Escapadas de ensueño para olvidarte del móvil

Cada vez son más los negocios hosteleros que ofertan este tipo de planes, tanto grandes cadenas hoteleras como pequeños alojamientos con encanto. El mundo rural acoge este tipo de turismo con los brazos abiertos complementando la oferta hotelera con actividades al aire libre, rutas guiadas y degustaciones gastronómicas.

Artíes. Ofrece todos los encantos de un pueblo de alta montaña. Se sitúa en pleno Pirineo de Lérida, en la comarca del Valle de Arán, junto al río Garona. Su cauce baja majestuoso con agua limpias y frías provenientes de deshielos y manantiales naturales. Los muros anchos de piedra y tejados a dos aguas predominan entre sus calles para proteger los hogares del frío, el agua y las nieves que cada invierno tiñen de blanco la región.

Las balconadas, de madera, se llenan de flores potenciando más si cabe su belleza. La tranquilidad se apodera del ambiente, tan solo se escucha el rugido del agua. Si visitas Artíes acércate hasta las piscinas termales, recorre su entorno y visita alguna de las localidades cercanas, Viella y Baqueira son dos de las más importantes.

Piornedo. Un pequeño pueblo de la comarca de Os ancares que dejará con la boca abierta. Perteneciente a la provincia de Lugo, su singular arquitectura montañosa tradicional resalta por su belleza. Pallozas y hórreos conviven desde antaño entre entornos de una riqueza natural única en España. Un territorio donde se respira aire puro y se puede disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.

Se puede aprovechar para realizar alguna ruta de senderismo, no olvides que te encontrarás en una de las mayores reservas verdes de Galicia. Piornedo parece parado en el tiempo, sus suelos de piedra acompañan a construcciones prerrománicas que ofrecen magníficas vistas a sus montañas y valles. Los amantes de los deportes de aventura disfrutarán como niños en este bello lugar.

Zahara de la Sierra. Villa serrana enclavada en el interior del Parque Natural Sierra de Grazalema y declarada Conjunto Histórico. Se encuentra en la provincia de Cádiz, formando parte de la preciosa ruta de los pueblos blancos. De origen musulmán, aún conserva vestigios de sus antiguos pobladores.

Sus vecinos aportan las notas de color a las calles blancas con macetas cargadas de flores, caminar por ellas es todo un placer para el visitante que se introduce en una amalgama de aromas que refresca el ambiente. Un lugar ideal para la práctica de deportes de aventura y senderismo. En él se puede disfrutar de un pueblo típico andaluz con vistas impresionantes.