Las torres del Puerto
Cita en el SUR ·
El golpe de la Audiencia Nacional al proyecto es solucionableEl alcalde de Málaga hace honor a su apellido y ha planteado la construcción de diez torres en el puerto aparte de La Torre del ... Puerto. Todos estamos inevitablemente subyugados por nuestro apellido. Yo, por ejemplo, a veces me siento orondo. Los vecinos se han quejado y es que antes, con la noria, podían ver el mar entre cabina y cabina, sin embargo ahora no verán ni la noria. Los arquitectos han protestado, pero no todos puesto que las torres han sido diseñadas por arquitectos. Seis edificios normalitos y diez torres, una de ellas de treinta plantas. El principal obstáculo a este proyecto de altas miras viene nada menos que de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que acaba de dictar una sentencia que avala el que una empresa pueda computar las pausas para echarse un cigarrito como tiempo no trabajado. La idea es que estos edificios alberguen sobre todo oficinas, así que pongámonos en el lugar de un joven sobradamente preparado que trabaje en un despacho de la planta treinta y que pretenda bajar a fumar y ahora vuelvo. Aunque podemos preguntarnos qué hace fumando un joven sobradamente preparado, el tema tiene solución arquitectónica: pasaría por adecentar las azoteas colocando unos ceniceros. Lo malo es cuando llegue el verano, pues los fumadores podrían ser golpeados por la avioneta con la propaganda del club de alterne. Tanto 'pin parental' y al final una avioneta pregonando las virtudes y merecimiento de la prostitución.
Hay que reconocer que impresiona el skyline resultante del proyecto. En Málaga faltan oficinas y todavía no sabemos qué va a hacer el millonario israelí que compró el antiguo edificio de Correos. Ya podía haber comprado el Málaga, aunque la idea de un grupo empresarial vinculado a la ciudad, o la city, suena mucho mejor. Pero hablábamos de la escasez de oficinas. Justo ahora se ha sabido que el Parque Tecnológico de Andalucía ha licitado dos contratos para construir seis edificios de oficinas. A ver si ahora van a pasarse. Desde luego es mucho mejor abrir oficinas que casas de apuestas. Lo que no se acaba de entender es que la gente siga fumando y, mucho menos, que la gente empiece a fumar. Los fumadores, a cinco minutos el cigarro y a tres cigarros por jornada, más un café de otros cinco minutos, se chupan más de nueve jornadas de trabajo. Los que no fumamos estábamos discriminados. La Audiencia Nacional debería permitirnos salir a tomarnos un tigretón, aunque tres tigretones por jornada, más un colacao, equivalen a nueve kilos por trimestre. Esto se arregla subiendo por las escaleras, pero es que son treinta plantas, oiga.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión