«Los filtros de las redes sociales hacen que mujeres que están bien se vean mal»

-¿Qué es la armonización facial?

- Un conjunto de técnicas individualizadas según las necesidades de cada paciente para resaltar la belleza natural de cada uno.

-¿Qué es lo que hace que un rostro se vea más atractivo?

-Es lo que transmitimos a la hora de mirarnos al espejo. Hay que valorar el rostro en conjunto, no centrándonos solo en un aspecto. Con el paso del tiempo se van perdiendo estructuras de soporte y volúmenes.

-¿Estéticamente es mejor parecer más jóvenes o estar bien con la edad que cada uno tenga?

-Hay que trabajar para estar lo mejor posible con la edad que tengamos, manteniendo una apariencia natural, lo más equilibrada posible. Cuando valoro a un paciente me gusta preguntarle qué ve cuando se mira al espejo, más que si le preocupa una arruga o un surco. Muchas veces lo que me dicen es que se ven tristes, cansados, que han perdido la frescura en la cara. Y con los tratamientos buscamos recuperar esa sensación de frescura.

-¿Cuáles son los principales tratamientos para conseguir esa armonización del rostro?

-Según la zona de la cara que queramos trabajar. En el tercio superior empleamos neuromoduladores para tratar las arruguitas que se van marcando al gesticular. Podemos mejorarlas, abrir la mirada y quitar el aspecto de cansancio; también recurrimos al ácido hialurónico en la zona del tercio superior para trabajar pequeñas arrugas o incluso para dar soporte a la cola de las cejas y abrir la mirada. La zona del pómulo es muy importante para el sostén del resto de facciones. A veces nos preocupan los surcos centrales o la zona del tercio inferior y el abordaje inicial no se centra en trabajar directamente esas zonas, sino que hay que recuperar y hacer puntos de sostén en la zona del pómulo, no para crear un rostro artificial, sino para recuperar esos compartimentos grasos y esos soportes que con el paso del tiempo se van perdiendo. También podemos mejorar la calidad de la piel con inductores de colágeno que redensifican la piel y trabajan la flacidez. Y como colofón final se puede trabajar la luminosidad con técnicas como peelings o mesoterapia. Al final se trata de trabajar en conjunto todas las facciones de la cara, incluso del labio, para recuperar estructura y jugosidad .

-¿Hay alternativas a los neuromodulares?

-Alternativa como tal, no, porque realmente el responsable de la arruga que se nos presenta en el tercio superior de la cara es el músculo al gesticular. Cuando hacemos el gesto de fruncir el ceño, de levantar las cejas… nosotros con los neuromoduladores buscamos relajar esa musculatura, de manera que no marquemos el gesto con tanta fuerza. Podemos tener alternativas en personas que no quieran pincharse para mejorar las arruguitas finas, pero no con la misma efectividad que tienen los neuromoduladores. A mí me gusta trabajar preventivamente, porque una vez que la arruga está muy marcada el neuromodulador ya no llega a quitarla del todo y hay que complementarlo con relleno de ácido hialurónico.

-Hay gente que tiene miedo a tener una expresión poco natural con neuromoduladores...

-Siempre hay que individualizar el patrón de tratamiento con cada persona. Les pedimos a los pacientes que gesticulen para ver cuál es el patrón de la musculatura, qué fuerza tienen, cuál es la forma de la ceja… valoramos la anatomía de cada persona para trabajar en unos puntos y con unas cantidades personalizadas en cada paciente, buscando un resultado natural.

-¿Para quien está indicado el ácido hialurónico?

-En el contexto de la armonización facial va enfocado a recuperar estructuras y compartimentos grasos que van desapareciendo con el tiempo. A veces por una pérdida muy grande de peso o por el propio proceso de envejecimiento se pierde hueso y hay un cambio en las estructuras faciales. El ácido hialurónico nos permite definir ese contorno y hacer el sostén. Además, el ácido hialurónico tiene la capacidad de hidratar, captar agua y estimular la formación de colágeno en esa zona. Los neuromoduladores duran entre tres y cinco meses y el ácido hialurónico, entre año y año y medio.

-¿Qué tratamientos hay para la estimulación del colágeno?

-Aparte de que el ácido hialurónico utilizamos la hidroxiapatita cálcica, que es más conocida como la marca comercial Radiesse. El resultado es muy natural y nos permite recuperar calidad de piel y la elasticidad.

-¿Hay que decir no a alguna petición de algún paciente?

-Hay casos en los que hay que decir que no, muchas veces por expectativas irreales, que no se van a cumplir con la medicina estética y necesitarían un procedimiento quirúrgico. Y otras veces porque vienen pidiendo un tratamiento para conseguir un resultado y vemos que para ese resultado concreto es mejor otro tratamiento. En esos casos es muy importante saber decir que no.

-¿A qué edad se recurre más a la medicina estética?

-Cada vez hay más gente joven, porque ahora la medicina estética está ya muy normalizada.

-¿Hay gente que tiene una imagen distorsionada de sí misma?

-Hay gente que sí tiene una imagen distorsionada, pacientes a las que incluso no les recomiendas hacer nada o algo muy sutil. Ahí también es muy importante el manejo de las expectativas. Los filtros de las redes sociales hacen que mujeres que están bien, que simplemente tienen pequeños signos que empiezan a notar, se vean mucho peor de lo que realmente están, porque piensan que todo eso que ven es la realidad y que al final son ellas las que no están a ese nivel.

-¿Previene el envejecimiento la gimnasia o yoga facial?

-Todo ayuda, ya sean ejercicios, rutina cosmética en casa, los hábitos de alimentación, pero no sustituye un tratamiento de medicina estética.