Borrar
Enrique Pérez De la Blanca Marilú Báez
Jefe de reproducción asistida de Quirónsalud Málaga

Enrique Pérez De la Blanca: «La edad a la que la mujer quiere ser madre es ya la principal causa de infertilidad»

«No hay un límite de edad legal para la reproducción asistida, pero los ginecólogos lo ponemos a los 50 años por ética», afirma

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Miércoles, 31 de mayo 2023, 00:28

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La posibilidad de embarazo empieza a disminuir poco a poco a los 25 o 30, pero cae en picado a partir de los 37. En tres años pierdes casi totalmente tu fertilidad. «En más de la mitad de los casos la edad de la mujer es el problema para no conseguir un embarazo», afirma Enrique Pérez De la Blanca, ginecólogo responsable de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirón Salud Málaga.

-¿Cuáles son las principales causas de infertilidad?

-El principal es que las mujeres acceden a la maternidad muy tarde y eso hace que tengan una infertilidad natural y, a veces, necesiten ayuda. Lo que engrosa el porcentaje de parejas con infertilidad es principalmente la edad femenina. Una de cada cinco o seis parejas va a tener problemas de fertilidad. Es muy frecuente ver cómo algunas mujeres vienen a preservar óvulos cuando ya tienen 39 años, cuando se debería hacer antes de los 35. Venir a esa edad a preservar la maternidad... Si es que ya los 39 ya es muy difícil que tus óvulos sea buenos, entonces no estás preservando prácticamente nada. En la mitad de los casos la edad de la mujer es el problema para no conseguir un embarazo y en los centros privados, más de la mitad.

-¿Las causas psicológicas son también un factor importante?

-Salvo casos de deportistas que están entrenando para una competición y se quedan sin regla, el estrés no provoca infertilidad, a no ser que ese estrés nos lleve a tener menos relaciones sexuales. Porque lo principal es tener relaciones sexuales. Y hoy día tenemos poquísimas relaciones sexuales. Lo normal es tener relaciones sexuales frecuentes dos o tres veces a la semana y de esa manera no hay problema. Si por nuestra vida estresada eso no ocurre las posibilidades de embarazo son cero

-¿ Afecta la presión para quedarse embarazada?

-Realmente no influye si no se limitan las relaciones sexuales. En las mujeres que siguen un tratamiento es muy importante que sepan que el índice de éxito no es del 100%. Si eso les genera presión porque se toman muy malos fracasos, probablemente no repitan, y si lo dejan de intentar, pues no lo consiguen.

-¿Cuántas parejas consultan?

-Una de cada cinco tiene problemas y sólo una de cada diez consulta. Y apróximadamente la mitad de las que consultan lleva a cabo algún tratamiento, porque todavía la fertilidad tiene un poco de estigma social.

-¿Cuál es la edad de las mujeres que se tratan?

-La edad media de las mujeres que acuden a nuestro centro es de casi 39 años. No hay límite de edad legal. Por ética, los ginecólogos tenemos un límite tácito, que son los 50 años, porque es la edad máxima en la que se conoce que haya habido embarazos de manera natural y la edad media de la menopausia en España es de 50 años. Hay países europeos en los que a partir de los 45 años ya no se hace. Al final, el 80 o 90% de las parejas acaban teniendo éxito en el caso de que las mujeres se sometan a todos los tratamientos que se les van proponiendo a lo largo de una escala terapéutica. Finalmente, si no se ha logrado un embarazo por una cuestión de maternidad tardía, pues se puede recurrir a la donación de óvulos.

-¿Cuál sería esa escalera de técnicas que se ofertan?

-Depende de si existe ovulación, si se tienen menos de 35 o 37 años, si el semen es normal. Se pueden hacer ciclos de inseminación. Si las inseminaciones fallan, después de tres o cuatro, pues se pasa al siguiente escalón que sería la fertilización in vitro. Y si la fertilización in vitro falla y la causa no es seminal o de otro tipo, es la edad y es el número de óvulos, se hace donación de óvulos. El 10% de las parejas que recurren a la reproducción asistida son parejas de mujeres o mujeres solteras y algunas personas trans.

-¿Tras varios ciclos sin embarazo conviene descansar?

- Cuando ves que es imposible es básico saber decir: deja de intentarlo. A veces hay que parar por el factor emocional, porque hay personas que no lo soportan. Pero también hay que tener en cuenta que se trata de tener un hijo y hay un límite de tiempo. La fertilidad va disminuyendo poquito a poco desde los 25 ó 30, pero a partir de los 37 años cae en picado. En aproximadamente tres años pierdes casi totalmente tu fertilidad. Entonces como esperes mucho se te va a ir el tren.

-¿También hay menos embarazos múltiples en los tratamientos de reproducción asistida?

- Eso ha cambiado muchísimo. Hoy raramente tenemos un embarazo gemelar y triples prácticamente no hay en el registro de la Sociedad Española de Fertilidad. Hace 15 años había una muerte bastante alta de los embriones sobrantes durante el proceso de la congelación y si en un intento no tenías suerte, tampoco había más posibilidades después, así que se ponía más de un embrión para mejorar las posibilidades. Ahora eso ya no se hace porque se pueden guardar y utilizarlos al mes siguiente o más adelante.

-También se recurre a la reproducción asistida para evitar enfermedades...

-Por un lado para las enfermedades cromosómicas: síndrome de Down, síndrome de Edward, síndrome de Turner, enfermedades que son graves para la descendencia, pero que producen niños que pueden sobrevivir. A partir de cierta edad nosotros podemos proponer a la pareja que si lo desea se seleccionen los embriones que no tengan esa enfermedad. También se puede utilizar en mujeres que han tenido varios abortos por un problema cromosómico. Podemos después eliminar los embriones que van a acabar en un aborto y sólo dejar los que tienen posibilidades de convertirse un recién nacido. Y después están las enfermedades genéticas puras, que se deben a un gen o a un grupo de genes, por ejemplo la hemofilia, la distrofia muscular o la fibrosis quística. Podemos detectar cuál de los miembros de la pareja es el portador o si los dos son portadores y ese mismo gen lo podemos buscar en el embrión antes de ponerlo. Entonces los que están enfermos, no lo ponemos. La ley de reproducción asistida nos permite hacer diagnósticos genéticos en enfermedades que supongan un trastorno grave, de aparición precoz y que no tengan tratamiento. Es decir, que si una persona sabe que va a tener la enfermedad pero va a aparecer a los 60 años no nos autorizan a eliminarlo. En el cáncer de mama de base genética, que no todos lo son, se puede hacer pidiendo autorización a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida. En este caso al principio lo negaban, pero ahora lo aceptan.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios