Sayalonga: visitas guiadas para conocer los secretos del Cementerio Redondo o el callejón de la Alcuza
Entre Algarrobo y Cómpeta, en verano es recomendable hacer una parada en Sayalonga, un pueblo blanco que tiene un sorprendente patrimonio histórico. Para mostrarlo y ... explicarlo en este mes de agosto, durante cada fin de semana, se organizan visitas guiadas y totalmente gratuitas a partir de las 10.30 horas.
En concreto, los sábados la visita se hace en inglés, mientras que el domingo es en español. En ambos casos, hay que hacer la reserva previamente, ya sea de forma presencial en el Museo Morisco (abierto de martes a domingo), por correo electrónico (museomorisco@sayalonga.es) o por teléfono (675 315 539).
La persona encargada de mostrar los secretos mejor guardados de Sayalonga es Beatriz Cebreros, responsable de abrir el antes citado Museo Morisco y coordinadora de actividades culturales del Ayuntamiento de Sayalonga.
¿Por qué el Cementerio Redondo tiene una forma octogonal? ¿Cuál es el origen de sus rincones y plazas más importantes? ¿Por qué hay una calle en el pueblo que se llama Piaggine? Son algunas de las preguntas que tendrán respuesta en estas visitas guiadas, que tendrán una duración aproximada de dos horas.
Será una mañana intensa, en la que habrá que tener los sentidos avispados para conocer mejor la historia de este pueblo de la Axarquía, al que desde hace décadas se le conoce especialmente por el cultivo del níspero.
Esta visita guiada empieza con un plato fuerte, ya que se cita a los asistentes a las 10.30 horas, cuando el sol aún no incide con fuerza sobre el casco urbano, en la entrada del Cementerio Redondo, un camposanto, que, pese a su nombre, tiene una forma de octógono, la misma que tiene la torre campanario de la iglesia de Santa Catalina. Será fácil comparar ambas formas, ya que, desde el interior del recinto funerario, se ve perfectamente la parte más elevada de este templo.
El Cementerio Redondo es hoy uno de los principales atractivos del casco urbano. Además de ser uno de los camposantos más curiosos de la provincia de Málaga, es una construcción decimonónica que incluso se vincula con la masonería. «La explicación allí es de unos veinte minutos, aunque, si los visitantes quieren saber más, se puede alargar también», explica Beatriz Cebreros, que dedica los fines de semana de agosto a contar los atributos de este municipio malagueño.
Desde el camposanto, Beatriz se encarga de conducir a los visitantes hacia la plaza de la Constitución y de subir después hasta otro de los enclaves notables del pueblo, donde se encuentran la antes mencionada iglesia y la contigua ermita de San Cayetano, donde da a conocer muchos detalles que no se reflejan en guías turísticas.
Frente a las dos construcciones religiosas, la coordinadora de actividades culturales del Ayuntamiento de Sayalonga da a conocer uno de los rincones más fotografiados del casco urbano. No es un monumento ni un museo. Se trata de un callejón, que pasa por ser el más estrecho de toda la comarca de la Axarquía. Esa angostura se ha convertido en un indudable atractivo para muchos visitantes, ya que, además, se relaciona con el pasado andalusí de esta villa.
Desde este céntrico enclave, las visitas guiadas se dirigen cada fin de semana por la mañana hasta el mirador de calle Morales, un balcón idóneo para disfrutar de vistas panorámicas, donde se avista la aldea de Corumbela, que, pese a la lejanía, pertenece también a Sayalonga. En este punto, Beatriz, como conocedora de la historia local, también explica la importancia de otro de los hitos que se ve en el horizonte, el castillo de Bentomiz, que está ya en el término municipal de Arenas.
Al mismo tiempo, repasa las antiguas alquerías que en su día hubo en territorio sayalonguino, como Carraspite o la Rábita, de las que apenas quedan vestigios, pero sí constancia de su relevancia histórica en el antiguo Al-Ándalus.
Desde el citado mirador, se pasa por la plaza Rafael Alberti y la calle Loma, donde en la Edad de Bronce hubo una cantera. Es el momento para que esta guía turística repase otros restos arqueológicos prehistóricos se han hallado en este pueblo.
Posteriormente, se baja desde el casco urbano hasta la Fuente del Cid, donde se cuenta la historia de este enclave de posible origen romano y la justificación de su nombre.
Queda poco para terminar. Se llega a la escultura del nisperero y al mirador de Sayalonga, donde los visitantes pueden conocer la relación de este pueblo con esta fruta dulce y ácida de procedencia exótica.
Del Museo Morisco a los eventos estivales
Las visitas guiadas que cada fin de semana de agosto se desarrollan en Sayalonga no incluyen al Museo Morisco. «No habría tiempo para incluirlo en una ruta de dos horas», explica la responsable de abrir este edificio cultural, Beatriz Cebreros.
Por esa razón, tanto para los que han visitado el casco urbano durante estas rutas interpretadas como para el público en general, se abren las puertas tanto sábado como domingo justo después, entre las 12.30 y las 14 horas aproximadamente.
A partir de ahí comienza otro recorrido por el pasado de Sayalonga, en el que hay piezas arqueológicas halladas en el pueblo. Así, el protagonismo en este edifico recae sobre todo en los moriscos, que tuvieron especial importancia en las rebeliones vividas en el siglo XVI en la Axarquía.
Además, hay dos colecciones donadas al municipio de gran interés cultural, como son las del pintor Adolfo Córdoba y la del poeta Manuel Fernández Mota, ambos nacidos en este pueblo de la Axarquía.
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