LA VUELTA AL MUNDO DEL TURISMO
Carta del director ·
Si algo tiene un periódico es que suele ser incómodo para el poder, especialmente cuando saca a la luz problemas, deficiencias o errores en la ... gestión política, económica o empresarial. O simplemente cuando coloca a la sociedad frente a su espejo. Y la realidad es que, desde el sentido común y la responsabilidad, ese debe ser el papel de un diario que asuma su función periodística y editorial. Viene esto a cuento por las últimas informaciones relacionadas con el turismo de la Costa del Sol, verdadero motor del sector en Andalucía, y con el aeropuerto de Málaga, un punto estratégico también en la economía andaluza. Y es importante recordar que cuando se defiende el papel de la Costa del Sol y de su aeropuerto se está defendiendo no sólo Málaga sino Andalucía, su economía, su empleo y su desarrollo futuro.
Por eso desde SUR se ha llamado la atención sobre el actitud institucional que debe tener la Consejería de Turismo a la hora de trabajar para abrir nuevos mercados y promover la apertura de nuevas conexiones aéreas. Hacerlo sin planificar para beneficiar a unos destinos en detrimento de otros, como Málaga, no sólo sería un agravio sino un inexplicable error estratégico. Hay que entender, además, que la pérdida de la conexión Málaga-Nueva York tienen enorme trascendencia y que es obligación institucional, al menos, preguntarse qué ha ocurrido, por qué y cómo evitarlo. Y hallar fórmulas para recuperarla.
También hemos llamado la atención desde SUR sobre la necesidad de trabajar sobre la joya de la corona: el turismo de sol y playa. Y también sobre los dos principales emisores de turistas: el Reino Unido y Alemania. Con la amenaza del 'Brexit' y la crisis de los touroperadores como Thomas Cook sería frívolo ignorar la necesidad de una presencia continuada y profesional en esos mercados, más allá de hacer las Américas.
La campaña 'Andalucía, Origen y Destino' para celebrar el quinto Centenario de la Primera Vuelta al Mundo que protagonizaron Magallanes y Elcano entre 1519 y 1522 es, sin lugar a dudas, un hecho histórico de enorme relevancia y su conmemoración está absolutamente justificada. Otra cosa muy diferente es que esta iniciativa deba ser el punto central, durante nada menos que tres años, de la promoción turística de Andalucía por el mundo. Es, simplemente, una ingenuidad que demuestra la falta de conocimiento de la industria turística. Esa campaña está muy bien para poner en valor Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, y recordar lo que estos dos enclaves fueron hace quinientos años, pero el turismo requiere hoy por hoy una estrategia enfocada a la captación de turistas y de negocio en los grandes mercados, consolidados o emergentes, y sobre la base de los grandes atractivos de Andalucía: el sol, la playa, la cultura y la naturaleza. Y a través de la aplicación de herramientas tecnológicas y de gestión de datos de primer nivel.
Y en este sentido, SUR llamó también la atención sobre la intención de la Junta de aprovechar la Gala de los Goya en Málaga, patrocinada también por instituciones malagueñas, para promocionar esta conmemoración, Sevilla y Sanlúcar. Es un desatino esa elección y, sobre todo, una oportunidad perdida para promocionar, sobre todo, Andalucía como destino vacacional.
Así que habrá que seguir llamando la atención sobre los riesgos de menospreciar los pilares de la gran industria turística de Andalucía, cueste lo que nos cueste, porque por encima de cualquier cosa está el ejercicio periodístico de denunciar lo que creemos que es poner en riesgo la economía malagueña y andaluza. Y no vendría nada mal que las entidades profesiones, empresariales y sociales de la provincia asumieran también que, además de su papel institucional, a veces es preciso y conveniente alzar la voz, aunque ello también signifique ser incómodo para el poder.
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