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Esta semana proponemos una escapada aérea a un destino irlandés con vuelo directo desde el aeropuerto de Málaga y con muchas historias que contar. Facturamos ... la maleta a Cork, en la costa suroeste de Irlanda. Es la capital del conocido 'condado rebelde', que es, además, el corazón de la industria del sur del país. Es una ciudad vibrante, con ese ambiente que imprimen los universitarios y con reclamos que sorprenden al viajero como su centro en una isla en el río Lee, que une la urbe con el mar a través del puerto donde hizo escala por última vez antes de su naufragio el célebre Titanic.
Aerolíneas que vuelan a Cork desde Málaga
Compañía Aérea Dos aerolíneas mantienen varios vuelos al día desde Málaga a Cork. Se trata de la compañía de bandera irlandesa Aer Lingus y la de bajo coste Ryanair.
Duración del vuelo Dos horas y cincuenta minutos es el tiempo que se tarda en aterrizar en Cork despegando desde la Costa del Sol.
¿A qué precios? Aunque los precios de los billetes de las compañías aéreas fluctúan casi que a diario es posible volar desde Málaga a Cork el próximo día 6 de junio para volver el 9 por 85 euros, ida y vuelta.
Para ir del aeropuerto a la ciudad El aeropuerto de Cork está situado a ocho kilómetros al sur de la ciudad y es el tercero con más tráfico del país, después de los de Dublín y Shannon. Para desplazarse hasta el centro en transporte público la opción más económica es la del autobús que está delante del edificio de la terminal. La duración del trayecto hasta la estación de autobuses de Parnell Place es de 20 minutos. Los billetes se pueden comprar tanto en el autobús como en la máquina expendedora de billetes situada fuera de la terminal, en la parada de autobús, o por internet utilizando la aplicación TFI Go. Desde el aeropuerto hay que coger las líneas 225 o 226 de Bus Éireann para ir a la principal estación de autobuses de Cork. Sin embargo, para llegar al aeropuerto hay que ir a Clontarf Street, frente a la estación de autobuses. Los servicios pasan cada media hora y funcionan todos los días desde las cinco de la mañana hasta las doce y media de la noche. La otra alternativa es coger un taxi, que tiene un coste medio de veinte euros.
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Qué comer: Cork está considerado un destino gastronómico por productos tan particulares como los quesos artesanales de Gubbeen, Durrus y Milleens; los ahumados de Woodcock o Ummera, o la morcilla de Clonakilty. En la visita a la ciudad no puedes dejar de probar el crubeens, o manitas de cerdo, y el tripe and drisheen, similar a un budín negro elaborado con sangre de oveja. Todo ello puedes acompañarlo con una de las cervezas locales en pleno auge. De hecho esta ciudad es la que produce más cervezas artesanales de toda la isla. Las más famosas son las Murphy's y Beamish, con más de 150 años de historia. Para el postre, el más popular es el Jaffa Cakes, un pastel con un bizcocho genovés, mermelada de naranja y cobertura de chocolate. Pero tampoco hay que olvidar el clásico pastel de manzana o la tarta de chocolate con whisky irlandés.
Dónde comer: Como destino gastronómico que es la oferta es muy variada, pero estando en Irlanda hay que visitar uno de los populares pubs, entre los que destacan La Bodega, Sin É, o el Oliver Plunkett. También hay que pasar por el concurrido Mercado Inglés, abierto desde 1788, donde el restaurante Farmgate se alza sobre una terraza con vistas a los puestos de comida. Y si eres vegetariano tienes una cita en Café Paradiso, toda una referencia en Europa.
¿Qué no te puedes perder?: La segunda ciudad más importante de Irlanda reúne algunos de los rincones más bonitos del país como la torre de la iglesia de Shandon, en un barrio en el que destacan unas coloridas casas, o la catedral de San Fin Barre, con un impresionante edificio neogótico victoriano de 1865. Sin embargo, el castillo y los jardines de Blarney son los verdaderos estandartes. Otro de los imprescindibles es la iglesia de Santa Ana, construida en el siglo XVIII y conocida como la «mentirosa de las cuatro caras» porque los relojes que hay en cada una de ellas marcaban horas diferentes. Los visitantes pueden subir por el interior de la torre del reloj al campanario e inmortalizar unas vistas privilegiadas de toda la ciudad. La University College Cork es otro de los lugares que debes visitar, junto el museo público y el Cork Park Gaol, una prisión reformada de los años 20 para convertirla en museo, son algunos de los reclamos que no te puedes perder. Otro de sus atractivos son sus veinte puentes sobre los dos brazos del río Lee y las singularidades de su centro histórico medieval. Recorrer St. Patrick Street, la principal arteria de la ciudad, y pasear por Oliver Plunkett Street, repleta de galerías y pubs, y por Paul Street, con un sin fin de cafés y restaurantes, son otras de las alternativas que ofrece Cork, en la que conviene también ir al barrio Victoriano con edificios del siglo XIX y con la neoclásica Catedral de San Patricio.
Compras: La principal calle comercial de Cork es St Patrick's Street, pero para ir de compras es imprescindible visitar el Mercado Inglés. En la maleta de vuelta no pueden faltar los chocolates O'Connaill, la salsa Ballymaloe, un condimento típico a base de tomates, vinagre y una mezcla de especias, o el whisky irlandés. Los apasionados por la cocina tienen en el Museo de la Mantequilla la posibilidad de comprar artículos como mantequeras, libros de cocina y otros recuerdos relacionados con este producto del que esta ciudad era una gran exportadora.
Los más pequeños disfrutarán de una ciudad con mucha vida, muy transitable y con lugares singulares como el Titanic Experience Cobh, en pueblo marinero del condado de Cork, que fue el último puerto en el que atracó el Titanic. Es un museo interactivo para toda la familia en el que se puede experimentar cómo era la vida en este lujoso barco durante la travesía y cómo fue su trágico final. Navegar por la isla de Spike es otra excursión singular en la que se podrá visitar la conocida como la 'Alcatraz de Irlanda', la cárcel que fue considerada en los siglos XIX y XX como la mayor del mundo. La visita al castillo de Blarney es otra alternativa en la que disfrutarán los pequeños de la casa.
La ciudad cuenta con una red extensa de autobuses y dispone también de la alternativa de desplazarte en bicicleta. La mejor opción para moverte por Cork es comprar una tarjeta Leap en una oficina de correos que se puede recargar con la cantidad que se desee. Además, esta tarjeta sirve para alquilar las bicicletas TFI Leap y para muchos de los trenes de viajes cortos con los que descubrir el condado. La tarjeta de adulto sale por cinco euros y se puede descargar y recargar con la aplicación TFI Leap Card.
Buen viaje.
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