¿Rehenes o territorio?
No es la primera vez que dedico esta columna a la situación de los palestinos. Y no será la última ante el terrible sufrimiento de ... esas personas, por la maldad de quienes dirigen el gobierno de Israel, con un desprecio temerario del Derecho Internacional. Netanyahu da un paso más en su escalada de genocidio. Ya no les basta con bombardeos, un asedio inmisericorde, la matanza de civiles, los hospitales destrozados, los periodistas liquidados para que no cuenten lo que pasa, o el hambre como forma de castigo a un pueblo. ¿Es esta la legítima defensa prevista en la Carta de Naciones Unidas? Evidentemente no. Ahora el primer ministro de Israel ha impuesto a su propio pueblo (con el rechazo incluso de parte de sus fuerzas armadas) una acción militar para ocupar Gaza, con el objetivo teórico de lograr la liberación de los rehenes retenidos a la fuerza por Hamas. Ya va para dos años de brutalidades bélicas, se supone que con ese objetivo, y los únicos rehenes liberados los han sido por las negociaciones, previa tregua. Es decir, tanto sufrimiento a un pueblo ni siquiera ha logrado devolver a estas personas a los suyos.
La pregunta es si realmente Netanyahu busca la liberación de los civiles israelíes, o lo que pretende es la anexión de Gaza a su territorio, como ha planteado al Parlamento de Israel. Parece que para la supervivencia política de este sujeto las vidas de sus conciudadanos no es lo más importante, y lo que busca es una movilización nacional en torno a una guerra 'patriótica', donde el resultado final sea el incremento territorial de Israel. Esto, aparte de ser manifiestamente ilegal (Resolución 2625/1970 de la ONU: El territorio de un Estado no será objeto de adquisición por otro Estado derivada de la amenaza o el uso de la fuerza. «No se reconocerá como legal ninguna adquisición territorial derivada de la amenaza o el uso de la fuerza»), dará lugar a una legítima respuesta de la población palestina, como actos de resistencia armada, que se encuadra en la legítima defensa, frente a la agresión que implica la ocupación militar, máxime si a esta viene unida una ulterior anexión del territorio.
Por tanto, los asesinatos de civiles y prisioneros desarmados, cometidos por Hamás en territorio de Israel (terrorismo, incluso si lo hubieran hecho en la propia Gaza), no tiene nada que ver con los actos de resistencia armada en territorio de Gaza frente a la ocupación de Israel, que si se ejecuta el plan de ocupación-anexión de Netanyahu, surgirán de forma inevitable, ya que el pueblo palestino ha demostrado su dignidad y rebeldía a lo largo de la historia, frente los atropellos por Israel de la legalidad internacional, con el rosario de violaciones de los derechos de los palestinos, desde 1948.
Si se apoya a Ucrania con ayuda militar y sanciones al invasor, ¿a qué se espera para hacer lo mismo con Palestina?
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