El 'bullying cero' no existe
«Aquí no hay acoso escolar»: esta negación es la bandera roja que debemos temer en un centro educativo
No se me va de la mente Sandra, la niña sevillana de 14 años que se quitó la vida porque no podía seguir soportando el ... acoso de sus compañeras de colegio. Pienso en lo que tuvo que sufrir, en lo desamparada que tuvo que sentirse y en el insoportable dolor que va a acompañar a su familia. Es una tragedia que alimenta uno de los mayores miedos de cualquier progenitor: el de no conseguir evitar que a tu hijo le hagan daño. Y el bullying es algo que particularmente me obsesiona. En todos los casos que salen a la luz se oyen los mismos comentarios: «No le dieron importancia», «El colegio ignoró los avisos», «Creían que eran cosas de niños»... ¿Pero cómo puede seguir ocurriendo esto? ¿Cómo puede haber colegios que opten por tapar el acoso cuando se sabe a qué extremos puede llegar; cuando son decenas los niños y niñas que se han suicidado en España?
Pues aunque sea incomprensible, esta es la realidad: en no pocos colegios se sigue tolerando el acoso. Y no lo digo yo: lo dice la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE). Tuve la oportunidad de hablar con sus representantes porque el curso pasado organizó varias actividades en el colegio de mis hijos (CEIP Parque Clavero): impartieron una charla para padres, realizaron un test a todo el alumnado para detectar situaciones de riesgo y organizaron un taller de habilidades asertivas para los chavales que habían dado alguna señal de alarma en esos cuestionarios. Esta iniciativa fue pionera en Málaga y, según me contaron desde AEPAE, no es porque no hayan ofrecido este taller en otros centros, sino porque no es tan común que les abran la puerta. Cuando se ponen en contacto con coles e institutos, no son pocos los que contestan: «Aquí no hay acoso». Y esta es una gran 'red flag'. Porque en ningún colegio hay cero acoso, insisten desde esta ONG. Las cifras asustan: se calcula que alrededor de un 20% del alumnado sufre acoso y el porcentaje sube hasta el 40% en segundo y tercero de primaria. Es una conducta consustancial a cualquier grupo humano. Y precisamente la clave para cortar de raíz el bullying está en ser conscientes de que el riesgo cero no existe y en extender una actitud preventiva y vigilante, más allá de poner en marcha los protocolos antiacoso, que es lo básico y lo obligatorio por ley (y que en el colegio de Sandra no se cumplieron, según parece). Otra de las medidas que se pusieron en marcha en nuestro cole fue elegir en cada clase a lo que llaman líderes positivos: niños y niñas que son empáticos y asertivos, por lo que pueden ayudar a difundir esa cultura 'antibulliyng'.
Esta misma actitud vigilante hay que tenerla en casa. ¿Señales de alerta? Explosiones de ira, tristeza, ansiedad, intentos de evitar ir al cole, dolor de cabeza y barriga, insomnio, enuresis... ¿Y cómo detecto si mi hijo está siendo el acosador? Eso puede ser más difícil, según nos contó la psicóloga de AEPAE, aunque aportó unas recomendaciones que son de sentido común: observar cómo se relacionan nuestros hijos, estar atentos a señales de falta de empatía, charlar con ellos de sus amigos y de lo que hacen en el cole, mantener comunicación frecuente con los tutores, controlar el uso que hacen del móvil si es que lo tienen... Por nosotros que no quede.
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