Los negociadores
Tras el estallido del último informe de la UCO, la situación procesal de Ábalos y Koldo García y la entrada en prisión de Santos Cerdán, ... hay un tropel de acontecimientos que no deja indiferente a nadie. Dicen que, para salir de este inmenso atolladero en el que vive Sánchez, ha sacado 'a concurso' la secretaría de organización, pero al señalar a la titular del cargo propuesta han resonado —no sin polémica— obras adjudicadas a empresas afines a Cerdán, alguna sobrefinanciada, además. Y será o no será... Seguidamente, uno de los adjuntos previstos y anunciados a la citada secretaría por el líder Sánchez se ha descolgado del puesto, a pique de su nombramiento oficial, por ciertas conductas machistas e inadecuadas denunciadas por algunas colaboradoras de su propio equipo en Moncloa de coordinación institucional de Presidencia del Gobierno, puesto al que también ha renunciado. Más allá de entrar en estas cuestiones o la inocencia real o no de sus protagonistas, sí que llama la atención comprobar que todo el espacio sanchista del PSOE Moncloa-Ferraz se ha convertido en un auténtico campo de minas. Los estallidos, grandes y pequeños, no paran, se mire a donde se mire. No se sabe si se trata de aquello de que 'a perro flaco...' o si es que el caos, la sospecha y la corrupción ya son generales.
En un estado de derecho sólo es culpable el ya condenado, pero se es presunto muy rápidamente, y el escándalo que de ello puede derivarse es inevitable, mucho más su magnitud, que resulta difícil controlar. Por ello, los implicados en episodios turbios, o ya judicializados, suelen dar explicaciones, renunciar o incluso desaparecer. Claro, que es distinto cuando se trata de una 'víctima', alguien que pasaba por allí y no sabía nada: el caso de Sánchez. Piensen que, aunque esta auténtica banda de 3 + 1 del Peugeot —'los negociadores'— existió y se supone que muy cohesionada, Sánchez no sabía nada... Fingieron tres de ellos, sin duda, durante semanas o meses en los que viajaron juntos, pararon, comieron, durmieron y lo que fuera, en el camino. Dice Sánchez que esto es un caso aislado, lo afirman también los suyos, que cada día son menos. Aislado también es el procesamiento de su mujer, el de su hermano por obtener plaza pública ad hoc, y no digamos el del fiscal general. Hay incluso un director general de carreteras -se comenta- bajo investigación judicial. Pero dicen que el Gobierno no tiene nada que ver... En fin, nadie duda de que Sánchez 'vive en un sinvivir' por lo que se puede saber cada día, pues los tres presuntos pueden soltar lindezas acerca de su examigo, sean verdades o mentiras, lo que digan, puede comprometerle. Esto no es vida.
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