Verano en Málaga
Muchos cambios están pendientes en el cálido verano malagueño
El verano que empieza hoy será más cálido de lo habitualmente cálido. Es una noticia desagradable, con la mala sombra que tienen las plazas en ... Málaga. Entran ganas de hacer como Hacienda, que somos todos: irse. Las empresas de mudanza hacen su agosto en junio con este santo traslado. Más de uno andará rezando para que se pierda su expediente. Los camiones de mudanza son de Cárdenas Alba, y Alba Ramírez, que ha conseguido la mejor nota de la provincia en selectividad, también quiere mudarse a estudiar a Granada, cuya universidad existe en las listas de universidades. La de Málaga, que también existe, como Teruel, aunque no en las listas, debe hacer algo para ser mejor y que no se vayan más estudiantes al alba. Alba Ramírez quiere estudiar medicina y con su decisión ha metido el dedo en la llaga. Llega el yugo del verano y Trump casi termina de arreglárnoslo. Quería dársela con queso a Irán, pero se ha topado con Salami. Mohamed Salami, general embutido en su uniforme de la Guardia Revolucionaria, ha anunciado el derribo de un dron y don Donald Trump ordenó bombardear Irán, aunque detuvo la operación en el último minuto. Lo que nos faltaba con este calor es una guerra mundial.
Hacienda mete en cajas los expedientes y las mañanas de Málaga son una sucesión de maletas con ruedas circulando por las aceras. Jóvenes con pantalones cortos siguiendo el itinerario que les indica el móvil. Con lo que me gustaba que me preguntasen cómo ir a algún sitio. Málaga sí que existe como destino turístico. Tengo algunos amigos que están convencidos de que Málaga es lo mejor del mundo. Seguro que en Teruel hay quien opina lo mismo de su ciudad. El paraíso no existe, si acaso cierta calma. Es cierto que podemos enfrentarnos al calor yendo a la playa, pero eso no quiere decir que nuestras playas sean las mejores del mundo. No nos conformamos y en parte es bueno, pero no hay que andar fardando porque podemos volvernos antipáticos, y entonces apaga y vámonos. Otra mudanza.
El edificio de Hacienda está enfermo y Alba Ramírez no lo curará porque se va a Granada. A lo mejor funciona lo del mal de ojo y tantas maldiciones contra Hacienda han surtido efecto. Habrá que introducirle un supositorio gigante, como el que Trump quería soltar sobre el territorio iraní, donde tampoco abundan las sombras. Siempre hay un poder en la sombra y debería tirarle de las orejas a Trump, que diría ay a través de twitter. Aquí no tenemos poder ni en la sombra ni al sol, pues todavía andamos sin presidente. Por si acaso, algunas empresas de mudanzas están pendientes de Moncloa, aunque no parece que vaya a hacer falta. ¿Quién quiere otra campaña electoral? La Diputación tampoco tiene presidente firme. El verano se presume largo y nadie debería fastidiarnos más de la cuenta. Tendremos terral, pero durará dos días. Luego otros dos, sí, pero también durará dos días.
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