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Inauguración del edificio de I+D de Fujitsu, en 1988.

La Fujitsu

El final de un sueño, el de aquel laboratorio de I+D que alcanzó fama mundial, se convirtió en el germen de otro mucho mayor: el de la Málaga tecnológica

Nuria Triguero

Málaga

Domingo, 15 de junio 2025, 00:03

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«Éramos gente normal que trabajando en equipo hicimos cosas extraordinarias». Uno de los antiguos integrantes del laboratorio de I+D de Fujitsu leyó esta ... frase grabada en una placa en una visita a la NASA y se dio cuenta de que les definía a ellos también. Lo contaba ayer en el reencuentro que celebraron ayer setenta hombres y mujeres que pertenecieron a aquella «panda de indocumentados» –como los llamaba el que fue su director, Felipe Romera– más de treinta años después de pisar por última vez 'la Fujitsu' (que ahora es Denso Ten España, aunque todo el mundo la siga llamando por su antiguo nombre). En los años 80, aquel grupo de jóvenes ingenieros, matemáticos y físicos reclutados en diferentes lugares de España y del extranjero consiguió una proeza de la que no somos muy conscientes en Málaga: en un tiempo récord construyeron un laboratorio donde se creaba tecnología punta, que no se hacía en ningún otro sitio. Aquí se hacían módems, chips, equipos de comunicaciones Netcom, miniordenadores y terminales; cosas que ahora suenan viejunas pero entonces eran la vanguardia de las telecomunicaciones y la informática.

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