El Castaño Santo: el excepcional árbol de la sierra Real que tiene ya más de ocho siglos

El Castaño Santo se ha convertido casi en un lugar de culto y no por su apelativo religioso sino por ser un prodigio de la naturaleza. Sólo el tronco resulta espectacular con sus casi catorce metros de perímetro. Haría falta diez personas con los brazos extendidos para poder rodearlo.

No sorprende menos su altura, que está por encima de los veintitrés metros. O su sombra, que puede acaparar una superficie superior a los 500 metros cuadrados. Sólo al verse se puede entender la magia que emana este 'abuelo' del bosque, que ofrece caras muy distintas a lo largo del año gracias a sus hojas caducas. Éstas, desde la primavera hasta los primeros días de octubre, suelen tener un verde intenso, que se muta en colores ocres en el esplendor del otoño. Es el paso último antes de que se caigan y ofrezca su peor versión, sin hojas, durante los fríos meses del invierno.

Aunque no está oficialmente verificado, este vetusto ejemplar podría tener más de ocho centurias, por lo que fácilmente pudo haber sido plantado en los últimos años del antiguo Al-Ándalus. De hecho, su calificativo de santo le viene de una leyenda, según la cual el rey Fernando el Católico celebró bajo su copa una misa antes de sofocar la rebelión morisca de 1501 en la cercana Sierra Bermeja.

En ese oficio religioso, siempre según la tradición oral, se rogó por un retraso del crepúsculo, lo que facilitaría una llegada sigilosa de las tropas. Hay otras leyendas que se han inspirado en este vetusto árbol, debido a su magnitud y longevidad. Por esos motivos se ha convertido en un emblema no sólo de la comarca de la Sierra de las Nieves sino también de los árboles monumentales que hay en la provincia de Málaga.

Este excepcional castaño se encuentra rodeado de encinas y alcornoques en el lugar conocido como el Hoyo del Bote, que es uno de los bosques más notables de la sierra Real, en el término municipal de Istán. Cabe recordar que la finca donde se encuentra, aunque no esté vallada, es de titularidad privada.

Para llegar hasta allí existen dos vías principales. La más recomendable parte desde San Pedro de Alcántara (Marbella) y pasa por un carril que se toma junto al complejo turístico la Quinta Golf.

A través de un carril de tierra de trece kilómetros, recomendable para vehículos todoterreno, se puede acceder fácilmente hasta este enclave. La ruta también se podría salvar a pie o en bicicleta, pero esto supone invertir bastante tiempo (unas seis horas entre ida y vuelta).

En los últimos años, este árbol, que es candidato a ser monumento natural de Andalucía, ha sufrido el impacto de las visitas incontroladas y conductas que le han perjudicado, como aquellos que se han llevado la tierra que protege parte de sus raíces o quienes han decidido trepar por su tronco y sus ramas para hacerse una fotografía. A eso hay que añadir el ataque de insectos como la avispa asiática.