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El secreto sexual

Cita en el sur ·

La fecha de caducidad de electrodomésticos, juguetes sexuales y secretos

Pablo Aranda

Málaga

Sábado, 5 de octubre 2019, 10:31

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Los frigoríficos y las lavadoras van a durarnos más. A ver, romper se van a romper, pero podremos arreglarlos. Hasta ahora algunos creían que lo ... más práctico era tirar la nevera por un barranco, como aquel listo que se grabó haciéndolo en Almería. Un tipo gracioso que sabe que lo es, o sea: el típico que se cree tan gracioso que desea compartir ese don, que todos nos riamos. Ya se había grabado lanzando una lavadora. La Guardia Civil vio el vídeo y le ha caído una multa de 45.000 euros. Gracias a la nueva normativa medioambiental de la Comisión Europea, las empresas deberán fabricar accesorios fáciles de reponer al menos durante siete años. Otra cosa es que el fontanero venga cuando nos dice, pero algo es algo. La vida media de un móvil dura entre 18 y 24 meses, aunque la gente lo cambia antes. Las televisiones se cambian antes de los mundiales, siempre que la selección parezca que va a ganar. La obsolescencia programada es el fin de la vida útil de un producto provocada a conciencia tras unos cálculos. En las relaciones a veces pasa lo mismo. ¿Cuánto dura la fidelidad? En Castro Urdiales una mujer le dio una caja cerrada a una amiga para que se la guardase, asegurándole que contenía juguetes sexuales de su pareja, que la había dejado. Ya podía haberse llevado sus juguetitos al irse, pero a lo mejor se mudó a un piso pequeño. Las casas no las hacen como antes, y qué precios. La amiga permaneció cinco meses sin abrir la caja. Yo creo que me habría asomado, sólo un poco, intrigado por esos juguetitos. No los habría usado, antes me compro unos nuevos; no por la obsolescencia sino porque yo qué sé. A los cinco meses la amiga no pudo más y abrió la caja. Se encontró con la cabeza del hombre que supuestamente había dejado a su amiga. Uno puede irse sin sus juguetes sexuales, pero jamás sin la cabeza, así que avisó a las fuerzas de seguridad, y también a su amiga, quien dijo que la caja se la dejó alguien en la puerta y quiso guardarla porque era el único recuerdo que le quedaba de su pareja. Podría haberse hecho un llavero. Ahora se ha sabido que la mujer acusada de decapitar a su pareja llevaba unos meses repartiendo croquetas y algunos vecinos se temen lo peor. Cómo hemos cambiado: ya casi nadie reparte croquetas. En mi bloque una vez un vecino me trajo una bolsa de limones y una vecina centenaria me pedía que bajara a abrirle la olla exprés, pero de darme croquetas, nada. Mi padre me decía de chico que no aceptase caramelos de desconocidos. No sé por qué no decía que de conocidos tampoco. Un día acepté y por la noche no podía dormir. La inocencia también padece de obsolescencia. A lo mejor el cuerpo permaneció esos meses en la nevera. Algunas salen buenas. Otras son incapaces de guardar un secreto más de cinco meses.

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