Álvaro Guardiola: «La Cofradía del Amor no se abriría al Sábado Santo; desde su fundación sale el viernes»

Su ingreso en el Amor arrancó en 2001, «gracias a la vinculación de la cofradía con el colegio de los Hermanos Maristas, donde estudié», recuerda Guardiola. «Desde pequeño siempre tuve inquietud por el mundo de las cofradías y, en esa disyuntiva, apareció Federico Fernández Basurte, exhermano mayor del Amor, hoy director del centro educativo, además de mi padre, Juan Carlos Guardiola, que es profesor de Maristas», subraya Álvaro Guardiola, quien, a lo largo de los últimos años, ha ejercido las funciones de albacea de Culto y primer teniente hermano mayor, «siempre en la etapa de Cari Ledesma», indica, y, durante la procesión, ha hecho lo propio como capataz y mayordomo de trono del Crucificado del Amor.

-¿Por qué se presentó al cargo de hermano mayor?

-Sobre todo, por devolver a la cofradía todo lo que me ha dado estos años. Surgió, además, la necesidad de buscar un hermano mayor y en esa necesidad, brotó la vocación de servicio.

-Echando la mirada atrás, podemos afirmar que el Amor es una cofradía estable. ¿No es así?

-Efectivamente. Nuestra cofradía, gracias a Dios, es muy estable. Además, tenemos la suerte, incluso, de mantener a exhermanos mayores en la propia junta de gobierno y en el día a día de la hermandad, algo que no siempre sucede. Lógicamente, en la cofradía hay distintas opiniones y es sano debatir, pero la estabilidad nos caracteriza y seguimos trabajando en ella, porque ésta no llega sola. Ponemos siempre en valor el trabajo de los hermanos que han estado y los que están.

-¿Qué exhermanos mayores continúan?

-Bueno, los que están en vida. Alfonso Sell, Federico Fernández Basurte, Francis Cantos y Mari Carmen Ledesma. Cari es la primera teniente hermana mayor y los demás son vocales del centenario, además de formar parte del consejo de la hermandad.

-Ahora que menciona el centenario, en 2023 celebrarán esta efeméride. ¿Qué tienen pensado para entonces?

-La anterior junta de gobierno ya estaba trabajando en el proyecto del centenario, y ahora nos toca a nosotros. Es algo muy importante. Implica la historia de muchas personas que han pasado por la hermandad.

-Aunque todavía se ve lejos, ¿nos podría adelantar algo?

-Como decía, estamos trabajando en esta conmemoración. Está claro que tendremos una parte caritativa, que será importante. También pondremos en valor la historia y la divulgaremos, y en el aspecto cultual y de procesión, aspiramos a celebrar un culto extraordinario.

-O sea, que veremos al Cristo del Amor en procesión extraordinaria, ¿verdad?

-Nos gustaría, claro que sí. A ser posible, nos encantaría que el Cristo bajara al Centro para llevarlo a la Catedral. Además, el año del centenario coincide con el 75.º aniversario de la bendición de la Virgen de la Caridad, así que será un año muy completo.

-Habla de entrar en la Catedral. ¿Y el Viernes Santo?

-No es posible, sobre todo, por las dimensiones del trono de la Virgen. Para nosotros entrar en la Catedral el Viernes Santo sería algo precioso, pero es inviable a día de hoy. Dios quisiera que la pudiéramos hacer, aunque las dimensiones mandan. De todos modos, hacemos un recorrido por las calles de Málaga que cobra sentido, evangelizando, aunque no entremos en la Catedral.

-¿Cuál es su proyecto de hermandad?

-Quiero mantener la hermandad unida, que se abra más al barrio, a nuestra parroquia, a las entidades vinculadas, los colegios de los Hermanos Maristas y Los Olivos, y, por supuesto, nunca desatender la obra social, que nosotros la entendemos como algo fundamental. En definitiva, que seamos cristianos comprometidos.

-Por cierto, ¿cómo es hoy día la vinculación con los colegios de los Hermanos Maristas y Los Olivos?

-Después de muchos años, seguimos manteniendo la vinculación con Los Maristas y Los Olivos. Es efectiva. De hecho, un alto porcentaje de nazarenos y hombres de trono se nutre de alumnos y antiguos alumnos de los dos colegios. Es algo de lo que nos sentimos muy orgullosos. Insisto en que yo me acerco al Amor y la Caridad por el colegio de los Hermanos Maristas. Estamos, incluso, intentando potenciar aún más esa relación.

-¿Se mantiene la costumbre de que los vinculados a Los Maristas salen con el Cristo del Amor y los que vienen de Los Olivos, con la Virgen de la Caridad?

-Sí, fundamentalmente, aunque siempre hay alguno que viene de Los Maristas y se va con la Virgen y otros que, de Los Olivos, salen con el Cristo. No obstante, esto ocurre en menor medida. Casi siempre, los de Los Maristas salen con el Cristo del Amor y los de Los Olivos, con la Virgen de la Caridad, siguiendo la costumbre.

-Residir en el santuario de la Victoria tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Un inconveniente podría ser que los cultos de las cofradías establecidas allí no presiden el altar mayor, algo que sí ocurría antaño. ¿No lo ve así?

-Nosotros estamos orgullosos de estar en el santuario de la Victoria. Antes estuvimos en la capilla castrense colindante a la Victoria. Es normal que a un cofrade le guste ver a su imagen titular presidiendo el altar mayor, pero entendemos que es la Patrona e igual que amamos a nuestros titulares, amamos a nuestra Patrona de Málaga. El santuario es centro de peregrinación de muchas personas, que es algo muy positivo. Ojalá, cara al centenario, podamos ver a nuestro Cristo en el altar mayor. De todas formas, sí ha estado en un lado del altar mayor, pero lo importante es que los hermanos acudan a los cultos. Se pueden hacer montajes espectaculares, con mucha cera..., pero recalco que lo importante es que los hermanos acudan y participen en sus cofradías.

-¿Para cuándo el nuevo trono, ideado por Fernando Prini?

-Estamos trabajando en este proyecto. Ahora mismo estamos pidiendo presupuestos a los artistas y artesanos para, próximamente, convocar un cabildo para aprobar el presupuesto y la forma de financiación. Nos gustaría que estuviese terminado para 2024, para que coincida con el año del centenario, que arrancaría en mayo de 2023. Incluso, que saliera ya con el nuevo trono en la salida extraordinaria.

-¿La pandemia ha frenado la realización del trono?

-Sí, ha retrasado su ejecución. Si no hubiera estado la pandemia de por medio, posiblemente, el trono ya estaría para 2022.

-¿Tienen ya en mente quiénes ejecutarán el nuevo trono del Crucificado del Amor?

-Estamos valorando distintos artistas y, luego, tendrá que pasar por el cabildo de hermanos. Sí nos gustaría que se realizase íntegramente en Málaga, porque, por una parte, daríamos trabajo a familias malagueñas y, por otra, sería más fácil hacer su seguimiento. El proyecto patrimonial principal pasa por el trono del Cristo.

-Desde hace años hay voces a favor de un Sábado Santo procesional en Málaga, aunque es sabido que es un día alitúrgico. ¿Cómo ve este asunto?

-Como bien dice, el Sábado Santo es un día alitúrgico. Por tanto, veo difícil que pueda variar esta situación. Creo que nuestra cofradía no se abriría al Sábado Santo, ya que la hermandad, desde su fundación, en 1923, es de Viernes Santo y celebramos el día en que Cristo muere en la cruz. Si la Iglesia abre esa posibilidad, aunque no lo creo, porque tiene una fundamentación que yo, personalmente, comparto, pues bueno, claro está que apoyaríamos a las cofradías que quisieran salir ese día, pero insisto en que no creo que se dé el caso.

-El Viernes Santo siempre ha sido un día complicado a la hora de captar portadores y nazarenos. ¿Le afecta también a la Cofradía del Amor?

-La actual junta de gobierno se encuentra ya trabajando en cómo vamos a afrontar esta nueva etapa generada por la pandemia. Es cierto que el Viernes Santo es una jornada complicada, porque ya estamos cansados de toda una Semana Santa y, en nuestro caso, estamos muchas horas en la calle. Ahora trabajamos en no solo mantener, sino también en sumar nuevos hermanos. Hay que cuidar al hermano.

-¿Y a qué conclusión han llegado? ¿Qué van a hacer para captar hermanos?

-Abriremos los tiempos de reparto y nos acercaremos más a esas dos realidades que tenemos, como son los colegios de los Hermanos Maristas y Los Olivos. También hay que ser más flexibles en las cuotas de los hermanos. Hay cofrades que, a lo mejor, tienen dos años pendientes y será más complicado para ellos. Hay que cuidar a las familias, insisto.

-Defina a la Cofradía del Amor.

-Es una cofradía parroquial. Nos caracterizamos por ese sentido eclesial. Eso se traduce en un lenguaje que, quizá, es distinto al de otras cofradías.

-Ahora que menciona el sentido eclesial, ¿qué tal con los cursos de formación a los hermanos mayores impuestos por el Obispado?

-Yo creo que eran necesarios. Para ejercer una serie de cargos, es precisa una formación para saber la razón de nuestra fe. El hecho de hacer un examen no vende mucho, pero es necesaria una eclesiología más amplia y no nos debemos quedar solo en las propias cofradías.

-Para 2022, si la pandemia lo permite, ¿estiman cambios en el recorrido procesional?

-Nosotros acabamos muy contentos con el nuevo recorrido oficial, puesto en práctica en 2019. Puliremos algunos detalles, pero estamos cómodos en nuestro sitio.

-Por cierto, ¿qué me puede decir de la procesión magna?

-Por motivos personales, no pude verla completa. Llegué al final, pero, por lo que pude ver, salió bastante bien.

-El Cristo del Amor y la Dolorosa preside una de las capillas de la Catedral con motivo de la exposición 'El verbo encarnado'. ¿Satisfecho con el resultado?

-Estamos profundamente contentos. Es cierto que, cuando se explicaron las tres partes del centenario, la magna, la veneración de las imágenes y el vía crucis, podía parecer que los que participábamos de esa veneración éramos los de tercera fila y los que menos repercusión íbamos a tener, pero nosotros, desde un principio, creíamos en el proyecto y ahora estamos completamente satisfechos, porque, por delante de nuestros titulares, han pasado miles de personas y eso es lo importante. Es la razón de ser de nuestra cofradía: acercar el Señor y la Virgen a los fieles y qué mejor que haber estado en la Catedral durante este tiempo.

-¿Cómo será el traslado de regreso?

-El Cristo irá en sus andas, pero de forma vertical, para que también vaya la Virgen de los Dolores a sus pies. En la bajada, por cuestiones de logística, porque fue todo tan precipitado, no tuvimos más remetido que sacar al Cristo y la Virgen por separados, pero ahora, en las mismas andas del Señor, irán las dos imágenes juntas.

-¿Y qué me dice del acompañamiento musical?

-Las cofradías hemos entendido que un traslado es un traslado y, por tanto, tenemos que ser medidos en el tipo de acompañamiento. Así que, iremos con capillas musicales, corales o escolanías. Es cierto que la idea original pasaba por sacar bandas, pero en una reunión se decidió que no era lo conveniente.

-Para terminar, ¿cómo ve la Semana Santa de Málaga en la actualidad?

-Creo que se encuentran en un momento muy importante de participación, pero tenemos que implicar más a los hermanos. Los malagueños responden a la llamada de las cofradías en la calle, pero las hermandades tenemos que trabajar más a la hora de aumentar la participación. A la vista está la magna, con éxito de público, pero algunas cofradías tuvieron problemas para llenar los varales de los tronos.

-¿Lo mejor de la Semana Santa de Málaga?

-Que no se cierra a un canon. La Semana Santa de Málaga ha bebido de tantas fuentes que la hacen muy rica.

-¿Y qué le falta?

-Quizá, ese sentido de pertenencia de cada cofrade a su cofradía. En otras provincias, hay familias enteras que pertenecen a una misma cofradía y aquí no siempre se da el caso.