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Gabriel Ballesteros es el responsable de la unidad de arritmias del HLA El Ángel. Pedro Quero

Gabriel Ballesteros: «La fibrilación auricular, la arritmia más frecuente, es ya una epidemia mundial»

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El cardiólogo recuerda que este tipo de dolencias suelen la principal causa de infarto, aunque puede ser el resultado de otros problemas previos

Miércoles, 27 de marzo 2024, 00:54

El HLA El Ángel es un centro pionero en el tratamiento de las arritmias, ya que cuenta con una unidad específica que trabaja en equipo para diagnosticar y tratar uno de los problemas cardíacos más graves y que más fallecimientos provoca. Gabriel Ballesteros es su responsable.

-¿Qué es una arritmia?

-Las arritmias son un grupo muy grande de trastornos bastante diversos, en los cuales se engloba cualquier ritmo del corazón que no sea normal. Puede ser que el corazón se ponga extremadamente rápido o demasiado rápido para lo que la situación requiere; o todo lo contrario, que se ponga lento o incluso manteniendo una frecuencia normal que sea a su vez anormal en la forma en que se propaga en el corazón, en el latido. Son problemas eléctricos del corazón, fundamentalmente.

-¿Es una de las principales dolencias del corazón?

-Sí, dentro de los problemas del corazón tenemos cuatro o cinco grandes grupos: uno es todo el grupo de los infartos, de la cardiopatía isquémica y las anginas de pecho. Luego están los problemas de las válvulas; en otro grupo está el problema de que el corazón está débil; y el cuarto son las arritmias. A veces se entrelazan porque un problema de una válvula puede dar una arritmia, y una arritmia puede debilitar el corazón, con lo cual se combinan.

-¿Son las arritmias una de las causas de mortalidad principales cuando hablamos de dolencias del corazón?

-Concretamente es la causa más importante de muerte. Lo que pasa es que no siempre el problema principal está en la arritmia, sino que se convierte en el problema definitivo. Pero la muerte súbita cardíaca es la principal causa de muerte cardíaca, y la muerte cardíaca en general es la principal causa de muerte en el mundo desarrollado.

-¿Hay distintos tipos de arritmias?

-Sí. Pueden ser arritmias por bloqueos del corazón, que hacen que el corazón esté muy lento y entonces sea insuficiente la cantidad de sangre que bombea. Y después están las arritmias rápidas, que lo que hacen es que el corazón esté anormalmente rápido. Y dentro de esos dos grupos también son muy diversos, porque hay arritmias que son muy molestas, muy recurrentes, pero son benignas; y a su vez hay otras que son peligrosas para la vida, incluso a corto plazo.

-¿Hay una tipología más recurrente que otras?

-Sí, aunque afortunadamente las más peligrosas no son las más frecuentes. La arritmia más frecuente es la fibrilación auricular, que ya en el mundo ha llegado al rango de epidemia, de patología de primer orden de importancia de la salud pública.

-¿Tienen que ver con una herencia genética o más por el estilo de vida del paciente?

-Hay un poco de todo, hay gente que está predispuesta genéticamente y entonces aparece antes en el tiempo. Pero el gran grupo de personas con fibrilación auricular normalmente es gente que no tiene nada en particular. Está muy asociada al envejecimiento de los tejidos, al propio uso del corazón. Es verdad que las personas que tienen algunos malos hábitos de vida o que tienen algunas enfermedades, como puede ser la hipertensión, tienen más frecuencia de relación, pero hay otras personas que no. De hecho, hablando de estilos de vida, así como el deporte protege muy bien contra las enfermedades de las arterias del corazón, no necesariamente lo hace contra las arritmias.

-¿Por qué es necesario tener una unidad especializada de arritmias en un hospital?

-Fundamentalmente por la cantidad de de problemas que tienes que tener en mente y de las soluciones que tienes que ofrecer a las personas que la sufren. Los pacientes son bastante diferentes, y a su vez algunos de ellos tienen múltiples problemas. Hay que intentar solucionar todos los que podamos a través de tratamientos específicos que hay que dedicarse exclusivamente a realizarlos para poder hacerlos bien.

-En los últimos tiempos hemos visto problemas de corazón en muchos deportistas, algunos de los cuales, como el caso del Kun Agüero, les ha obligado a retirarse. ¿Hay más casos o es que ahora nos enteramos más?

-Yo creo que nos enteramos más y también los diagnosticamos mejor. Muchas veces producen muerte súbita y claro, la muerte súbita, cuando es por una arritmia, muchas veces no tiene ningún signo previo; o si los tiene, muchas veces pasan inadvertidos.

-¿Alguien que va a hacer deporte de mucha intensidad debería hacerse una revisión previa del corazón?

-El riesgo de muerte súbita en gente joven deportista lo concentran pocas personas. La mayor parte de la gente puede hacer deporte sin ningún problema y sin ningún control si no tiene ningún síntoma. Los que se dedican al deporte profesional hoy en día ya está bastante establecido que hay que hacerles controles, y con un control relativamente sencillo se pueden descartar la mayor parte de los casos. Siempre hay gente que no tiene nada y desarrolla algo concreto que no sabemos qué es, pero para la mayoría es suficiente con un electrocardiograma visto por un cardiólogo. Si una persona está asintomática y se encuentra bien, no tiene ningún otro problema. En cuanto a los síntomas, el más preocupante, aunque infrecuente son las pérdidas de conocimiento, sobre todo si se producen durante el deporte. Es ahí donde hay que extremar más la precaución.

-¿Qué otros síntomas producen las arritmias?

-Las palpitaciones son el síntoma más frecuente, o sea, la sensación de tener el corazón anormalmente rápido. O sea, si la persona está en medio de una maratón, pues es normal que el corazón vaya rápido. Es normal que cuando deja de hacer ejercicio tiene un tiempo que va bajando y es normal que quede un poquito alto hasta que se recupera completamente. Las arritmias no tienen esa buena regulación. La persona puede estar sentada mirando la televisión y de repente el corazón ponerse a 200 por minuto, eso casi seguro es una arritmia. Esa sensación de taquicardia inapropiada. A veces otros síntomas son más inespecíficos y más difíciles de valorar, como un cansancio importante.

-¿Hay alguna forma de prevenir las arritmias?

-Hasta cierto punto, no. Uno puede prevenir las enfermedades que hacen que el corazón funcione mal, pero las arritmias son propiamente por problemas eléctricos, muchas veces por pequeñas malformaciones cardíacas con las que una persona nace. Pueden pasar 30 años sin tener ningún síntoma y de repente empezar a tener arritmias. Eso sí, en la mayor parte de los casos tenemos tratamientos para curarlas y solucionarlas. Los medicamentos normalmente no las curan, pero pueden suprimirlas al menos hasta cierto punto. Hoy en día el único tratamiento que tenemos es lo que se conoce como ablación, que es con un catéter con el que llegamos hasta el corazón. No hay que abrir el pecho ni nada por el estilo, se busca el foco que provoca la arritmia y se aísla o se cauteriza.

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