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Las tuberías nuevas

Intruso del Norte ·

Un mundo sin Juan Carlos y con Johnson sería un desastre total, luto en Torroles

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Lunes, 2 de septiembre 2019, 07:52

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Dice el Rey que le han puesto tuberías nuevas, y por eso nos hemos tenido que meter por salva sea la parte toda esa gallofa de artículos lastimeros, fotos olímpicas, anécdotas familiares y otras drogas duras de esas que le ponemos siempre a los muertos ilustres. Pero Juan Carlos está ahí, con el corazón tuneado y las válvulas bombeando, que es lo suyo, bombear como si no hubiera mañana. Bombear siempre. O sea. Y tal.

La cosa es que la semana ha venido fuerte con incendios, pero también con lo del Rey y con lo de Boris Johnson, que le ha puesto las puñetas encima de la mesa a una reina que no es madre y que por eso ha dejado el estadismo y la flema en manos de un Johnson que me recuerda a los abogados listos de Gibraltar. Qué cosas. La cuestión es que se me puso de momento un escenario dantesco, un Torremolinos de luto por un Borbón y de luto por un 'Brexit' que nos quitaría el Tina's, el Galloping Major y los inquilinos galeses de Ibán, que son de cumplir los pagos y los contratos en su estudio bohemio de la Nogalera.

Pensé en qué mundo se nos podía quedar; un mundo vegano con gallinas vírgenes, el Toro Ferdinando de alcalde de Ronda y hasta los libros quemándose en la Plaza de la Merced por lo inapropiados que fueron Sorel o el Quijote; uno por arrimarse al querer y el otro por amar al amor y al ideal.

Un mundo sin Juan Carlos es un mundo sin toros, una España sin dehesa, un alevines de La Mosca donde no cuentan los goles sino el participar. Juan Carlos I durará, y cuando todo se funda a negro nos iremos acordando de que hubo un tiempo feliz en que un vividor comprometido nos salía en las monedas. Aquel tiempo de Interviú, del canallismo. Esa España que fue más España por estas costas donde se podía ser feliz con poco, se podía vestir bañador turbo y todo era más fácil de Estoril hasta Totana.

Sin Juan Carlos no tomarán el cielo los que ya sabemos, pero nos harán de este instante el más oscuro. Los más oscuros. Conviene ir preparándose.

Las tuberías nuevas de Juan Carlos no harán más juancarlistas, pero sí nos mueven a pensar una Historia que no estaba ni se le esperaba, pero que llegó de Roma/Cebreros a hacernos prósperos. Vamos marcha atrás y sin frenos, de modo que disfrutemos de Juan Carlos I lo que el cuerpo aguante.

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