Faraján, los contrastes que cautivan en la Serranía
Las Chorreras de Balastar y la arboleda del Romeral son algunos de sus enclaves más atractivos
Encinas, pinos, castaños, quejigos o alcornoques son algunos de los árboles que hoy custodian al tranquilo pueblo de Faraján. El mismo que el siglo pasado ... sedujo al mismísimo Ernest Hemingway, en una fugaz incursión más allá de Ronda que hizo el afamado escritor norteamericano. El tiempo ha pasado allí como en cualquier parte del mundo, pero no ha erosionado ni las señas de identidad de esta tranquila villa del Alto Genal ni su atractivo más natural. Hoy la blancura de su fachadas crean un contraste espectacular con las distintas tonalidades de verde que le proporciona la densa arboleda que lo cobija. Sólo el ocaso de las hojas del castaño, durante el otoño y los primeros días del invierno, se atreve a romper ese armónico enfrentamiento cromático.
Al citado novelista estadounidense se le atribuye incluso una descripción metafórica de los atributos de Faraján: «un cisne blanco nadando en un estanque de verde esperanza». Afortunadamente para el pueblo, muchas décadas después esas certeras palabras no se han desvirtuado en Faraján. Aunque el pueblo sobresale incluso muchos kilómetros antes de llegar a él, lo que más brilla hoy en esta villa es el antiguo despoblado de Balastar. Allí se han puesto en valor en los últimos años lo que sus habitantes llaman las 'chorreras', que son dos vertiginosas cascadas de agua, que descienden por el territorio de Faraján para encaminarse al Genal.
Hoy desde el pueblo hay una bonita ruta de senderismo que tiene como principal motivación conocer estos saltos de agua con una perspectiva que incluso los engrandece. Para ello, basta adentrarse en el mismo pueblo y buscar la calle Genal. Desde allí aguarda un sinuoso y empinado camino que pasa también junto a las huertas abancaladas que son reminiscencias de la etapa andalusí. No en vano, el nombre de Balastar alude a uno de los tantos despoblados árabes que en su día hubo en esta zona de la Serranía de Ronda. Aunque la ruta de las Chorreras es circular y lleva hasta las dos mencionadas cascadas, hay quien preferirá acortarlas y conformarse con ver la primera de ellas para evitar un esfuerzo mayor o tener más tiempo para disfrutar de los atractivos naturales de este pueblo de montaña.
Entre ellos está su otro lado verde, el que aguarda en la zona de El Romeral, donde hay también opciones para pasear en bajo un denso bosque de encinas y pinos. Algunos de esos caminos servirán para tener perspectivas muy similares a las que pudo tener en su día Hemingway.
Cerdos ibéricos
Faraján también cuenta con parte de su territorio como monte adehesado done hoy se crían cerdos de pura raza ibérica que se crían al aire libre y con alimentación natural. De hecho, de parte de su territorio salen los famosos jamones de castaña, llamados así porque los animales comen este fruto seco, a los que une también la bellota.
Tampoco hay que olvidar el atractivo de su tranquilo casco urbano, que, a pesar de estar en una zona tan montañosa como las estribaciones de la sierra del Oreganal, se antoja más llano de lo que el viajero se imagina al ubicar el pueblo sobre el mapa.
El principal edificio es la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que originalmente se levantó durante el siglo XVI, aunque las posteriores remodelaciones impiden que se perciban rasgos arquitectónicos de aquella etapa. En la historia del pueblo, destacan momentos épicos como la tenaz resistencia ofrecida por los vecinos durante la invasión francesa, lo que le supuso el reconocimiento real.
También hay que recordar que esta localidad, incluida dentro de la ruta turística de Fray Leopoldo, también participa de la ribera del Genal, el principal río de la comarca. De hecho, desde el pueblo hay un camino que conduce hasta su cauce. Así se puede llegar a La Puente, una de las pasarelas históricas para cruzar este río de la Serranía.
FARAJÁN
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Qué visitar Chorreras de Balastar: En un enclave bucólico, unido al pueblo por un camino tradicional hoy convertido en sendero, se encuentran dos espectaculares saltos de agua. Dónde: En la antigua alquería de Balastar, junto al pueblo de Faraján. El Romeral: Tranquilo bosque situado a un paso del casco urbano, en el que se pueden dar agradables paseos bajo la espesa sombra de pinos, encinas, alcornoques o quejigos bajo la atenta mirada del Peñón de Benamahoma. Dónde: Acceso al camino desde la carretera MA-7302 (antes de llegar al pueblo). Iglesia de Nuestra Señora del Rosario: En la plaza principal de la villa se encuentra el templo de este pueblo. Como otras iglesias de la zona, su origen hay que buscarlo en el siglo XVI, época en la que se empezó a levantar para el culto cristiano. Dónde: En la plaza de Andalucía. La Puente: Pasarela que se recuperó hace ya algunos años por su indudable valor etnográfico, ya que antaño, cuando el río Genal tenía crecidas o mayor caudal, era una infraestructura fundamental para la comunicación de los habitantes de ambas partes del valle. Dónde: Sobre el río Genal.
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Dónde comer Nómada en el Genal. No se puede considerar como restaurante, pero sí un lugar idóneo para poder desayunar o almorzar si se visita el pueblo de Faraján. Se trata, en realidad, de una original propuesta de gastro bar, que apuesta por el consumo de lo local, en consonancia con su apuesta por la sostenibilidad. De hecho, elaboran muchas de sus tapas con productos de las cooperativas La Molienda Verde (Benalauría) y Al Jaque (Montejaque), que también están a la venta allí mismo, ya que el establecimiento también funciona como tienda de productos ecológicos. Este acogedor negocio se encuentra junto al camino que lleva hasta las Chorreras de Balastar. Dónde: Calle Genal, 2. 29461 Faraján. Teléfono 690 049 235.
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Dónde hospedarse Casa de Carmen y Andrés. En el centro del pueblo, se encuentra este inmueble equipado para grandes grupos, ya que cuenta con hasta siete dormitorios, que se distribuyen en dos plantas. Entre las habitaciones, hay algunas más amplias, como la que está equipada con una cama doble y tres simples. También dispone de cuatro cuartos de baño y dos cocinas. Estas estancias se reparten entre las dos plantas, de forma que pueden verse como apartamentos independientes. El edificio, que está totalmente rehabilitado, está equipado con todo lujo de detalles para todos los públicos, desde una pequeña biblioteca a juguetes. Entre otros atractivos, esta casa rural destaca por sus vistas panorámicas. Aunque el edificio no es muy alto, desde sus dos terrazas se tiene una vista privilegiada del entorno del pueblo, es decir, la zona de la Serranía de Ronda conocida como el Alto Genal. Dónde: Calle Genal, 10. 29461 Faraján. Teléfono 663 764 475.
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