La virgen de Inglaterra
VOLTAJE ·
Es un milagro que, en 96 años de vida, casi todo el mundo hable bien de tiLa procesión magna de los restos de la reina de Inglaterra ha sido un espectáculo de primerísima categoría en la historia de la cultura pop, ... comparable a cualquier acontecimiento de talla mundial, como la Super Bowl, y con título de película de espías: 'Operación Puente de Londres', diez días de luto con todo lujo de detalles, desde las palabras exactas que tendría que llevar el comunicado de su muerte hasta los entresijos del desfile mortuorio, que no es poca cosa. Más de una semana de muerte y de pasión cargada de barroquismo, funestos protocolos y el espejismo de una resurrección, porque lo que se ha vivido en el Reino Unido durante estos días, con fieles esperando más de diez horas para despedirse de ella, ha sido el último acto público de Isabel II: el desfile de su cuerpo y la reivindicación total de su legado.
La operación que ha marcado la vida después de la muerte de la monarca es un plan que lleva gestándose y actualizándose desde los años 60, así que quizá haya alguna persona o un grupo de ellas que ha dedicado gran parte de su vida profesional a la organización de estos días de luto y celebración. De sacarse las oposiciones para el servicio secreto a terminar haciendo el trabajo de una funeraria, y modificando detalles sobre lo mismo y sustituyendo los nombres de los invitados de manera constante, del mismo modo que en los periódicos o en las agencias de noticias, cuando no se tiene otra cosa mejor que hacer, hay quien se dedica a escribir obituarios de gente que todavía está viva, por si acaso, o que va actualizando los que ya están redactados, añadiendo sus nuevos hitos o sus últimas meteduras de pata. Pensemos en nuestro emérito, por no salirnos de palacio, y en la manera en la que su necrológica se ha ido recrudeciendo golpe a golpe, pasando de ser una de las personalidades más queridas y respetadas en España hasta que, en pocos años y en ese mismo país, quede poca gente que no piense que es un sinvergüenza o que nos ha engañado a todos, empujado por una avaricia que tendría que haberse hecho mirar mucho antes de ahora, que es demasiado tarde para casi todo.
Isabel II, en un proceso cercano a la beatificación que se había ganado en vida, ha obrado el milagro de que, en 96 años de vida, prácticamente todo el mundo tenga una buena opinión sobre ella, o por lo menos su respeto. Hay que felicitar a los organizadores de estos sublimes actos fúnebres, de lejos el mejor entierro que se ha celebrado en lo que llevamos de siglo. Qué bien organizado estaba todo. A ver ahora quién esquiva las ganas de montar una funeraria.
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