Tradición y modernidad en Viña Tondonia

Bodegas centenarias

Las bodegas López de Herida, Viña Tondonia, están ubicadas en el municipio de Haro, capital de La Rioja Alta. Un clima benigno y una tierra más bien árida, es la combinación de ingredientes perfecta que ha contribuido al éxito de este negocio familiar centenario. Actualmente son unas de las tres bodegas más importantes de toda la región. Al frente del negocio está ya la cuarta generación de la familia.

Su origen

El origen del negocio se remonta a finales del siglo XIX, cuando Rafael López de Herida y Landeta entra en contacto con los negociantes vinateros franceses que llegan a La Rioja huyendo de la temible filoxera. La difícil situación en el país vecino acaba beneficiando a La Rioja, donde la explotación del vino empieza su gran expansión. Siguiendo la estela de esta industria creciente, López de Heredia, empieza a planificar y construir la bodega que hoy sigue funcionando.

800.000 kilos de uva

Actualmente las bodegas cuentan con cuatro viñedos de los que se extraen cada año cerca de 800.000 kilos de uva. El viñedo más antiguo es el de Viña Tondonia, de 100 hectáreas y situado en la margen derecha del río Ebro. Aunque conocerlo no forma parte de la visita guiada, en las bodegas pueden proporcionarnos un mapa e indicaciones para llegar hasta él con nuestro coche. La panorámica merece la pena.

Arquitectura del siglo XIX

Uno de los elementos más característicos de la bodega es el TxoriToki (casita de pájaros, en euskera). Esta peculiar construcción data de finales del siglo XIX y cumplía una función residencial a la vez que servía de mirador. Se ha convertido en todo un símbolo, impreso incluso en las etiquetas de las botellas que ahora se distribuyen por todo el mundo.

El calado

Como ocurre en otras bodegas de La Rioja, aquí también se ha apostado por expandir parte de las instalaciones bajo tierra, lo que permite reaprovechar el terreno y, sobre todo, conseguir unas condiciones de temperatura y humedad excepcionales. El resultado son casi 3.5000 metros cuadrados de bodega subterránea. El Calado es la galería principal con 140 metros de largo y una temperatura constante de 12 grados.

El Cocedero

Con el paso de los años y el crecimiento del volumen de negocio, las instalaciones de López de Heredia han ido incorporando nuevos edificios e instalaciones. Uno de los más antiguos es la bodega Blandeau, también llamada 'El Cocedero'. Aquí, en 35 tinas de roble, es donde se realizan las primeras fermentaciones de los vinos tintos.

La frasca de ZahaHadid

Con motivo del 125 aniversario de las bodegas, se decidió exponer en la Feria Alimentaria de Barcelona el stand modernista del fundador de la casa. Para evitar que se deteriorara al aire libre y como otra forma de celebrar esta efeméride, decidieron que el estudio de la prestigiosa arquitecta ZahaHadid ideara la forma de protegerlo. El resultado fue esta estructura con forma de frasco que tras la feria pudo instalarse en las bodegas.

Referente arquitectónico

La estructura ideada por ZahaHadid, con el stand centenario en su interior, se ha incorporado a un nuevo edificio de la bodega y sirve ahora como tienda y espacio expositivo. Se trata de uno de los referentes de la nueva arquitectura por la que han apostado los bodegueros españoles en la última década.

Vinos

Los vinos de López de Herida son unos de los caldos de Rioja más reconocidos, un auténtico "icono de la vitivinicultura española" según el libro 'Bodegas Españolas: arquitectura del vino'. Su calidad se debe tanto a la buena climatología del lugar como al tipo de tierra donde se cultivan las uvas y al proceso de maduración del vino, en el que se utilizan barricas fabricadas artesanalmente. Sus blancos se consumen criados y envejecidos mientras los tintos son sobrios, de aroma complejo y largo postgusto.

Haro

Antes o después de visitar las bodegas, debemos aprovechar la ocasión para conocer Haro que, como curiosidad, fue el primer municipio de España en tener electricidad. Merece la pena visitar tanto la parroquia de Santo Tomás, cuya fachada data de 1512, como la basílica de Nuestra Señora de la Vega, construida en el siglo X. Su fiesta patronal, que se celebra el 29 de junio, ha sido declarada de Interés Turístico Nacional por su popular batalla del vino, donde los participantes se lanzan cientos de litros de vino hasta acabar completamente teñidos de morado.

Gastronomía

La Rioja siempre se ha caracterizado, además de por sus vinos, por su excelente gastronomía. Por ello no podemos marcharnos de esta tierra sin pasar por una buena mesa donde probar asados al horno, melocotón al vino o unas habas salteadas. El restaurante Las Duelas (San Agustín 2; 941 311 308) es uno de los mejores lugares para hacer esta cata gastronómica, al igual que La Vieja Bodega (Avenida de La Rioja 17; 941 324 254) ya en Casalarreina, donde podemos comer unas menestra de verduras de temporada o un exquisito pisto riojano.

Fuente: Guía Repsol