó, al tiempo que reiteró el apoyo de la institución provincial con la cofradía.

En la misma línea, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, calificó de «magnífico» el cartel y puso en valor la labor que desarrollan las cofradías en el ámbito cultural, religioso y caritativo. Asimismo, animó a los cofrades a seguir en su actual línea «para que cada años nos podamos sentirnos cada año más orgullosos» de las cofradías.