El Resucitado cierra las procesiones de la Semana Santa de Málaga

Pese a que la mañana se desarrolló con nubes y viento, aunque salió el sol a ratos, los titulares de la Agrupación de Cofradías pudieron realizar hoy su recorrido por el Centro con brillantez. Entre el público se veían turistas tirando de maletas camino de sus lugares de origen. Imagen sintomática de que la Semana Santa llegaba a su fin con la resurrección de Jesús.

El cortejo, que salió a las 10 horas, lo abrió la cruz guía del ente agrupacional, flanqueada por dos faroles, seguida por la banda de cornetas y tambores de Bomberos, y las representaciones de las cofradías con sus guiones y otras insignias, que dieron una nota multicolor con sus respectivas túnicas, siendo las corporaciones del Domingo de Ramos, Lunes y Martes Santo las que figuraron en la sección del Señor, mientras que en la de la Virgen lo hicieron el resto. Seguidamente, la bandera de la Agrupación, portada por el hermano mayor de la Sentencia, José María Romero; el presidente agrupacional, Pablo Atencia; el delegado diocesano de Cofradías y Hermandades, Antonio Coronado; y los vicepresidentes de la entidad, Eduardo Rosell, José Carlos Garín y Emilio Betés, que precedían a los hermanos mayores, que portaban bastones, y a cuatro ciriales. El trono del Cristo, que fue llevado por varias mujeres, tuvo un exorno floral de rosas blancas. Los portadores lucieron túnicas blancas con el escudo de la Agrupación y cíngulo rojo, y en el de la Virgen con cíngulo celeste. La banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Carmen acompañó al Señor tras el trono.

Por su parte, la Virgen Reina de los Cielos, lució en su trono, precedido por diez nazarenos con velas, y túnicas y capirote blanco, y otros cuatro penitentes con bastones, un adorno floral de rosas, rosas de pitiminí, jacintos, flor de cera y astromenia rosa. Asimismo, estrenó un manto realizado en tisú de plata con forro celeste, ejecutado por Alicia Vallejo. A mediación de la Alameda Principal, la imagen fue mecida a los sones de la marcha procesional Virgen del Amparo, de José Antonio Molero; mientras que en Larios con Malagueña la Paloma, pieza compuesta por Rafael Hernández, que interpretó la banda de música de la Paz.

Como incidencia, un portador sufrió un percance en un pie con una de las patas del trono del Cristo cuando procesionaba en la curva de entrada a la Alameda, un hecho que también ocurrió la noche del Viernes Santo con un hombre de trono del Señor del Santo Sepulcro.

En la tribuna oficial presidió el obispo de Málaga, Jesús Catalá, acompañado de los ex presidentes de la Agrupación Francisco Fernández Verni, Francisco Toledo, Jesús Saborido, Clemente Solo, Eduardo Pastor y Rafael Recio, además del hermano mayor del Cautivo y el de los Patronos, Ignacio Castillo y Antonio Domínguez, respectivamente; y los concejales Teresa Porras y Francisco Pomares.

En el camino de regreso, a las 15 horas el Cristo Resucitado entraba en San Julián, que lucía un centro de flores en cada una de las hornacinas del pórtico del templo, y una petalada a la Virgen desde un balcón a unos cien metros de la sede canónica, ponía el broche a siete días cargados de emociones cofrades. La Virgen se encerró a las 15:29 horas tras complicadas maniobras de mayordomos y capataces para introducir el trono en el templo, debido a las reducidas dimensiones de la puerta, a los sones del himno nacional.